sábado, 30 de noviembre de 2013

EL CENTRO POMPIDOU A MÁLAGA

La noticia ha despertado la admiración de toda España e, incluso, una cierta envidia sana por los logros culturales y turísticos de la capital de la Costa del Sol. Se trata del último as que se ha sacado de la manga el alcalde de Málaga; el cubo del puerto será desde del Pompidou desde 2015. Todo está firmado para que unas 70 obras del centro parisino se exhiban junto al mediterráneo. A la grandiosa oferta cultural con el Picasso, el Thyssen, el CAC y, próximamente el Bellas Artes, se le unirá el Pompidou como el sexo referente museístico de fama mundial en la ciudad.

Es excepcional la noticia porque es la primera vez que la marca Pompidou sale de Francia y, Málaga ha sido la elegida tras años de negociaciones secretas que ahora ven la luz en los medios de comunicación. Fuera de Paris, sólo Metz cuenta con un centro Pompidou. Por ello, se puede afirmar que a Málaga le ha tocado el gordo de la lotería por adelantado.

Sin embargo la noticia no ha sido bien acogida en las huestes de la secta del capullo. María Gámez anda echa un basilisco por las redes sociales. Es evidente que es un nuevo sapo el que se ha tenido que tragar tras fracasar en su torpedeo al museo Carmen Thyssen de Málaga. Un museo que fue inaugurado sin la presencia de ningún cargo de la Junta pues era grande la frustración de los socialistas que querían llevar la pinacoteca a Sevilla. Tampoco ha estado muy acertado el portavoz de IU en el ayuntamiento dejando claro que no le llega ni a la suela de los zapatos a su antecesor. Un señor de izquierdas trabajador, cabal y muy honrado.

Málaga sigue despertando el interés de empresas tecnológicas y universitarias. A día de hoy ya son cuatro las universidades privadas interesadas en instalarse en la capital de la Costa del Sol: Universidad Europea de Madrid (UEM), Universidad Católica de Murcia, la Loyola Andalucía y ahora la U-tad que es una entidad docente privada dedicada a la tecnología y el arte digital para lo que ya negocia con el ayuntamiento por el museo de Tabacalera. La Junta, como no podía ser de otra manera, se opone. No importa, al final la burguesía malagueña liberal derrotará a la rancia casta andaluza.

El esfuerzo de los malagueños ha hecho por colocar a la ciudad y a su provincia como la primera del sur español. Hoy día ya es un referente en el mundo del turismo, la cultura y las nuevas tecnologías. Ahí quedan los informes de la Caixa. Incluso cuenta con el proyecto Smartcity que constituye la mayor iniciativa europea de ciudad ecológicamente eficiente Su objetivo es reducir las emisiones de CO2. Es un gusto ver pasar a esos coches eléctricos por La Alameda. Todos estos logros se han producido con un destierro de la manera andaluza de acudir al trabajo, oponiendo una forma muy judía de entender el progreso.


Málaga Valley es otra prueba de esta nueva forma de enfrentarse al conocimiento. Y todo en tiempos de crisis que no han impedido que empresas como Google, Siemens o Huawei se instalen en la ciudad de Picasso.  Por tanto, no deben importarnos los rebuznos de esa masa abyecta que vive de los presupuestos y, mucho menos, el discurso enmarañado y gris de la hija del farero con menos luces que un barco pirata. Como dijo Maradona; ¡qué la chupen! ¡Qué la sigan chupando!

Sergio Calle Llorens

viernes, 29 de noviembre de 2013

ESTO TIENE ARREGLO

Los niños ejercen una gran fascinación en el personal. Es encontrarlos en la cola del supermercado o echando un partido de fútbol en el parque y, obviamente, una sonrisa se nos dibuja en el rostro. Sin embargo, últimamente cada vez que me topo con un rapaz, a mi mente llega la siguiente cuestión; ¿se nos hará del PP, se sacará el carnet de un sindicato horizontal-siempre están acostados- se meterá a socialista o caerá en las redes del totalitarismo de IU? Es apenas un momento en la que la criatura se transforma en un monstruo en potencia que, incluso, podría terminar trabajando en el abyecto y estúpido Canal Sur.

Una televisión plural que admite tanto opiniones a favor del bipartito como en contra de la oposición. La continuación del Nodo franquista con sus coplas y folclóricas cuya programación también tienen hueco para películas absurdas y programas de drama social. Todo para niños menores de 15 años y ancianos mayores de 65. Uno de ellos era el espacio matinal dirigido por Toñi Moreno inexplicablemente fichada por TVE para mostrar las miserias de nuestra sociedad. Por el espacio pasaban, y pasan, cualquier historia con carnaza y morbo; pedir dinero, comida, aparatos dentales, lentillas y otras cosillas. El programa se llama “Esto tiene arreglo”.  Y por supuesto que lo tiene, cerrar canal Sur y destinar ese dinero en investigación y desarrollo. Cualquier cosa antes de malgastar la pasta en un programa donde la presentadora entonces y, ahora el nuevo conductor ejercen una tarea multdisciplinar; juez, protagonista, abogada y hasta de Rey mago. Todo con tal de demostrar el buenismo de Andalucía. Somos pobres pero muy solidarios. No hay trabajo pero tenemos un arte que no se puede aguantar.

La RTVA es un canal para anormales que vende solidaridad sin percatarse de que es el reconocimiento implícito de 32 años de gobiernos socialistas. No importan los casos que resuelven en el programa, ni siquiera la cantidad de personas que obtienen aquello que tanto necesitan. Lo relevante, lo verdaderamente importante, radica en todo el dinero que se pierde en una programación que no tiene parangón en una televisión pública.

Esto tiene arreglo es la mejor metáfora de la estupidez catódica que reina en el ente público. Estupidez que, como no podía ser de otra manera, es la única cosa que puede exportar la República Bananera de Andalucía. Por eso, Toñi Moreno ya trabaja en televisión española cargando al personal con sus chascarrillos, sus haches aspiradas y su pensamiento zangolotino.

Todos estos que dirigen Canal Sur e incluso sus presentadores fueron alguna vez niños inocentes jugando a las casitas o a los policías y ladrones. Todos, en mayor o menor medida, despertaron medidas tiernas y sonrisas sinceras. El tiempo los transformó en personajes como menos dignidad que los sindicalistas robando a los parados. El problema no es que crecieran, sino que se multiplicaran como hongos para colonizar nuestros campos y ciudades. Así que cuando una tierna criatura me sale al paso, un escalofrío recorra mi espalda. Podría estar ante la futura Toñi Moreno, mucho más dañina y zafia tras décadas de educación socialista en la taifa del sur. Realmente terrorífico. Esto no tiene arreglo.

Sergio Calle Llorens

jueves, 28 de noviembre de 2013

ITALIA Y ANDALUCÍA

Italia es una nación joven que jamás ha existido más que en aspectos nominativos. En cualquier caso, la bota italiana se unió en el siglo XIX. Luego pasó por las dos guerras mundiales y, de ahí, al mercado común europeo. Hasta hace tres cuartos de hora, ni siquiera hablaban la misma lengua. En ese país hermano la autoridad de Roma no ha sido nunca bien vista en los territorios dominados por los Borbones. Recordemos como los aliados pidieron permiso a los verdaderos amos del sur; la mafia, para desembarcar en sus playas. No es que la autoridad nacional no exista en Sicilia o Nápoles, es que ese poder correspondía, y corresponde, a una autoridad anterior.

Sin embargo, hay algo en la joven nación que supera al resto y, no es otra cosa que su inteligencia. Lean a Maquiavelo y sigan a sus artistas y comprenderán las causas por las que los italianos han ejercido una influencia absoluta en el viejo continente. Los pintores, arquitectos y escultores italianos son los grandes maestros y, los demás, humildes copistas. Desde San Petesburgo a Suecia la arquitectura es italiana. Si el monoteísmo es un invento mediterráneo, y más concretamente judío, Europa  tiene a la cultura grecolatina como a su madre cultural.

En materia de organización política, Italia es un caos absoluto. Empero, podría funcionar sin gobierno hasta el fin de los tiempos. Cuenta con unos empleados públicos que permiten sacar las castañas del fuego a sus paupérrimos políticos. El italiano, como les digo, tiene una inteligencia supina. Un saber estar. Lo mejor es que son capaces de vender incluso aceite español tras etiquetarlo como italiano. Incluso se presentan al mundo como grandes amantes cuando usan la talla de preservativo más pequeña de Europa. El marketing italiano obra milagros.

Yo querría esa inteligencia italiana para territorios absurdos como Andalucía, más que el General Vandergrift quería Guadalcanal. En todos lugares cuecen habas, pero la cuota de descerebrados que rigen Andalucía excede la lógica más aplastante. Italia no existe pero no importa, le basta con tener ese tipo de ciudadanos. Andalucía, en cambio, sí existe pero no tiene ciudadanos que la saquen del vagón de cola. Cierto es que el sur de Italia sufre lacras similares a las de los andaluces, pero ellos no tienen una administración a la que culpar únicamente, sino a una organización que gobierna en la sombra desde hace siglos. Lejos de ella, las cosas funcionan razonablemente bien.

Los italianos, como buenos mediterráneos, se le encienden los ojos con un buen vino y la visión de unas piernas de mujer. Las italianas son hembras extremadamente celosas y apegadas al  terruño. Son imprevisibles, buenos para el arte y pésimos para la guerra. Un General Británico afirmó en la guerra de Las Malvinas que de tener sangre española los argentinos, el conflicto podría perderse y, de ser sangre italiana, el asunto sería un paseo. En realidad, los italianos son incapaces de sacrificarse por una patria que sólo ha existido en los informativos de la RAI.

Desde los tiempos de la reunificación, Italia no ha contado con un solo Primer Ministro que no haya sido corrupto. El último gran exponente ha sido Berlusconi al que, por cierto, atacan todos por correrse juergas sexuales con menores. A diferencia de los andaluces, Berlusconi pagaba esos vicios con su inmensa fortuna personal. Ciertamente el espectáculo italiano actual es lamentable, pero es ahí donde radica el milagro. La economía italiana y el país entero siguen funcionando a pesar de la pandilla de palurdos tipo Cavalieri que les dirige.


Si Dios me diera la posibilidad de volver a nacer, yo, le suplicaría que me alejara de Andalucía y me nacionalizara Toscano aunque eso supusiese gastar dos palmos menos de pene. 

Sergio Calle Llorens

ANDALUCÍA ES MENTIRA

La Andalucía oficial es un fraude absoluto. Todo en ella es una mentira colosal; desde su himno hasta su bandera pasando por sus políticas loquinarias que la han llevado al fracaso. Y qué decir del padre ficticio de esa patria que nunca existió. Ese Infante pegado a miles de mentiras arabistas. Un señor que abogaba por unir la región más pobre de España con Marruecos.

El problema radica en el hecho de que los andaluces miran al pasado para no tener que enfrentarse al futuro y, mucho menos, a su patético presente. Sin embargo, echar la vista atrás nos lleva a una conclusión simple: los andaluces son descendientes directos de los conquistadores que llegaron a estas tierras para luchar contra los árabes a los que, tras no poder ser asimilados, expulsaron. La idea de que los ascendentes andaluces eran los árabes es una patraña que contradice la historia de los repartimientos y, ahora, hasta la genética. Por eso es de chiste tener como bandera regional un trapo con el color verde islámico y el blanco almohade, secta religiosa radical donde las haya.

Por no hablar de esa unidad regional que nunca se dio antes de 1981 y, mucho menos, querida por la mayoría. Almería incluso votó en contra invalidando todo el proceso pero, por supuesto, se pasaron por el forro la voluntad que impedía esa unión. Falsificaron el pasado, hicieron trampas en el presente para que una casta rancia e inculta viviera a costa del presupuesto por los siglos de los siglos. Reivindicaban la cercanía de la administración, la lucha contra la corrupción y se alejaban, o eso decían, de la pérfida Madrid. Luego, cuando la realidad demostraba que todo era un monumental engaño, compraron a  los medios de comunicación a través de la publicidad institucional.

La música andaluza se desliza bajo una partitura de vergüenza que honra en exclusiva a los delincuentes que viven a costa del sudor del de enfrente. Dice la letra de esa patética composición que la autonomía sirve al ciudadano, cuando sólo sirve para atracarnos a mano armada en nombre de un pasado que nunca existió. A veces esa melodía invoca el cuento de lo público cuando ellos tienen seguros médicos y mandan a sus hijos a prestigiosos colegios privados.

Andalucía, como ente político, es un accidente basado en paparruchas creadas por mentes calenturientas. Decir que Andalucía es una región es devaluar la palabra en grado máximo. En verdad la taifa constituye una forma medieval de impedir que los súbditos se conviertan en ciudadanos libres. Intentar derribar la autonomía andaluza es una aspiración de libertad ciertamente legítima.

Muchos piensan que la autonomía andaluza existe para servir a los ciudadanos. Yo, en cambio, aseguro que la taifa existe para proporcionar a los señores feudales de unos privilegios con la connivencia de un pueblo con querencia por el “Vivan las Caenas”.

El desafío es el primer deber del ciudadano aunque en Andalucía no haya ciudadanos. Para desafiar hay que romper antes con esa actitud, necesitamos recuperar el viejo sueño liberal que pretende que todos los ciudadanos sean iguales ante la ley. La respuesta está en los viejos liberales de Cádiz, en ciudades como Málaga la primera en el peligro de la libertad, pero nunca en el yugo andaluz con sus instituciones y sus burocracias absurdas.

Andalucía ha matado al ciudadano antes de nacer. Andalucía es el enemigo con sus taras y su vulgo abyecto. Andalucía es un potro de torturas. Andalucía es el fanatismo, la desidia y la superstición enfrentada a cualquier mínima de progreso. Andalucía apenas es buena creando mentiras a cual más absurda. En conclusión, Andalucía es un acuario lleno de bestias y peces monstruosos que cuando uno se mete en él, se transforma en una pecera con un letrero colgando que dice; Cueva de Alí Babá.

Sergio Calle Llorens




miércoles, 27 de noviembre de 2013

BUNGA-BUNGA SINDICAL

Seamos claros; todo macho ibérico ha soñado alguna vez con retozar en el tálamo con una impresionante mulata. Ya saben piel de ébano, trasero espectacular y vertiginosos movimientos de caderas. Los hay, incluso, que viajan al Caribe regularmente para disfrutarlas. Cuando vuelven, son hombres nuevos tras largas jornadas sexuales y paseos por playas paradisíacas. No entraré en si consiguen esos favores con jineteras profesionales o con señoritas honradas. El caso es que mientras la gran mayoría de machos ibéricos que se dedica a estos menesteres lo hace con su dinero, los sindicalistas idearon un método para hacerlo, y gratis, cada vez que les viene en gana.

Gobernaba Manuel Chaves cuando la UGT de Andalucía montó en el Caribe sucursales de formación con dinero de la Junta otorgado por otro socialista, Gaspar Zarrías. Fueron concretamente 1,8 millones de euros que llegaron  a través  de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional. A este nuevo atraco lo llamaron Proyecto de Integración y Fortalecimiento Sindical en Centroamérica y el Caribe, que traducido del farfullín andalusí al español viene a ser el Bunga- Bunga sindical.

Imaginen ustedes a toda esa pandilla de sindicalistas barrigudos con querencia por el ron cubano gozando de los placeres de la carne. Todo bien camuflado en cursos cuya cuantía para personal era de 53.583,40 euros. Se llegaron a pagar facturas hasta de sillas, baños y reformas. A este pintoresco bosquejo le falta todavía la pincelada surrealista que supone la defensa que hacen muchas articulistas del sindicalismo horizontal- siempre están acostados- pero la realidad es tozuda, iban a esas tierras hermanas a echar canitas al aire y a huir, en el mejor de los casos, de sus pesadísimas señoras. Volvían y afirmaban haber echado el polvo de sus vidas cuando, para el resto del personal, el mejor polvo vendrá con la cremación del sindicalismo actual. Ese que lo mismo falsifica maletines con el objeto de aspirar al bachiller, aunque no lo tengan.  

El Bunga- Bunga sindical es una realidad a costa del contribuyente. Gracias a él, los sindicalistas, como si no tuvieran bastante con el asalto a los presupuestos, están completamente satisfechos. Como políticamente soy un empírico y el sindicalismo actual me parece una forma chabacana de latrocinio institucionalizado, no entiendo que alguien en su sano juicio pueda afirmar que, a día de hoy, tiene utilidad para los ciudadanos honrados. Sencillamente es una forma más de comportamiento criminal muy habitual en La Garduña socialista.

Los sindicalistas nos demuestran que son insaciables con las mariscadas, el vino, los fraudes y, ahora, el sexo. Salieron de la nada y nunca, ni en sus mejores sueños, imaginaron una vida plagada de lujos sin haber hecho nada por merecerlos. Empero, los disfrutan. A estas actividades se dedican hoy los supuestos defensores de los trabajadores con la excusa de buscar la paz social en la República Bananera de Andalucía. Y lo más grande es que van por el mundo enseñando al personal como se deben hacer las cosas. Puedo asegurar que aunque una vez fui afiliado de un sindicato, jamás se me pasaría por la cabeza retornar a su seno. Sería como volver con una ex que, como saben, es como comer lo que vomitaste. Un vómito que ustedes pueden ponerle fin, dándole la espalda a los reyes del Bunga- Bunga.

Sergio Calle Llorens

martes, 26 de noviembre de 2013

NEGACIONES SOCIALISTAS

Negaron ser responsables de los GAL. Negaron haber robado el dinero a los huérfanos de la Guardia Civil. Negaron la crisis y acudieron a una cascada de adjetivos curiosos para  ocultar la realidad. Negaron que la UGT fuera una organización criminal. Negaron las únicas políticas para sacar a Andalucía del furgón de cola. Sin embargo todo era cierto. Para que no la turba siga ignorando, siguen con su estrategia que no es otra que hablar de la guerra civil que perdieron por estúpidos y prepotentes. La idea es colocar al enemigo ideológico en la picota. Presentarles como una caterva de fascistas y, ellos, siempre ellos, puedan hacer de apagafuegos del incendio cuando, en realidad, son pirómanos por vocación.

Tanta negación para esconder que son unos auténticos negados con sus políticas fracasadas. Nos dicen que si queremos un futuro, hemos de olvidarnos de su pasado para, a continuación, restregarnos por la cara el de los demás. Se dejan en el tintero que muchos de los suyos fueron franquistas hasta que el Dictador estiró la pata.

El socialismo español siempre niega aunque haya pruebas evidentes de su corrupción y estulticia. Y cuando ya las facturas falsas, los ERE y los maletines falsificados en Asia son abrumadores, se sacan a una candidata de discurso vacío y zangolotino. En realidad, y en lo que a Andalucía se refiere, todo da igual pues en la taifa del sur seguirán votando a los socialistas aunque fuese un mono de Gibraltar el aspirante a la presidencia. Este punto puede sorprender a los extraños a esta comunidad, pero no hay sector de la sociedad andaluza que no esté bajo los tentáculos de la Junta. Los intereses compartidos y la ausencia de la sociedad civil nos conducen hacia el apuntalamiento de un régimen corrupto y podrido hasta las trancas. Si el gobierno socialista cae, millones de allegados de la secta del capullo pierden su empleo. Les hablo de periodistas, delegados, subdelegados, conductores, empresarios afines, comisionistas, sindicalistas y hasta de fulanas y traficantes.

Decía Churchill que el socialismo termina cuando se acaba el dinero de los demás y, puede que tuviera razón. Empero, el socialismo andaluz, caso único en Europa, termina cuando ya no tienes colectivo al que robarle. En Andalucía, Susana Díaz seguirá repartiendo subvenciones a las asociaciones de mujeres, a la Unión General de Trincadores. Lanzará nuevos discursos de limpieza democrática pero serán vacíos. Ya nos prometió luchar contra la corrupción pero evitará dejar caer a los jefes de su sindicato.  La única opción que nos queda es la desobediencia civil.

En definitiva, el socialismo andaluz es una sucesión de negaciones. Lo que ocurre es que algunos recordamos la primera modernización, la segunda, la tercera, la cuarta y aquellas campañas de la Andalucía imparable o al máximo. Todavía hoy siguen negando aquellos esperpentos, con lo bien que le hubiera venido al empleo ese dinero. Pero cuando se destina más pasta al autobombo que a políticas destinadas al bien común, la cosa termina como en el más absoluto de los fracasos. Pues que sigan negando pero que decidan pronto aplicar aquello de los cien años de honradez, porque de momento se desconoce el inicio de tal feliz acontecimiento. Susana Díaz es la nueva cara del socialismo y, por supuesto, la tiene de hormigón armado. Ya ni el ácido lisérgico que toman los plumillas del régimen, les hace ver la realidad en colores, aunque el color verdadero, aunque lo nieguen, es el negro.

Sergio Calle Llorens

sábado, 23 de noviembre de 2013

DINAMARCA Y ANDALUCÍA

El gran mérito de Dinamarca es haber transformado una sociedad eminentemente agrícola en una tecnológica. Además han desterrado la corrupción y el nepotismo, dos virus muy dañinos que carcomen los cimientos de cualquier sociedad civilizada. En Andalucía, en cambio, no hay mérito alguno que no sea el latrocinio institucionalizado como forma de gobierno.

Los sindicatos en Dinamarca se financian con el dinero de sus afiliados y tienen un gran poder. Son necesarios y han sabido adaptarse a los nuevos tiempos. Nada de fraudes de ERE o de concesión de avales al margen de la norma y excediendo el límite presupuestario. Y de fiestas, putas y cocaína con dinero de los parados, naranjas de la China.

Los empresarios en Dinamarca invierten en la formación de sus trabajadores y, como no podía ser de otra manera, se respetan los acuerdos firmados. En Andalucía, en cambio, confunden la explotación del trabajador con la única forma de ganar dinero en una sociedad globalizada.

Los trabajadores en Dinamarca ven a la empresa como una parte importante de sus vidas y, por supuesto, saben como ser productivos. En cambio, en el reino de la chalaura, confunden movimiento con rendimiento y dar vueltas con avanzar. Lo fían todo al presentismo pensando que pasar muchas horas sentados en la silla es equivalente a un buen rendimiento.

En Dinamarca, cualquier imputado que fuese diputado- véase Sánchez Gordillo- sería cesado fulminantemente. Incluso la contratación de un familiar, aunque fuese lejano, sería motivo suficiente para terminar con la carrera de ese político. En la república bananera sureña, no hay Ayuntamiento, Diputación y no digamos la Junta, que no tenga a miles de familiares mamando de la teta común.

Los daneses son un pueblo culto y responsable que lee y tiene una amplia visión del mundo. Entienden que la responsabilidad personal es fundamental para el buen desarrollo de su sociedad. No hay sitio para pagar sin facturas, para evitar contribuir con los impuestos y, además, están orgullosos de ello. Andalucía, aunque a algunos les duela, ocurre todo lo contrario.

En Dinamarca las casas están preparadas para el frío mientras que en la ridícula taifa del sur, en las viviendas hace más frío que en algunas zonas de Copenhague. La única forma para escapar del frío es a la manera de los osos; poniéndote jerseys hasta que la pelada remita. Un tema nada baladí que explica que unos analizan fríamente y otros son los reyes de la improvisación.

En Dinamarca, cualquier político que defienda la sanidad o la educación pública que use la privada, es rechazado de tal manera que incluso tendría que dejar el país. Nada que ver con los Chaves, Zarrías y Griñán cuyos vástagos han estudiado en centros selectos cuyas matrículas no se las pueden permitir el común de los mortales.

En Dinamarca hay pleno empleo y en Andalucía pleno paro. Lo increíble es que tanto daneses y andaluces están orgullosos de sus respectivos logros en el tema del trabajo, aunque en el reino del esperpento, los únicos que trabajen son los socialistas y sus enchufados. En conclusión, Dinamarca es un país serio aunque en el resto del mundo no tengan ni idea sobre su cultura. Por su parte, Andalucía es conocida en todo el mundo por su flamenco, su participación en la conquista y colonización de América, por sus pintores, sus escritores y sus magníficas playas. Empero, nadie en su sano juicio, de tener que elegir, cambiaría Dinamarca por el reino de las soluciones demoradas. Sé que mis palabras hieren muchas sensibilidades pero yo no vine aquí para hacer amigos, sino para contarles lo que otros callan.

Sergio Calle Llorens


PERIODISMO CIUDADANO

Los blogueros nos hemos convertido en el nuevo poder. El periodismo ciudadano gana adeptos cada día y su independencia, frescura e independencia le está permitiendo conquistar terreno a los medios de comunicación tradicionales. No hubiera sido así de no haber existido Internet y los periodistas hubieran hecho su trabajo de manera independiente.

Con una audiencia cada vez más fragmentada, el ciudadano busca con ansia opiniones alejadas de la corrección política y de los editoriales cocinados. En definitiva hemos ocupado el vacío que nos han ido dejando aquellos que cobran de la publicidad institucional.

Los blogueros nos negamos a ser tratados como un medio más y renegamos de aquellos que se venden por dos maravedíes. La independencia es nuestra carta de presentación. Escribimos con pasión y, como dijo aquel, escribir es meterse en problemas. Yo mismo los he sufrido en forma de amenazas de muerte por grupos de ultraizquierda y de ultraderecha. Incluso he soportado un espionaje por algunos muy cercanos al PSOE de Málaga que ha terminado en una querella para que deje de escribir sobre la hija del farero con menos luces que un barco pirata. Benditos problemas que, lejos de amedrentarme, me empujan a seguir en la brecha.

Hace años los partidos se conformaban con nombrar a un director de su cuerda para controlar ciertas informaciones comprometidas que no debían salir en los diarios. Hoy, en cambio, les basta con alimentar las finanzas de esos medios para moderar la crítica o las revelaciones periodísticas. Por consiguiente, el periodismo ciudadano se nos antoja hoy más que necesario. Una labor primordial que algunos atacan porque les afecta negativamente.

 Las querellas y  las amenazas son las pruebas evidentes de que estamos haciendo un buen trabajo. Cada uno con su estilo personal e intransferible. Unos escriben muy bien y otros nos peleamos a diario por encontrar el adjetivo correcto, pero a todos nos mueve la creación de una sociedad mejor.

Personalmente escribir se ha convertido, al margen de la crítica periodística, en una bendición. Mis textos son publicados por medios digitales y recibo apoyos de una sociedad que se resiste a vivir con unas taras de paro africano y con la corrupción atacando los pilares de nuestra democracia. Todo ello me produce un inmenso placer.

He de reconocer que escribo acorde a una manera de entender la vida y a una filosofía, el amor por la libertad con mayúsculas. No hay nadie detrás de mí, simplemente un servidor que ejerce de periodista ciudadano. A pesar de ello, no han podido conmigo ni los comunistas, ni los nazis, ni los papanatas de María Gámez. Ni siquiera las traiciones han hecho temblar mi pulso. Su  error, dejen que les cuente, es no ver que ante las dificultades me crezco. Y es ahí donde se ve la verdadera valía de un hombre. Si me conocieran de veras, no serían capaces de cruzarse conmigo en un callejón oscuro pasada la media noche. Soy un simple periodista ciudadano, lo reconozco, pero soy muy peligroso.

Dont push your luck, get out of my way

Sergio Calle Llorens



ESPAÑISTÁN

Los individuos se convierten en masa y, éstos a la vez se transforman en turba con todas las taras que eso conlleva. Entre ellas seguir al rebaño sin preguntarse que tiene en la cabeza el pastor o pastores que lo dirigen. Se trata de que el ciudadano piense por sí mismo. Una función que el poder contempla peligrosísima. Para lograrlo, hay que formar desde la base con el objeto de que parte de los futuros votantes se identifiquen con una determinada ideología, especialmente de izquierdas si nos atenemos al caso andaluz.

No reparan en gastos en propaganda oficial y, cuando se les termina el dinero de los demás, acuden a los amigos para que visiten a nuestros escolares en los institutos. Les pongo un ejemplo, en un instituto malagueño un profesor decide que un tal Quero les de una charla a los niños tras proyectar el documental Españistán. Un buen trabajo que se explique realmente bien conceptos como la deuda o la burbuja inmobiliaria. Incluso se toca la ambición desmedida de la banca y la crisis crediticia de los Estados Unidos. Todo en clave de humor con mensajes certeros y directos al grano. La cosa se complica cuando toda la culpa de la crisis actual recae en el gobierno de José María Aznar y, pase más que de puntillas por la responsabilidad del ejecutivo de Rodríguez Zapatero como muy bien apuntaba esta misma semana el ex ministro Solbes.

Como les digo se trata de monopolizar la ideología de los estudiantes. Quieren y, creo que lo consiguen, una identificación con la izquierda andaluza que nos está llevando a la ruina. Habría que recordarles que a los niños no hay que enseñarles a pensar de una determinada manera, sino a pensar. Es la base de la ideología liberal que apuesta por la posibilidad de que los otros puedan estar en lo cierto y uno ser el equivocado. Con este tipo de propaganda lo que se consigue es que los estudiantes no sean nunca ciudadanos libres sino súbditos de una ideología que jamás apuesta por la libertad con mayúsculas.

No le puede extrañar a nadie que hoy en España se confunda a los grupos antifascistas con democracia y destrozar el mobiliario de una universidad pública con un avance hacia la resolución de los conflictos sociales. Incluso todavía hay gente que considera justificado cualquier ataque verbal o físico hacia la derecha. Toda esta perversión empieza en los institutos que, en caso de tener un caldo de cultivo radical en los hogares, puede acabar en algo terrible.

Estoy convencido de que el director del instituto en cuestión no habrá visto nada malo en la proyección del vídeo pues, por supuesto, coincide con su ideología. Es más, con toda seguridad se marcha a casa sintiéndose un gran educador y una excelente criatura. Sin embargo imaginemos el ejemplo contrario; pensemos por un momento en un maestro que decide proyectar un reportaje sobre los ERE en Andalucía, o que verse sobre la corrupción en los sindicatos o el enchufismo del gobierno de la taifa del sur. Y mientras lo imaginamos, pueden estar seguros de que ese profesor seria acusado de manipular a los estudiantes, de facha y, en menos que canta un gallo, se le abriría un expediente en el mejor de los casos y, en el peor se le apartaría de la enseñanza. Faltaría más.

Los profesores de instituto que admiten esta manipulación ideológica deberían reflexionar sobre el fracaso escolar en Andalucía. Décadas en las que todos los informes europeos señalan a la región más pobre de España como la peor en educación de todo el viejo continente. Como tienen mucho tiempo libre por aquello de las huelgas, podrían centrarse en explicar las causas por las que los consejeros y altos cargos de la Junta de Andalucía tienen a sus hijos estudiando en centros privados. Ellos, supuestos defensores de la enseñanza pública, ellos que gobiernan desde los albores de la autonomía. Pero claro eso sería llevar demasiado lejos el pensamiento. Es mucho mejor ir de profe progresista por la vida, con un ejemplar del diario El País bajo el brazo comentando los grandes programas que tiene la Sexta.  Esta actitud  acentúa más si cabe el manto de incultura y desinformación que envuelve a la sociedad andaluza. Esa cobardía explica la causa por la que Andalucía es un régimen donde hasta el más lerdo puede trabajar de profesor emérito. Podría hacer un corto llamado Andalustáin en el que explicaría como hemos llegado aquí, pero no habría instituto en la República Bananera de Andalucía que lo proyectase. Disparar mi arma en un mundo de sordos no tiene demasiado sentido.

Sergio Calle Llorens




EL HOMBRE COMO CRIMINAL

La legislación feminista que nos ha convertido a los hombres en delincuentes peligrosísimos. Ahora gracias al zapaterismo y a los acomplejados del PP, los seres que tenemos colita podemos ser condenados por cualquier asunto menor. Lo de la presunción de inocencia no se aplica al sexo masculino. La legislación establece que somos culpables hasta que no se demuestre lo contrario que, como sabemos bien, es siempre que lo diga una mujer aunque el testimonio sea más falso que un político besuqueando niños.

Lo grave es que con todas las leyes anti-hombres no han podido evitar las muertes de miles de damas a manos de sus asquerosas parejas machistas. Y que exista ese tipo de hombre no es razón suficiente para criminalizar al resto de los señores que, como saben, jamás hemos usado la violencia contra las mujeres. No es de recibo y atenta contra el sentido común, que es el menos común de los sentidos, pensar que todos estamos cortados por el mismo patrón. A día de hoy, en caso de divorcio la mujer se queda prácticamente con todo y el hombre, como no podía ser de otra manera, en la ruina más absoluta. Eso si la susodicha no tiene a bien presentar denuncia falsa y que den con nuestros huesos en la cárcel. Ya les digo, yo estaría dispuesto a no cambiar ni una coma de esas leyes, si con ellas se terminan los asesinatos de señoras maltratadas.

Algo debemos de estar haciendo mal entre todos porque las muertes de mujeres es producto de un fracaso colectivo que, como les digo, no se arregla con la criminalización de los hombres. A día de hoy, cada vez son más los señores que pasados los 40 huyen de las relaciones serias con ellas. A cada minuto crece el número de varones que no está dispuesto a arriesgarse en nuevas aventuras femeninas. A lo máximo, sexo sin compromiso y si te he visto no me acuerdo. Muchas dirán que ese tipo de hombre tiene menos huevos que un flan de sobre, pero no es cuestión de testiculina sino de vivir en paz lejos de los peligros actuales que llevan las relaciones serias.

El propósito de la vida en pareja es la de convertir la potencialidad de la perfección en la actualidad de la misma y,  eso no le sucede a muchos individuos que sufren una dictadura silenciosa a mano de sus parejas sin haber hecho nada malo por merecerla. A día de hoy, se vive mucho mejor solo y sin ataduras de ningún tipo. Al menos eso es lo que siente un crecimiento número de hombres a los que jamás amparará la justicia española que, ni es justicia, ni es nada.

Ser hombre en España hoy es más peligroso que un tiroteo en un ascensor. Basta que discutas con una dama para que te recuerde que en caso de conflicto, lo digo por experiencia,  que un juez siempre la creerá a ella. Por eso mi amigo Andrés jamás contrata a mujeres escarmentado de la vida junto a ellas. Por ello, Albert siempre deja la puerta abierta de la oficina para que todos oigan y vean perfectamente. Por tal causa, José Manuel ha decidido no volver a casarse con mujer alguna aunque pase más hambre que el perro de Chocapic.

Las leyes españolas junto a las concentraciones en los ayuntamientos cada vez que matan a una mujer no sirven absolutamente para nada. Y esos aplausos tras terminar el minuto de silencio, pero qué coño aplauden, son brindis al sol que quedan muy bien a la hora del telediario. Fuera de las reuniones sesudas de las feministas y lejos de las cabezas pensantes de los legisladores, existe una realidad tangible; hay miles de hideputas dispuestos a quitarle la vida a una mujer y, a su vez, existen miles de mujeres que hacen que paguemos justos por pecadores con la ayuda inestimable de una gran parte de la ciudadanía. Una vez la sociedad española yerra el tiro. Ya he perdido la cuenta.

Sergio Calle Llorens


EN HUNGRÍA

Las luces mortecinas de la ciudad se reflejaban en el Danubio mientras mi amigo húngaro y un servidor degustábamos  una delicia local; la Káposzta que es carne envuelta en repollo fermentado. Todo regado con un buen vino de Alsacia. La conversación trascurría por las avenidas de la cultura europea; libros películas y lugares comunes de nuestra existencia. Entonces salió a colación el peligro judío que, según el húngaro, amenaza a su patria. Si Irán vence a Israel en un conflicto bélico, insistía, los hebreos no tendrán otra cosa mejor que hacer que invadir Hungría. “Hay demasiados judíos en mi patria,” me decía ignorando mis orígenes.

Me quedé en silencio recordando que no lejos de donde cenábamos, el 16 de junio de 1944 millares de patriotas húngaros se congregaron en una plaza para quemar libros ante la mirada atenta de los soldados nazis. Kolozsvary, el secretario de Estado sonreía de puro placer ante el espectáculo. Luego llegaron las deportaciones a los campos de concentración y los asesinatos. Aquella infausta jornada cerca de medio millón de libros, 447.627 para ser exactos, ardieron pasto de las llamas. Del número de hebreos asesinados los historiadores no se ponen de acuerdo. Pese a ello, el húngaro trataba de minimizarlo mientras maximizaba el peligro judío actual.

En aquellas mismas jornadas aciagas para la humanidad, un diplomático español salvaba a miles de judíos, sefardíes o no, de la muerte. Una gesta que le valió a Ángel Sanz Briz el título de Justo de la Humanidad otorgado por el Parlamento de Israel en 1991. Fueron 5000 judíos los rescatados por el zaragozano. Número redondo que siempre ha sonado muy bien a mis oídos. 

Cuenta la historia que cuando San Briz se acercó a ver in situ la quema de libros, un ejemplar cayó a sus pies, se trataba del Mishné Torá (La Mano Fuerte) y su autor era el sabio español, de religión judía, Moisés Maimónides.  Tal vez fue una señal para que nuestro compatriota no olvidara a sus hermanos judíos, tan españoles como él mismo.

Seguí escuchando las quejas del húngaro sobre “el pueblo maldito” en Hungría aunque no representan ni un 2% de la población. Estuve tentado de decirle que si los judíos son capaces de dominar todo en su país, y con ese bajo porcentaje de presencia, merecen ser nombrados la raza elegida por Dios. Sin embargo, callé mientras le dejaba decir sandeces en su italiano aprendido en Roma.

No quise sorprender a mi interlocutor con las bondades de La Cabala. Lo dicho; silencio mientras él soltaba su doctorado de odio y destrucción. Sin saber muy bien por qué, a mi mente llegaron reflexiones de mi paisano Ben Gabirol, autor de Fons Vitae que, por cierto, fue considerada una obra cristiana hasta que Tomás de Aquino empezó a atacarla. Luego, como por ensalmo, pensé con tristeza en todos aquellos desgraciados que perdieron la vida e las cámaras de gas de Birkenau, Dachau, Mauthausen; 220.000 húngaros judíos si nos atenemos a los cálculos más aceptados. La noche era bella y Budapest estaba como la primera vez que la visité, enjoyada de dulce niebla. Comenzó a llover levemente y pensé mientras brindábamos que, tal vez, en otro tiempo, aquel tipo húngaro y yo nos habríamos estado matando. Incluso, cabe la posibilidad, de que el profesor de lenguas románicas hubiese colaborado con mi deportación a algún campo de concentración cercano. Vencimos a los nazis, derrotamos a los comunistas pero no podemos relajarnos ni un minuto ante las hordas totalitarias de todo signo, porque algunos, ya ven, sólo quedamos bien frente a un pelotón de fusilamiento o en una cámara de gas.

Sergio Calle Llorens 

lunes, 11 de noviembre de 2013

METROBÚS

La xenoglasia es la facultad que tienen ciertos sujetos de hablar idiomas desconocidos para ellos. El alcalde de Málaga tiene esta capacidad inquietante. Incluso inventa sistemas de transporte nuevos y mezcla términos para referirse a los mismos. Véase metrobús. Es como llamar a una dama, mujer-hombre porque luce bigote.

Para entender la lengua del señor alcalde les remito a una anécdota que me relató un profesor de imagen y sonido de la Universidad del País de Galés en Málaga. Al parecer, éste le presentó al regidor dos proyectos para la remodelación del parque más emblemático de la ciudad. Una hora antes de su presentación, los colaboradores de Francisco de la Torre vieron que el proyecto más complicado sería el elegido por el alcalde que, unido a su biológica tendencia al titubeo, complicarían en el tiempo y el espacio, la ejecución de la restauración. De tal forma que los colaboradores ordenaron al informático destrozar el proyecto complicado y mejorar el que luego se llevaría a cabo. Y en tiempo récord, se obró el milagro. A de la Torre, nunca hay que darle una segunda opción o se perderá por la luna malagueña que brilla en el mediterráneo. Ese fue el error que cometió la Junta cuando llegaron a un acuerdo para extender la red de metro a la zona norte de la capital .Le ofrecieron dos trazados y como no podía ser de otra manera, “Paco el tortuga” terminó rompiendo el acuerdo alcanzado el 27 de septiembre entre Susana Díaz y él mismo.

Bien es cierto que el metro de Málaga ha estado mal planificado, peor ejecutado y ha sido víctima hasta de las ocurrencias de un biólogo que entiende de trenes lo mismo que María Gámez de democracia; NADA. Empero, poner en peligro la financiación del metro por culpa de un capricho final del alcalde, es un lujo que Málaga no puede permitirse perder. Justificar la ocurrencia de de la Torre apelando a la opinión de los vecinos, no tiene fundamento alguno. Entre otras cosas, porque los vecinos no saben nada de metros y la gran mayoría de ellos no ha vivido jamás en una ciudad con tranvía. Ahí están los ejemplos de Barcelona, Lyon, Londres y Zaragoza para que el majarón malagueño deje de comportarse al escuchar el término tranvía como la niña del exorcista cada vez que le echaban agua bendita. El tranvía no es lo ideal, lo reconozco, y todo habríamos preferido que la continuación de la línea 2 del suburbano fuese soterrada como las anteriores pero no hay un duro para hacerlo así. Plantear un metrobús es un auténtico despropósito.

No estoy en contra de que la gente hable pero sí me posiciono en frente de aquellos que hablan sin un mínimo de reflexión. La Junta cedió en el intento de llevar el metro en superficie en La Alameda y, a cambio, extendían la línea 2 hasta el Hospital Civil en un tranvía. Así que el Alcalde debe cumplir su parte y dejar de utilizar el nombre de unos vecinos que, como ocurrió en el centro, estaba en contra de la peatonalización de las calles porque iban a perder dinero y aparcamientos. Ahora ya nadie duda de lo bonito y coqueto que ha quedado todo.

Gobernar teniendo en cuenta a la masa borreguil es algo muy peligroso y dañino para todos. Debe ser el sentido común y la voz de los expertos las que busquen las mejores soluciones para la ciudad y, en ningún caso, bajo ninguna circunstancia, tener en cuenta los rebuznos a destiempo de los vecinos con cara de vinagre.  Calibrar la opinión de esos tarados no nos llevará a ninguna parte que no sea, claro está, la paralización de un medio de transporte llamado a ser el símbolo de la ciudad.
Ya no ha tiempo para comité de expertos, es tiempo de terminar el jodido metro de una puñetera vez. Por eso quiero hoy meterme en la piel del Padre Mancuso y gritarle al diablo que hace hablar lenguas desconocidas a de la Torre SAL Y NO VUELVAS.

Sergio Calle Llorens



GEORGIA

La conocí en invierno con el tañido de las campanas sumergidas en la niebla dándole un toque paranormal a la escena. Salió de la nada y lo embargó todo con sus formas lánguidas y delicadas. En ella, quise ver a una alma gemela, la puerta de Grecia, entre el mundo mediterráneo y la estrechez centroeuropea. Georgia era una rueda que giraba entre los vientos de su rosa y la brisa levantisca de su pasado. Un remanso de paz al que acudir cuando la cosa iba mal, y, que estallaba ante cualquier cosa que la contrariara. Tal vez nos conocimos demasiado tarde o, vaya usted a saber, demasiado pronto.

Ella era la Diosa del vino y yo un humilde degustador de caldos que rompió su primera regla con el sexo femenino, contar la verdad por muy fantasiosa que ésta fuera. Las mujeres, aunque cueste creerlo, nunca ven lo que haces por ellas sino lo que no haces. Y eso fue lo que nunca hice mentirle aunque dejé que creyera que las verdades eran embustes. No tuve valor de hacerle ver su error.

Nuestra relación flotaba entre una ola de mar de la dispersión, y  la nada eterna sin calidad. Juntos escuchamos la canción triste de la patria salada. De querencias de Rock and Roll, se bebía una copa de vino por cada gota de lluvia amarga que caía en su pelo. Amábamos las mismas cosas; amistades de la bahía malagueña, bergantines y jábegas y los discursos lacerados. Fuimos dos considerables desilusiones porque éramos, al margen de la necesidad física, dos seres idénticos que nunca se necesitaron.

La noche en la que nos dijimos hasta luego era muy clara y el cielo era una gasa cubierta por la melancolía, con un resplandor crepuscular y maravilloso. Sin embargo, yo sabía que aquello era un adiós definitivo. Pasaron las hojas del calendario y la vida volvió a situarnos en el mismo espacio pero los dos nos evitamos sin esfuerzo. Creo que detecté odio en sus ojos aunque tal vez fuera mi imaginación traicionada por dos vinos.  Reflexionaba cuando en la mar un rayo de luna perdido se tumbaba sobre la cama deshecha del mar somnoliento y estremecido de fiebre. Tuve una sensación de dolor físico por los momentos que nunca viviremos juntos. Intenté descifrar el lenguaje de las olas que besaban la orilla, pero fue inútil. A lo sumo, supe que ambos nos emocionaríamos ante el espectáculo melancólico de un cielo de color mermelada anaranjado, saturado de vapores azulados. Una visión suficiente para recordar aquella noche en La Odisea donde comenzó todo. Un nombre que describe muy bien los pocos meses en los que fuimos amigos. Hoy, a pesar de todo, deseo que haya escapado del crepúsculo acuoso y moribundo que rodeaba su personaje salido de un cuento al vino.

Sergio Calle Llorens





CANAL NOU

Los trabajadores de Canal Nou perdieron la dignidad al no informar sobre el accidente del Metro de Valencia y, ahora, pierden sus puestos de trabajo. Sus protestas y manifestaciones son música de viento para mis oídos. Sencillamente han sido demasiados años de manipulación informativa de la mano de sus jefes del PP. Dicho de otra manera; a todos los cerdos les llega su San Martín.

Si alguien cree que estoy siendo demasiado duro, que vaya a leer otra cosa o que se ponga una película de Disney. Sin embargo, queda claro que las teles autonómicas son un instrumento de propaganda al servicio del partido en el poder. La vida castiga siempre a quien llega tarde. Y los periodistas de Canal Nou hace tiempo que arribaron tarde al mundo de la información veraz e independiente.

Hay un proverbio ruso que dice que por mucho que retuerzas la cuerda, siempre llegas al extremo. Y eso, aunque no lo sepan los trabajadores de Canal Nou, es lo que le ha pasado a la radio y televisión pública valenciana. Su inmersión  en un océano de bajezas informativas les ha llevado al extremo de ocultar la realidad circundante de la comunidad valenciana. Ahora pagan el precio por haber vendido su alma al diablo. No seré yo quien vierta una lágrima por su destino cruel.

El gobierno de la República Bananera de Andalucía debería tomar buena nota y cerrar su canal para anormales. Un ente que, entre otras cosas, tiene unas pérdidas diarias de 71.000 euros. Un Potosí que podríamos dedicar a políticas de empleo. Sin embargo el bipartito andaluz se negará siempre a cerrar su canal propagandístico que recuerda, aunque duela, al peor nodo franquista de la época con sus folclóricas y sus toreros.

La única diferencia entre Canal Nou y Canal Sur es que la primera servía para fomentar la lengua valenciana y, en Andalucía, el farfullín andalusí todavía no es idioma oficial protegido por ley. Además, la tele andaluza nació para mejorar el nivel cultural de los andaluces y, hoy día apenas una pandilla de descerebrados defiende que el objetivo haya sido cumplido en forma alguna. A Canal Sur, por tanto, sólo le queda la opción de su cierre por muy dolorosa que sea la decisión para sus indignos trabajadores.


La tele andaluza tiene un prestigio tan descolorido como los eslóganes a la gloria del comunismo cubano en las paredes de La Habana. En sus tertulias e informativos se niega la corrupción andaluza y se echan balones fuera mientras hay andaluces que mueren por falta de medios en los hospitales. Andalucía debe seguir el ejemplo valenciano y matar la indignidad de tener un canal abyecto que nos sale por un ojo de la cara. Entre otras cosas, porque siempre es preferible un copista discreto a un genio en mangas de camisa. El cierre de Canal Sur es un plato tan rico que es per a xuplar-se als dits. Tarde o temprano nos lo vamos a comer.

Sergio Calle Llorens

lunes, 4 de noviembre de 2013

HELMET FOR MY PILLOW




Mi casco por almohada es un grandioso y épico poema en prosa contado por un soldado norteamericano llamado Robert Leckie. Su vida como Marine en la campaña del pacífic Una recolección de eventos de un muchacho que, de alguna manera, consiguió sobrevivir. Una historia llevada a la pantalla en la miniserie de HBO The Pacific.

Me estoy bebiendo el libro que, junto a The Old Breed, supone otro testimonio de primera mano del sufrimiento de unos soldados enfrentados al miedo, a la jungla, a la fiereza japonesa en aquel conflicto bélico. En sus páginas uno puedo sentir ese pavor por morir degollado o tiroteado de unos seres humanos que llevan el sacrificio hasta el extremo.

Un homenaje a todos aquellos que dieron la vida por, vaya usted a saber qué. Gente que nunca se consideraba héroes pero que sirvió en compañía de héroes. Encuadrado en la primera división de Marines, Leckie participó en las brutales acciones de Nueva Bretaña, Guadalcanal y Peleliu. Desde las tumultuosas juergas de los días de permiso, conscientes de que puede no haber un mañana, hasta los horrores del combate. No es difícil coincidir con sus meditaciones sobre el sentido de la guerra y de por qué luchar. Barro, sangre, miedo, muerte.

Un acercamiento a la odisea bélica sin una pizca de patrioterismo. Una historia que suelo leer de noche, al abrigo de las sombras. El mejor tiempo para entender por lo que pasaron esos soldados. Voy pasando páginas y no puedo evitar estremecerme ante la narración de Leckie. Le imagino disparando desde su trinchera mientras las bombas estallan a su alrededor y sus compañeros caen  inertes. Muchos de ellos no supieron jamás lo que significa compartir juegos en  la cama con los hijos que nunca tuvieron. Pagaron un alto precio en aquella campaña del Pacífico. 

Degustando cada línea del libro, muy bien escrito por cierto, me voy acercando al corazón de unos chicos que tuvieron la mala fortuna de vivir en el peor de los infiernos posibles. Temo terminarlo demasiado pronto porque tengo el convencimiento de que esos seres de carne hueso; Yardas, Indiana, Leckie  volverán al bosque de los olvidados o, donde quiera que van los héroes de verdad.

Sergio Calle Llorens


COPA INSTITUCIONAL II

Mientras el cielo del sur se curvaba en la noche aterciopelada cuajada de estrellas mi espíritu se agitaba inquieto cuan borracho en la Casa del Guardia que, para no iniciados, es la Capilla Sixtina de Málaga. El templo sagrado del Dios Baco y sus millones de seguidores. Degusté un maravilloso líquido oscuro que corría libre por mi garganta. Iba a pagar la cuenta cuando un mensaje me desmenuzaba la factura de la copa institucional de la UGT en la Feria de Hispalis.

Cantidades abrumadoras, contantes, insultantes para el oído crítico. 1162 jarras de cerveza, 154 refrescos, 167 botellas de manzanilla, 124 jarras de rebujito, 27 botellas de agua y 25 tintos de verano. Eso para ayudar a ingerir las 100 bandejas de canapés, las 150 de jamón ibérico, las 107 de cañas de lomo, las 65 raciones de queso, los 50 platos de gambas-¿de Sevilla?- los 57 platos de tortilla, los 20 de pimientos, los 20 de tomatitos, los 31 de flamenquines, los 20 de olivas, las 102 delicias de bacon,, los 115 solomillos y las 26 croquetas. Todo por el módico precio de 11619 euros.

Y no dimite nadie y la Sexta calla, y Canal Sur se centra en repartir la solidaridad entre los pobres que crea su socialismo aldeano. Esa gente que pone el grito en el cielo con la corrupción ajena. Como podemos observar, los descendientes de los fariseos son legión. Los nuestros lo hacen a sabiendas de que no les pasará nada. Son tan discretos en sus atracos como un elefante verde en una playa de Marbella.


Convendrán conmigo que los sindicalistas tienen, además de un temperamento claramente sádico, un ingenio mordaz y nervios de acero para cometer hurtos de todo tipo. También es de derecho resaltar su desvergüenza a la hora de justificar el desaguisado como una reunión de trabajo. Queda preguntarse quién podría trabajar ciego de gambas y de alcohol. A no ser que seas un socialista bien alimentado por el régimen. Mi madre me dijo que me encontraría en mi vida con individuos de esta calaña, pero no tantos. Visto lo visto, espero que ahora entiendan mi interés en darnos de baja de Andalucía.

Sergio Calle Llorens

TÁRREGA Y OTROS RIDÍCULOS

La mediocridad misma es la negación del sentido del ridículo y, para toparse con ella, no hace falta más que abrir las páginas de cualquier diario. Los andaluces, por poner un ejemplo lleno de patetismo, piensan que utilizar las piernas para caminar es un acto excepcional reservado a su raza de primates. Sin embargo, no andan, sino que van arrastrándose como cucarachas por el suelo. Tienen tanto miedo de mirar hacia arriba, que siguen marcando el paso al son de las políticas infectadas de gonorrea del bipartito. Lo grave es que cuando alguien como Cristina Tarrega les pone delante de un espejo, se enfadan al verse reflejados cuan palurdos cualquiera. En realidad, la valenciana no dijo nada que fuera mentira por más que se hayan molestado en la taifa del sur. En mi opinión, se quedó corta. Lo único que se le puede echar en cara es no haber mencionado la cantidad de problemas que azota a la comunidad corrupta de Valencia, con su PP a la cabeza.

Otro episodio lleno de mediocridad es el del PSOE preguntando en el congreso de los Diputados como afecta la ley de Costas a Guadalajara. Parece que ningún socialista se dio cuenta del hecho fundamental Guadalajara está a más de 300 kilómetros del mar. Pero bueno, si en Sevilla son capaces de decir que el pescado de Triana viene de sus playas, yo estoy dispuesto a aceptar pulpo como animal de compañía.

En Cataluña, CIU pedía ayuda a la Unión Europea para que “la bandera Franquista “de San Andrés que todavía portan algunas unidades de nuestro ejército fuese retirada. Tampoco advirtieron los catalanistas que estamos ante una bandera que viene del tiempo de los Reyes Católicos de la mano de Felipe Hermoso. Y es que la Cruz de Borgoña es un símbolo patrio muy vinculado a nuestra historia. Por cierto, en el Castillo de San Agustín de La Florida sigue ondeando en honor a la herencia española. Chúpate esa Arturito Mas.

Como IU no deja que nadie la supere en ridículos, el diputado Centella acaba de declarar que su formación se sienta especialmente espiada por los americanos. Por supuesto, todos sabemos el gran interés que tiene Obama por conocer de primera mano las asambleas de la cantera de Hugo Chaves en España. Y es que el circo de payasos sin frontera hace estallar en carcajadas hasta al granjero de Wisconsin.

No cabe un tonto más. No hay espacio para palurdo alguno. Están todos aquí copando todos los sectores de la vida política, social y cultural española. A veces, arriba algún cretino con un nuevo proyecto para salvarnos y, faltaría más, es aceptado por la masa estúpida y vociferante que nos domina. No nos puede extrañar que se haga un arte por debajo de Altamira, una política del nivelito de la I república, un cine donde no hablan sino que farfullan, y un periodismo de trinchera. Ante el panorama, lo único que se me ocurre es escapar en compañía de una dama del norte y susurrarle al oído, por si cuela; mi dinero es de los políticos españoles, mis ojos son de mi padre, las orejas de mi madre y el resto, uh cariño, el resto es todo tuyo. Cualquier cosa con tal de escapar de esta pandilla de hispanos.

Sergio Calle Llorens


COPA INSTITUCIONAL I


No creo mucho en el ser humano y, espero, que el ser humano no crea mucho en mí. Consecuencia, imagino, de ser un hombre de muchas dudas y escasas convicciones. Una de mis certezas es que no creo en los sindicatos horizontales de España. Especialmente tras saber que la copa institucional de UGT en la Feria de Sevilla nos costó 58.000 euros a todos los contribuyentes. Incluso, apuntan, a que el sindicato socialista tiene un sistema informático para impedir que los ciudadanos sepamos de qué manera cometen el latrocinio institucionalizado.

Lejos de mejorar la cosa para unión general de trincadotes tras los ERE, las últimas revelaciones señalan que estamos en manos de una panda de atracadores, a cual más gandul. Hasta que no se produzcan dimisiones, hasta que no devuelvan el dinero robado-lo recaudado hasta ahora es calderilla- hasta que no cesen en su empeño criminal, la violencia está más que justificada en Andalucía. Sobre todo si pensamos que ellos deberían estar defendiendo a los trabajadores en vez de hurtarles hasta los presupuestos destinados a la reinserción laboral de los parados.

Hay que acabar con esta pandilla de criminales con querencia por las prostitutas y la cocaína. No es que no haya pan para tanto chorizo, sino que faltan hombres dispuestos a quitarle la presa de las manos a esta gentuza. La paciencia, queridos amigos, se ha agotado. Con 200 valientes como el que aquí suscribe, el Palacio de San Telmo, hace años que habría sido tomado.  


Coda: Ante la violencia que ejerce la Junta, no queda sino batirnos.

Sergio Calle Llorens

LA TERCERA VÍA

Enseñar valores democráticos a los andaluces ha sido uno de los grandes retos de mi existencia. El segundo reto ha sido retratar a una sociedad enferma y atrasada. Al hacerlo, me he ganado enemigos, amenazas y algún que otro mal rato. Todo lo doy por bueno, pues es un placer hacer de cronista de la realidad circundante.

En todos estos años, he podido observar a una derecha primitiva y siempre en posición de fuera de juego. En cuanto a la izquierda, puedo atestiguar que siempre elige la opción que más pueda hacer daño a España. En sus dirigentes habita el resquemor de no haber acabado con Franco. Por eso, se echan en los brazos de cualquiera dispuesto a rematar al estado.

Simpatizaron con los asesinos del ogro de Carrero. Justificaron, y durante muchos años, a los etarras. Echaron la culpa del 11-M a la invasión de Irak pero no se pararon, ni en segundo, a mostrar solidaridad con el gobierno que trataba de luchar contra el islamismo radical. Se alían con el gobierno de Gibraltar cuando se trata de hacer la puñeta a Rajoy o a cualquiera que, por la cara, se atreva a quitarles el poder que es suyo por derecho. Escupen a las victimas del terrorismo vasco llamándoles cerdos fascistas.

En realidad, a la izquierda le importa un comino la democracia y, mucho menos España. Su misión es destruirla, ahora pactando con los nacionalistas catalanes o con los hijos de la secta de Mahoma. Lo suyo es reescribir la historia, terminar con la nación nacida al abrigo de la romanización y el cristianismo.

Cualquiera que se les oponga en su siniestro camino, será señalado por sus gurús televisivos de la Sexta y de otros medios afines. Su ADN totalitario aboga por una destrucción simple y efectiva del enemigo ideológico. Y ahí, queridos amigos, es donde radica el problema, porque hoy, como entonces, hay una España que se resigna a morir y que tiene las mismas ganas locas de despellejar al enemigo. Y cuanto antes mejor.

La única opción posible que nos queda es la de un partido de tercera vía. Una agrupación que bien podría ser la de Albert Rivera que defiende la igualdad de todos los españoles,  aspiración suprema, sin importar el lugar de origen. Una doctrina liberal reformadora al servicio de los ciudadanos y no de la casta política que nos lleva al matadero de las dos Españas. Así que pido el voto para su formación en las próximas elecciones. De paso, sugiero una intervención divina en el asunto, aunque sé que Dios no habla mucho, infinidad de mujeres han dicho su nombre gracias a mí. Sólo por eso, debería ayudarme.



SILENCIO

La Junta no sabe a cuantos médicos ha contratado el SAS. Tampoco tiene muy claro cuando abrirá metro Málaga y, mucho menos, el día en el que comenzará el curso en La Cónsula. En realidad, no tienen ni puñetera idea de nada. Están ahí por ser miembros de una organización criminal conocida en el pasado como La Garduña y, convertida al socialismo andaluz. Pandilla de cretinos que no sabe hacer la o con un canuto. Así cada proyecto, cada fecha es siempre rebasada por unas gotas de realidad. Lo único claro es que a Andalucía ya la superan muchos países africanos.

Si los políticos son rematadamente malos y peligrosos, los periodistas del régimen no le van a la zaga y, continúan culpando del atraso al Generalísimo. A veces, me pregunto qué habría sido de todos ellos sin Franco. Ellos que estudiaron con becas del franquismo y que, tras aprovecharse de ello, han colocado a sus vástagos en puestos de relevancia a pesar de su la idiocia de todos ellos. Con el dictador vivieron muy bien, y lo siguen haciendo en su nombre. Aplican los valores culturales del Nodo trasplantados a su abyecto canal sur. El movimiento es apoyado por una masa ingente que responde a ese franquismo ideológico que siempre ha gobernado la taifa del sur.

Tres décadas de autogobierno no han supuesto ningún cambio entre los terratenientes andaluces cuyo pacto, hay que decirlo, con los descamisados socialistas que vienen del franquismo, les permite seguir gobernando la tierra de María Santísima. Nos hablan de educación pública pero sus hijos están en la privada. Nos comentan lo ideal de apoyar la sanidad pública pero sus señorías acuden a la privada. Dan mítines sobre la justicia social y el igualitarismo, pero si no perteneces a la Garduña, no podrás trabajar ni de revisor en el suburbano malagueño. Todo es un cuento chino. Nada es lo que parece. Nadie hace lo debido. Ninguno cree ya en el mañana bajo el paraguas de la República Bananera de Andalucía.

Hay que salvar a los andaluces de ellos mismos. Cerrar sus estúpidas sedes de autogobierno. Ponerle un candado a su televisión. Impedir que se manifiesten públicamente por nada. Alejarlos del poder y, luego, si es menester, formarlos como ciudadanos libres. A veces, es necesario acabar con los gusanos para que el árbol florezca. No tengo nada más que decir de Andalucía. Por hoy.

Sergio Calle Llorens







LAS CALENTONAS DE CANAL SUR

Me parece estupendo que las señoras de edad avanzada tengan ganas de darse una alegría en la entrepierna. Están en su derecho y, tras años de fatigas, es de recibo que sueñen con cosquillas. Incluso, algunas llevan tantas décadas sin pillar carne, que de conseguir la jodienda, podrán decir que la experiencia ha sido como la primera vez que le sacaron un diente; que duele al principio pero que luego no quiere que se la saquen de ninguna de las maneras. Por lo tanto, soy el primero en apoyar sus deseos lujuriosos. No obstante, la cuestión es si deben encontrar pareja a través de un canal público como Canal Sur. Dicho de otra manera, hemos de encontrarle sentido a que el ente público use nuestro dinero en que el personal, algo añejo, ligue.

Ver a Juan Imedio con su verborrea simpática sacando lo peor de cada casa. Comprobar el bajo nivel cultural de esas señoras y sus desagradables chascarrillos. Asombrarse por el machismo y las taras mentales de los señores cuyo único objetivo parece ser mojar y que le limpien la casa. Todo apunta a una manera estúpida de gastar nuestro dinero cuando en Málaga los estudiantes de La Cónsula siguen dando clases en los aparcamientos. Como vemos, Susana Díaz sigue con la tradición de no cumplir con las promesas. Algo habitual entre los primates de la secta del capullo. Y hablando de capullos, deberían saber estas señoras que succionarlos es un asunto sencillo. Basta con bajar al parque, mover las caderas y algo de coqueteo. Les saldrán novios en cada esquina. Sepan que los andaluces están bastante necesitados de carne, lo de fresca a estas alturas, no es relevante.


Hay viajes del Inserso, manifestaciones pagadas de los sindicatos, hogares del jubilado, playas malagueñas, romerías a cual más chabacana, grupos de baile, tertulias de poesía. En verdad, basta con una vista a cualquiera de esos lugares para que la cosa termine en penetración segura y, por muchos años. No es de recibo que encima, ustedes perdonen, les paguemos su aparición en el servicio matrimonial y de citas de Canal Sur, cuando ya nos hacemos cargo de todo lo demás. Entiendo que no existe demasiada vida inteligente entre esas señoras ridículas y palanganeras que exponen sus deseos en la caja tonta, su casa, pero alguien debería advertirles de que con su participación, unos cuantos listos se llevan la pasta y, con ello, se impide que sus nietos tengan una educación andaluza de calidad. Mucho me temo que es tal la calentura de estas señoras, que no atenderán a razones. La pela es la pela catalana se traduce al andaluz como la polla es la polla. Precisamente lo que es la Cofradía de la fiebre uterina.

Sergio Calle Llorens