domingo, 31 de enero de 2021

¡FRIGILIANA|

 



 

En este balcón, que se alza orgulloso sobre la mar salada, me tomo un vermut malagueño. He llegado encima de mi motocicleta. El aire de la tarde es húmedo y la mar se presenta algo agitada. Frigiliana, para no iniciados, se encuentra a los pies de la Sierra de Almijara y se asoma al Mediterráneo como un hombre a un escote que esconde unos buenos pechos generosos. Un pueblo blanco que queda a tres vinos Moscatel de Nerja. Un rincón idílico para artistas que esconden sus vidas pretéritas a la espera de un golpe de suerte que, mientras llega, pueden decir que la fortuna es caminar cada día por sus calles empedradas.  Yo suelo hacerlo cuando la tarde busca la noche. Mi rincón favorito es la zona del Barribarto que desprende el encanto de un primer beso. Labios ajenos a las bocas de los vecinos que intercambian opiniones a las puertas de sus bellas casas encaladas. 

Mis pasos siempre me llevan por el mismo recorrido: el Palacio de los Condes de Frigiliana, llamado el ingenio por los lugareños, que es la sede de la fábrica de la miel de caña de Nuestra Señora del Carmen, la única en Europa que elabora este producto de forma artesanal y  tradicional, la iglesia de San Antonio de Padua, al que se llega ascendiendo por la Calle Real, un templo de estilo renacentista que cuenta en su interior con tres naves de madera, hasta llegar a la Fuente Nueva, del siglo XXII, y la Ermita del Ecce Homo.  Lo mejor de mi passeggiata es cuando llegó al coqueto jardín botánico para empaparme de los efluvios de las plantas que tan importantes han sido para los de esta comarca: el tomillo y el romero, el olivo y la caña de azúcar.  Y cuando todo queda iluminado por la luz de los farolillos, Frigiliana queda sumergida bajo un sutil encantamiento en el que el silencio se adueña de todos sus rincones, y a un servidor se le escapa un suspiro propio de un alma enamorada. De pronto, veo subir a una anciana cargada de bolsas por la calle empinada, y sin perder el resuello me dice.

-         ¿Le apetece un choto frito?

-         Hecho- respondo satisfecho.

-         Pues en el restaurante de mi niña lo preparan mejor que en ningún sitio.

Luego me da las señas del mismo y yo me quedo con esa cara de oriundo panoli que trata de disimular la turbación. Ella, que se hace cargo del asunto, me dedica un guiño malicioso antes de seguir subiendo por la calle empedrada con la misma energía y velocidad que suelen tener las muchachas de veinte años. Esas que en la plazoleta del pueblo competían por hacerse el mejor selfie de la temporada. Frigiliana siempre depara sorpresas.

Sergio Calle Llorens

 


miércoles, 27 de enero de 2021

¡UN POLACO EN LA CORTE DE SUSANA DÍAZ!

 





Sigo pensando que un buen malagueño debe siempre miccionar mirando al Palacio de San Telmo. Da igual quien gobierne.  Pero, bien pensado, no deja de tener su gracia que por allí señoree Moreno Bonilla, boquerón aunque nacido en Cataluña. Un hecho que sigue levantando ampollas en la capital de la taifa del sur. Si esto fuera una novela yo la titularía “Un polaco en la corte de Susana Díaz”.  En verdad les está resultando difícil ser gobernados por uno que viene de la provincia más rebelde, hoy motor económico de la autonomía, a la que quitaron la cuenca mediterránea, y a la que intentaron contentar con un edificio con aluminosis a cuenta de la deuda histórica. Volviendo la vista atrás  es imposible olvidar tanto agravio con ese Chaves a la cabeza- hoy condenado por los ERE junto a su compinche Griñán- diciendo aquello de “por lo visto no vine” cuando le preguntaron por su ausencia tras un grave ataque terrorista perpetrado en la capital de la Costa del Sol por “los hombres de paz” que hoy apoyan al gobierno de Sánchez. En otras palabras; Málaga hizo un pésimo negocio uniéndose al proyecto andaluz por el que puso, no sólo el talento que la llevó a ser la segunda ciudad industrial de España, sino hasta los muertos. 

Sin embargo, creo que es momento de romper una lanza en favor de la killer de Triana”. No, no es que me guste, pero deberíamos mostrar cierta empatía por la mujer cuyo gobierno terminó de destrozar la sanidad andaluza. Intentemos, ya les digo, caminar una milla en sus zapatos, que cantaba Elvis Presley, para entender que ella no quiera salir de la política. Recordemos que el propio Griñán tuvo que convencerla para que leyera algo. De hecho, le llegó a escribir una lista de lecturas obligadas. Que lo hiciera es harina de otro costal. Que aprendiera algo, a vista de los resultados, es difícil de creer. Por eso la entiendo tan bien. Por eso se me antoja imposible imaginarla fuera de las conspiraciones que la llevaron al poder, las mismas que ahora la quieren apartar de la candidatura socialista a la Junta de Andalucía.  Susana, sencillamente, no ha hecho otra cosa en su puñetera vida que medrar en la secta del capullo. Además, no tiene oficio al que volver, ni beneficia a nadie su presencia en la arena política, y ya huele peor que la novia cadáver. Siendo justos sólo se me ocurren algunos posibles destinos para la señora Díaz tras su marcha: modelo para  anuncios en televisión de comida de caballos, formar un dúo con Spiriman al más estilo Pimpinela, o tertuliana en Cuarto Milenio para explicar el espeluznante caso de bilocación de su esposo que impartió más de cien cursos en diferentes ciudades y al mismo tiempo. ¿Usted por cuál se decanta?

Sergio Calle Llorens 


lunes, 25 de enero de 2021

¡MARBELLA!

 


 


Marbella es la perla de Málaga. Nuestro Mónaco sureño, si la miramos bien, ha quedado suspendida entre autovías creando el efecto óptico de ser una isla. A Marbella no la entienden más que los marbelleros que, a diferencia de los marbellíes, son los naturales que sí nacieron en el municipio que es el único de España con más de 150.000 habitantes que no está conectado por tren.

Marbella es una ciudad donde encontraron refugio los actores de Hollywood, los famosos y los jeques árabes. Lugar cinematográfico cuyo encanto reside, como en una película de John Ford, en la acción y poco en los diálogos de los turistas. El mensaje es evidente:

-         Enjoy the silence, morons.

En este pueblo nadie entiende que los actores no actúan con la boca sino con los ojos. Igual que hacía Marilyn Monroe o Montgomery Cliff. Y esos ojos, al menos los de los lugareños, dicen que todos tienen una historia, pero la mayor parte de ellas no es interesante para nadie, por más que se empeñen los recién llegados en conocer los arcanos de la preciosa localidad cuyo lujo no enmascara la normalidad habitual entre sus pobladores.

Marbella es una torre de babel que, al igual que la capital malagueña, fue ciudad industrial que reinventó más tarde Don José Banus pero nunca, o casi nunca, tuvo ínfulas de pueblo de pescadores. Uno de ellos, por cierto, me llevó a conocer hace muchos años el cordón de dunas fósil de Artola. Veinte kilómetros de dunas que son consideradas Monumento Nacional y que abriga a la Playa de Cabopino en la que en algunas zonas se puede practicar el nudismo. Y yo, que desnudo gano mucho, tuesto mi cuerpo bajo el sol dorado en las aguas tranquilas, casi quietas, que bañan estas orillas. La naturaleza, y no sólo lo digo por la vegetación que rodea el enclave, ha sido generosa.  Marbella: sueño de verano que muere en otoños lánguidos. Entonces, y sólo entonces, las luces, como en esas películas que amamos los cinéfilos, se apagan hasta que el director mande colocar en sus puestos a los figurantes de esta película que se llama Marbella.

Sergio Calle Llorens


sábado, 23 de enero de 2021

¡HE GANADO!

 



 Aprendí de Robert Louis Stevenson que no se debe juzgar el día por la cosecha que has recogido, sino por las semillas que has plantado.  Las mías han sufrido de fiebre polémica porque en el fondo todo buen liberal es un gran agitador. Yo lo he sido y estoy orgulloso de ello. Mirando hacia atrás no puedo más que sentir alegría por todo lo vivido.  He hecho sumas y restas y ya tengo elegido hasta mi epitafio:  I was born when she kissed me. I died when she left me. I lived a few weeks while she loved me.

 Mi lucha quijotesca contra la injusticia dominante tiene el aroma del vino librepensador que tanto bebemos a esta orilla del Mediterráneo.  Mis silencios efectistas, el latigazo silbante del insólito adjetivo que riegan las páginas de mis novelas me han dado la libertad que anhelaba. Soltar lastre para volar. Romper la cuerda que mantenía mi nave amarrada al noray de un puerto llamado pretérito. Las semillas, sencillamente, han dado sus frutos; soy libre para encarar los últimos años de mi vida. Ya nadie podrá detenerme. Ya se han apagado los ecos de las trompetas de Jericó con su moral trasnochada.  Ahora sigo el anhelo de Goethe de ir siempre desde lo oscuro hasta lo claro, lo que Ortega y Gasset llamaba la voluntad luciferina. Es curioso, pero  una inmensa mayoría ha tratado de brillar intentando apagar mi luz.  Espero que sepan perdonarse porque ya tienen suficiente condena de ser como son.

Todo esto ha pasado porque la pandemia llegó en el momento justo. El tiempo perfecto para reflexionar sobre mi vida y tomar las decisiones correctas. Muchas han sido dolorosas; como la de alejar de mi vida, y para siempre, a personas a las que quería. Empero, no pueden acompañarme al puerto al que me dirijo. Mi espíritu libertario se ha impuesto a su odio liberticida que muere en mi playa. No es que los que me querían mal hayan perdido, es que yo he ganado.

Sergio Calle Llorens


jueves, 21 de enero de 2021

¡ALCOYANO!


¿Su marido falla más en la cama que Vinicius de cara al gol? ¿Mi picha es una dicha y la de su amante una desdicha? ¿Su novio no sabe que la lengua sirve para algo más que para hablar? ¿Su hija se ha echado un novio del Real Madrid que se parece a Roncero? ¿Su cuñado se ha hecho rociero y no para de torturarle con sus estúpidos cantes? ¿Está convencido de que el día del subnormal se celebraba en honor a su suegra?  No se preocupe. Sólo piense en el estrepitoso ridículo protagonizado por el equipo de Zidane en la copa.  Parece que setenta años después, los de Alcoy han vuelto a humillar al club blanco que, ojito al dato,  ha ganado tres de las últimas treinta ediciones de la Copa del Rey.

Sí, el Alcoyano ha logrado la hazaña de humillar al equipo más favorecido por el VAR y, como no podía ser de otra manera, los árbitros españoles están de luto, y la mayoría de los periodistas deportivos, por no escribir todos, van camino del psiquiatra. Encima la eliminación de los merengones ocurrió en la prórroga cuando los alicantinos competían con un jugador menos, y con un guardameta de más de cuarenta primaveras. El chiste se cuenta solo.

En verdad, a la escuadra de Florentino le quitas las ayudas arbitrales y se queda el equipo de casados de Guarroman que, por cierto, quedó penúltimo en la liga provincial.  Dos desastres deportivos han sufrido los blancos en una semana. No sé qué encuesta encargarán los chicos de Teledeporte para animar a su humillada tropa, pero una cosa es bien cierta; el Real Madrid es el peor club de España si nos atenemos a sus éxitos deportivos en relación a las ayudas que reciben desde todos los estamentos oficiales. Dicho de otra manera, poco ganan para los favores que reciben.

La victoria del Alcoyano no sólo se cimentó en la prestigiosa moral de su gente, sino también en la turbia moral de un equipo que parece usar todos los recursos de la mafia de Chicago.  En esta ocasión no les ha servido y ganaron los buenos. Mi abuelo Antón, que por cierto era de Alcoy, sonríe en el cielo.

¡Moltes gracies i Visca Alcoi!

Sergio Calle Llorens

 

lunes, 11 de enero de 2021

¿SÍ O NO?

 



Los seguidores de Trump asaltando el Capitolio me recuerdan a los personajes de la matanza de Texas. En cambio, no estoy seguro de si Biden va a ser proclamado presidente de los Estados Unidos o, por el contrario, está a un paso de ser embalsamado.  Creo que Donald podría haber ganado la reelección de no haber sido por la pandemia que azota al mundo. Y es que, a pesar de todo, el país de las barras y estrellas había alcanzado la tasa más baja de desempleo en muchas décadas. Joe, cuyo nombre  nos indica claramente sus intenciones, será un gran presidente porque, estando gagá como está, será mucho más fácil manipularle. En cualquier caso, siempre me he manifestado en contra de rodear o asaltar parlamentos elegidos democráticamente. Y da igual que los que protestan contra unas elecciones democráticas sean los de Podemos, supremacistas blancos o socialistas andaluzas al ritmo de las insoportables sevillanas. A un servidor les parecen todos los mismos perros con distinto collar.

Hay personas a las que les parece bien prohibir que las azafatas de la Formula 1 luzcan palmito y, hasta aplauden al recordar  que estas bellezas hayan perdido sus trabajos. Pero a esta misma gente les parece maravilloso que Cristina Pedroche salga desnuda posando en la nieve para sus miles de seguidores en Instagram. A mí, ya lo saben los que me conocen, me encanta ver a mujeres ligeritas de ropa. Me es indiferente que sean señoritas de pechos nutricios junto a coches rapidísimos, o la chica de Vallecas con una zanahoria en el culo.  No seré yo quien critique la generosa exhibición del cuerpo femenino al que admiro tanto.

Los medios de comunicación se declaran contrarios al racismo. De hecho, cualquier ataque racista a manos de cualquier jubilado en el metro es mostrado en televisión hasta la saciedad. Empero, la mayoría de los que editan las noticias calla si el ataque viene de boca de un alto cargo socialista del Ayuntamiento de Sevilla; ¿Pero tú sabes quien soy yo, Machupichu? Personalmente ambas cosas me parecen igual de impresentables.

Estaría bien que usted, querido lector, decidiera de una vez si está a favor o en contra de las prácticas aquí aludidas. Es momento de tomar partido por la lilbertad. Es la hora ideal para alejar el hueso del sectarismo. No puede ser que su opinión oscile en función de la veleta ideológica.  Mañana es un buen día para abandonar el fanatismo y abrazar el liberalismo que, como no me canso de repetir, es aquella corriente ideológica que piensa que el contrario puede estar en lo cierto y uno ser el equivocado. 

Querido idiota, un escrache es un escrache y da igual a quien se le haga. No es tan difícil entenderlo. Haga un esfuerzo. ¿Estamos de acuerdo? ¿Sí o no? Decida.

¡Vayamos juntos a buscar la verdad o váyase concretamente a la mismísima mierda!

Sergio Calle Llorens