miércoles, 27 de noviembre de 2024

¡RESUCITA BERLANGA!

 



Pequeño Marlaska estudia la forma para retirar la medalla de la Guardia Civil al comisionista Aldama, pero no piensa en retirarse de la politica. El ministro, que por cierto trato de colarnos a María Gámez como animal de compañía, ha vuelto a demostrar su infinita incompetencia. El otrora juez es, además de gafe, incapaz de acertar en la toma de decisiones. Es tal su fama de cenizo que si tuviera un circo la mujer barbuda se le volvía lampiña y los enanos terminarían jugando en la NBA. No acierta ni cuando se equivoca. Decía no conocer al hombre que está cantando la Traviata aunque fue él quien le condecoró con la máxima distinción de la Benemérita. Pero para equivocados los mal llamados progresistas que tienen apoyan un gobierno con la mujer y el hermano del presidente imputados. Al igual que lo están el ex ministro Ábalos y el fiscal general del Estado. Pues ni por esa dejan de apoyar al amado líder y les parece bien que RTVE, el CIS, el Constitucional y la fiscalía sean controlados por la secta del capullo. Es de tal magnitud el escándalo que es mucho más fácil destacar quien no está investigado por la justicia o qué organismo no están controlados por los herederos de los asesinos de Calvo Sotelo que lo contrario.  Señalar a tanta gente es muy cansino.

Y con este panorama, el PSOE está a punto de celebrar su congreso en Sevilla, sede de la Garduña del sur, donde, además de aplaudir con las orejas las ocurrencias de Sánchez, acordarán expulsar del partido a cualquier miembro que contrate a prostitutas.  Ellos que siempre han preferido la oscuridad de los lupanares que la claridad de las cuentas. Ellos que usaban las visas para pagar sus vicios sexuales en los mejores prostíbulos del sur. Una vez más se demuestra que las mejores trolas son las que nos contamos a nosotros mismos. Los socialistas, en este sentido, son imbatibles declarándose progresistas, modernos, ecológicas, honrados, éticos y luego, a la luz del sol, podemos ver que son lo peor que le ha pasado a España en el último cuarto de siglo.

 A mí sólo me queda por fantasear con las películas que hubiera hecho el gran Luís García Berlanga sobre este gobierno.  Al final, la Diosa fortuna, que es una furcia de cojones, se equivocó de tiempo con el cineasta valenciano. Una pena.

Sergio Calle Llorens


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