lunes, 19 de noviembre de 2012

REALIDAD NACIONAL




Estaba solo en casa, con la única compañía de mi respiración profunda, reflexionando sobre “la realidad nacional andaluza”. Por momentos mi mente dibujaba imágenes que, inconscientemente, eran comparadas con “la nación catalana”, esa de la que nadie oyó hablar nunca. Una región que ha pasado del increíble home normal al presidente Más corrupto; Arturito que, según  El Mundo, tiene varias cuentas secretas en Suiza. Igual que los Pujol, otras figuras claves de los nacionalistas catalanes. Esa tribu, lejos de afearle la conducta a su mesías, justifica el dinero en paraísos fiscales con aquello de cómo España nos roba, el dinero hay que mandarlo a Helvetia. En mi modesta opinión, Más se ha llevado el parné a Suiza para demostrar la solidaridad catalana con un país que ni tiene bancos, ni dinero, ni tontos haciendo relojes.

Olvidé por un momento a la corrupta Paletonia y me centré en Andalucía que, por supuesto, también tiene sus corruptelas. En nuestra “realidad nacional” establecida en el estatuto, el dinero sucio se lleva a paraísos fiscales más cercanos como Gibraltar que, si bien no es español, el dinero que allí reside, sí que lo es. Dicen que buena parte del mismo pertenece al PRISOE, pero vaya usted a saber. Obviando el tema de la deshonestidad  del partido más corrupto en la historia de Europa, traté de establecer las causas que han llevado a los padres del esperpento andaluz a declarar realidad nacional a lo que antes era región: Tal vez el nepotismo, el farfullín andalusí, los ERE, canal sur con su eterna copla,  el 35% de paro, o los miles de enchufados  socialistas del régimen andaluz. Pero les juro que sigo sin ver cual ha sido el punto de inflexión que ha conducido a esta sorprendente definición.

Andalucía está a la cabeza de todo lo malo y a la cola de todo lo bueno. Dicho de otra forma, la taifa del sur es una mierda pinchada en un palo porque es mucho más honorable no ser nadie que destacar en la política activa donde se va a medrar. Más que realidad nacional, deberían llamarla realidad de necios, pues no se me ocurre ninguna otra definición mejor para señalar a los miles de acólitos que se han ido incorporando a esta idiocia colectiva.

Cuando veo a esos simios embutidos en esos trajes que benévolamente llamamos homo parlamentaris sureño, me pregunto como esos animales de alcantarilla han podido llegar tan lejos;  guerrilleros que no pasan de guarros por aquello de los chorizos con coche oficial y paga vitalicia.

Nada me haría más feliz que la tierra de la chalaura, Andalucía, en la que los tres partidos que gobiernan nuestros pueblos y ciudades con sus recortes, no precisamente de chalaura, me declarara “persona non grata”. Al fin y al cabo, si en Cataluña tienen sus “enemigos oficiales” , Andalucía que, por supuesto, es una realidad nacional en el estatuto que no se leyeron ni sus autores, también se ha ganado el derecho a tener villanos reconocidos. Yo, por ello, quiero tener el honor de ser el primero. Ya ven que no pido ni un trabajo, ni la condonación de un crédito, tan solo una declaración institucional que diga; “Sergio Calle Llorens no pertenece a la realidad nacional andaluza y, por tanto, es declarado persona non grata por mayoría absoluta de la cámara andaluza. Sí, ya sé que la declaración no tiene mucho sentido, pero es que tampoco lo tiene sufrir a un ejecutivo que recorta más que nadie en el territorio donde gobierna, para salir después a la calle a protestar por los recortes de los demás. Realidad nacional, de soplapollas, supongo.

Sergio Calle Llorens

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