lunes, 8 de febrero de 2021

¡El NIÑO PINTOR DE MÁLAGA!

 



Es uno de los casos que más ríos de tinta han hecho correr en la vieja España. Una desaparición llena de medias verdades,  de rumores infundados y de pistas falsas. Incluso se habla de la participación de una conocida médium local. A día de hoy el caso está cerrado, y el paradero de David Guerrero Guevara sigue siendo una incógnita. Empero, ha llegado el momento de descodificar el caso del niño pintor. Un trabajo basado en las confesiones del excelente policía Juan Antonio O´Donnell. El agente que más veces ha leído el sumario oficial del caso.  Un hombre cuya hoja de servicios es tan brillante como el sol que ilumina nuestros pasos en la atardecida.  

La pista suiza

La única pista que encontraron los investigadores fue la confesión de la trabajadora de un hotel situado en el este de la capital malagueña. Ésta afirmaba haber hallado una nota con la dirección del niño pintor en la habitación de un cliente: el suizo cuyas iniciales son R.E. La misma mujer había intentado denunciar esta situación a la policía tres años antes, pero, siempre según su propia confesión, el director del establecimiento hotelero se negó en redondo argumentando que daría muy mala fama al establecimiento. Había pasado mucho tiempo, pero recordaba que un día después de haber visto la citada nota, se la encontró en la papelera hecha pedazos. Sólo habían pasado veinticuatro horas de la desaparición de David.  La policía, obviamente, centró sus investigaciones en él. No tardaron mucho en descubrir que el suizo viajaba con frecuencia a Marruecos, y decidieron investigar sobre el terreno. El problema fue que los marroquíes pararon todas las pesquisas de la policía española. Al menos sacaron en claro que el ciudadano suizo se encontraba en Interlaken tras detener al hijo - J.P.E- el 2 de agosto de 1992. Al llegar a Suiza,  con una orden de interpol- comisión rogatoria del 6 de agosto-, supieron que el sospechoso había muerto. Su viuda- ya divorciada de él- permitió que los españoles realizaran un registro en el que encontraron cientos de fotografías de niños. Ninguna de David Guerrero.  Es justo reconocer que tampoco hallaron material pedófilo. 

Reconstrucción

Se desprende del sumario que el  suizo había contactado  con el niño pintor en la calle. Al parecer se había ganado su confianza tras hacerle unas inocentes fotografías. Fue David Guerrero el que le había facilitado la dirección de su domicilio. Los investigadores del caso siempre sospecharon de este hombre porque, teniendo una casa en propiedad en la localidad malagueña de Rincón de la Victoria, se hospedaba en un hotel. Así que sabiendo donde vivía el niño, se presentó allí la tarde de autos, y al verlo en el paseo se ofreció a llevarlo a su destino en su BMW. Por eso nadie lo vio subir al autobús aquel día en el que S. M.  la Reina Doña Sofía estaba en Málaga para la reinauguración del teatro Cervantes. 

La policía sostiene que el chico no llegó ni a la peña del Cenachero, ni a la galería la Maison, situada en el ensanche de la ciudad- hoy Soho- a escasos metros del puerto de la capital de la Costa del Sol. Descubrieron también que el suizo tenía un barco- en realidad estaba a nombre de su hijo. fondeado en la bahía de Málaga. Estaban convencidos de que este hombre era el responsable de su desaparición. Por eso llegaron a detener al hijo para investigarlo, pero, desgraciadamente, no pudieron  sacarle ninguna confesión, dejándolo en libertad tras trascurrir el tiempo preceptivo por ley. De sus declaraciones destacamos la que hizo sobre su progenitor:

 "Mi padre era un esteta, alguien que buscaba la belleza a través de la fotografía, y estaba completamente abducido por la belleza de los niños. 

Diferentes fuentes consultadas lo califican de "pederasta pasivo". A favor de esta tesis está el hecho de que el suizo jamás fue arrestado, ni siquiera vinculado, con casos de abusos de menores. Así que los agentes se movieron en el terreno de la especulación para establecer que el helvético llevó al niño a algún lugar, tal vez al propio barco, y bien porque el niño se asustó, o porque el sospechoso trató de impedir sus huida, David Guerrero se golpeó de forma involuntaria o fue golpeado.  Tras su muerte, el suizo no tuvo más remedio que hacerlo desaparecer en la mar.  

¿Una médium?

Otro punto interesante es la supuesta participación de videntes que habrían ayudado a la policía en el caso. He de decir que me entrevisté personalmente con Celeste, una médium que estuvo presente en la investigación del poltergeist más famoso de España-  el caso de Plaza y Janés de calle Císter en Málaga- Ella manifestó haber colaborado con los investigadores en el intento de arrojar luz en la desaparición de David Guerrero. Afirmaba haber visto  al suizo en una de sus visiones antes de que nadie supiese nada del mismo. Sin embargo, en el sumario policial no aparece ni una mención acerca de la participación de ninguna vidente. Sólo se me ocurre pensar que Celeste colaborase a titulo particular con algún investigador que le hubiese pedido su ayuda. A O´Donnell no le consta.  

Conclusiones

Las nuevas pistas- incluida la del dibujo del suizo que llegó a casa de su amiga del colegio-  son tan débiles que la justicia se ha negado a reabrir el caso. Todos los miembros de la peña el Cenachero fueron investigados, y sus teléfonos pinchados. No hay vinculación entre ellos y la desaparición del niño. Tampoco existe ninguna trama policial o judicial, como algunos han querido apuntar, para encubrir a un supuesto grupo de pedófilos del barrio de la Trinidad. 

El tal Gervasio sólo ha existido en la imaginación de aquellos que han querido mantener el caso en el candelero. Es evidente que el crimen perfecto no existe sino una mala investigación. Sin embargo, hemos de ponernos en las circunstancias tan extraordinarias del caso para comprender el fracaso policial tras no haber aportado la pista clave la trabajadora del hotel. Una mujer que hoy tiene unos 80 años. 

 Hubo errores de bulto por parte de los agentes como, por ejemplo, la detención del hijo del suizo en vez de haberle pinchado el teléfono para conocer si estaba involucrado en el caso o, si al menos, conocía lo que había hecho su padre con el niño pintor.  También es destacable que el grupo de homicidios de Málaga- el encargado de la investigación-  tenía un 90 por ciento de casos resueltos.  El mejor de toda España.  De hecho, aunque nadie parezca acordarse, fue el que detuvo, y en tan sólo en once días, a los secuestradores de Melodie Nakashian. No haber resuelto el caso de David Guerrero es una mancha indeleble en la hoja de servicios de estos agentes de la ley. Por eso no es difícil llegar a la conclusión de que si hubiese alguna posibilidad de que el caso pudiese resolverse, ellos serían los primeros interesados, al margen de la familia como es lógico, en que así fuese.  

En un mundo en el que todos buscan respuestas, le más pertinente, en mi opinión, es hacerse las preguntas adecuadas. En este caso sería la siguiente: ¿A quién le interesa seguir manteniendo esto en el candelero? Pues en la pregunta hallarán la respuesta. El caso está cerrado. 

 Sergio Calle Llorens

 

 


viernes, 5 de febrero de 2021

¡SILENCIO EN BENAJARAFE!

 



 

Silencio sobrevenido. Silencio rotundo que parece haber roto las costuras de los más alegres.  Los miles de aplausos que apagaban los lloros en los balcones pasaron a mejor vida. Ya no se ven a policías danzarines haciendo el chorra, pero se huele el miedo uniformado del color de la noche que cabalga a lomos de un carruaje siniestro. Vamos por la tercera ola y ningún surfista sabe cómo dominarla a pesar de las vacunas, De momento nadie parece haber sacado la de la estupidez. Me temo lo peor.

Silencio se rueda y siguen sin rodar cabezas por la incompetencia gubernamental. La noche, de cualquier manera, huele a tomillo y la mar sigue susurrando secretos. Miro a levante para imaginar las playas de Benajarafe cuyas arenas guardan mi corazón doliente. Jean de Bruyer tenía razón: el necio es un autómata. Una máquina movida por un resorte. Fuerzas naturales le hacen moverse y dar vueltas, siempre al mismo paso y sin detenerse. Jamás entra en contradicción consigo mismo. Quien le ha visto una vez le ha visto siempre. En verdad siempre hay una mayoría de necios incapaces de distinguir que la existencia sin libertad no vale la pena vivirse porque, sencillamente, no es vida. Es contrario a las buenas costumbres hacer callar a un necio, pero es una crueldad dejarle seguir hablando. Por eso se me hace encantador el silencio con la luna bañando el mediterráneo con sus rayos de plata.

La madrugada como refugio. La oscuridad como aliada contra ese ejército de pánfilos que sigue sin conocer que este mar ofrece todas las respuestas en un mundo en el que, tal vez, lo ideal es hacerse las preguntas pertinentes. Una nueva ola llega a la orilla para contarnos que vivir de espaldas al mar siempre trae consecuencias nefastas. Y es que el que no reconoce las sabidurías de estas aguas es un necio también.

Sergio Calle Llorens