jueves, 28 de noviembre de 2024

¡PARAÍSO CULINARIO!

 



Cuando uno prueba la mermelada que se hace con frutas subtropicales de la Axarquía se da cuenta de que Málaga juega en una liga superior. Les hablo de un manjar de los Dioses que presenta tres elementos fundamentales; la papaya, el mango y la pitaya. Una delicia que comercializa La Molienda. La confitura perfecta para degustar en cualquier rincón de la región malagueña. Este producto nos revela por qué Málaga tiene más estrellas Michelín que toda Andalucía occidental junta. Esta exquisitez nos demuestra una vez las causas por las que superamos a Andalucía oriental. Y fíjense que ni siquiera el hecho de que un afamado cocinero de estas tierras haya dejado de presentar sus restaurantes a estos concursos ha sido suficiente para que se acerquen a la calidad de nuestro paraíso culinario.

La exquisitez de los productos es importante, pero mucho más relevante es el cosmopolitismo que se manifiesta en una cocina sabia. Es el conocimiento gastronómico el que nos da alas para seguir creciendo a través de la innovación sin olvidar nuestra esencia mediterránea.  El restaurante Blossom de Emi Schobert es la nueva estrella que viene a engalanar el cielo malagueño con gotas de plata. Un local pequeño y acogedor en el que trato al cliente está a la altura de su magnífica cocina.  Esa empanada criolla desafía la lógica. Ese rabo de toro es diferente a todo lo que había probado hasta ahora. Ese aguacate asado tan delicioso como un atardecer Mediterráneo.  Entiendo que para personas poca dadas a los dispendios en restaurantes, la relación calidad- cantidad no está justificada en Blossom, pero dejemos pasar a los impedidos de juicio con su triste escepticismo mientras pedimos otra botella de vino.  Después de todo, Málaga se ha convertido en un ejemplo de éxito cuyo talento se desparrama en cada esquina. Una vez más se evidencia que el Altísimo siempre bendice a los valientes.

Sergio Calle Llorens


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