miércoles, 28 de mayo de 2014

IN AMERICA WE TRUST


Ya saben que el miedo llama a la puerta, la fe la abre pero no hay nadie. Sin embargo, en la vieja Europa ya no queda ni fe, ni mucho menos, sitio para la esperanza y el valor. Únicamente hay espacio para que cabalguen los jinetes más extremistas a la derecha y a la siniestra.  De Le Pen pasando por el partido del pueblo danés y terminando por Pablito Iglesias. Sin olvidarnos, claro está, de ese partido británico con fobia a Europa. Los viejos fantasmas del fascismo y el comunismo vuelven a sobrevolarnos.

Por eso es bueno recordar a aquellos que lucharon por nuestra libertad. Y entonces, nuestros ojos se vuelven hacia esos soldados norteamericanos que murieron en las playas de Normandía. Imposible no rememorar a Benjamin Vandervoort de la 22 División americana que luchó durante 40 días con el tobillo roto. Imperdonable no mencionar al heroico General de Brigada Norman Cota, ayudante del Comandante de la 29 División, quien, prescindiendo del intenso fuego enemigo, caminó tranquilamente arriba y debajo de la playa Omaha, y dirigió el avance de la 29ª División en el día D que, como saben, fue el principio del final de Hitler.

Y afirmo que es bueno recordarles porque fueron los norteamericanos los que acabaron con los nazis.  Ni franceses, ni británicos podían llevar a cabo la hazaña. También fueron los descendientes de George Washington los que impidieron que la garra comunista extendiera por toda Europa sus campos de concentración al aire libre. También mucho más reciente, los europeos fueron incapaces de poner fin a la guerra de Yugoslavia. Recordemos como los francotiradores serbios se divertían matando a la gente en Sarajevo y, como no podía ser de otra manera, el cretino de Javier Solana afirmaba que las conversaciones de paz  iban por buen camino. Esas imágenes que no despertaron acción alguna en el  telespectador europeo, fueron la llama que impulsó a Bill Clinton a dar un ultimátum a la vieja Europa.; “Si en 48 horas, no han terminado con las masacres, intervendremos nosotros”. Pasado ese tiempo, la VI Flota de los Estados Unidos de América puso rumbo al adriático para bombardear los puestos serbios en Pale. En dos semanas, la guerra de la antigua Yugoslavia se había terminado para siempre. Más recientemente, a la patética opinión pública europea le daba igual que el régimen sirio estuviese matando civiles y, sólo cuando los norteamericanos amenazaron con intervenir, comenzaron a manifestarse en las embajadas americanas contra Obama y su posible intervención. Patetismo absoluto.

Al europeo le gusta sentirse superior al norteamericano pero luego, cuando las cosas se ponen realmente feas, suplica que el amigo del otro lado del atlántico pase por nuestra casa a solventarnos la papeleta. Es tal la indecente la cobardía europea de los Cameron, Hollande, Merkel y compañía, que cuesta creer que todavía haya gente dispuesta a mirar a los yanquis con aires de superioridad. De ponerse las coas feas, volverán a salvarnos el trasero. 

Por eso en esta noche junto al mediterráneo que parece sacada de un  grabado de Salvador Dalí, es buen momento para volver a gritar aquello de :In America We trust.  Y a la Unión Europea que le vayan dando morcillas, en kilos o en libras.


Sergio Calle Llorens

2 comentarios:

  1. Sin perjuicio del valor que desplegaran los combatientes de Estados Unos, no fueron los norteamericanos los que acabaron con los nazis por mucho que se empeñen en Hollywood en demostrar tal cosa. Fueron los soviéticos le pese a quien le pese, puesto que cuando británicos y yanquis desembarcaron ya quedaba menos de un año de guerra y los nazis estaban derrotados por el pueblo de la Unión Soviética. Basta de manipulaciones de la historia.

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    1. Los soviéticos hicieron su parte pero Stalin pactó con Hitler y los norteamericanos no. EStados Unidos salvó a Europa y puso pie en pared frente al peligro de la dictadura del proletariado a la que venció después. Y eso es lo que estamos celebrando hoy; 25 años de la caida del muro de la vergüenza y de la muerte del comunismo criminal.

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