viernes, 5 de octubre de 2012

LA GUERRA DE CATALUÑA


Mi único anhelo es vivir tranquilo y apartado con la sana intención de que ningún genio pretenda catequizarme y salvarme de vaya usted a saber qué. Hasta que ese glorioso momento llegue, me veo obligado a conformarme con los atardeceres rojos del mediterráneo. Lugar al que acudo para huir. Esta mañana, mismamente, desayunaba leyendo la prensa cuando un fuerte desasosiego se ha apoderado de mí. Ni siquiera el murmullo de la mar y el cielo de levante blanco y rosado me han ayudado a calmar mi alterado espíritu.

Cataluña era, como no, la primera noticia que me desgarraba el alma. Separadores y separatistas atizándose fuerte por el asunto de la independencia. Creo que el principado en la guerra de secesión confió su futuro en las tropas aliadas, convencida de que la victoria del pretendiente haría de Barcelona el centro económico de España, luego Rafael Casanova y los suyos no lucharon por una Cataluña independiente, sino por una forma de entender España. Éste es un punto que la gente suele desconocer, sobre todo en la región catalana en cuyas aulas estudian una historia como de Mortadelo y Filemón. En estas, Cataluña amaga con ser independiente pero sin independizarse y el estado hace lo propio con hacer cumplir la ley . Con lo fácil que sería aplicar la ley 150 de la LOE sobre los derechos lingüisticos de los padres, algo que convalidó el Tribunal Constitucional abriendo la posibilidad de que la Alta Inspección actúe directamente sobre los centros educativos. En la práctica supondría que el estado podría privar de efectos oficiales las enseñanzas impartidas. Pero los sucesivos gobiernos del PP y del PSOE han hecho dejación de su responsabilidad. Con una política educativa en la que se alienta el odio a todo lo español, las nuevas generaciones de catalanes se han subido al carro del separatismo y, como no podía ser de otra manera, los empresarios catalanes se echan las manos a la cabeza. La Cataluña nacionalista, en cualquier caso, ha ido ganando adeptos para la causa, al mismo ritmo que perdía a personajes de la importancia de Albert Boadella y Sabino Mendez. El primero aborreció públicamente de su tierra con el libro “Adiós Cataluña”, y el segundo con la formación del partido Ciutadans de Catalunya que tan bien dirige Albert Rivera. Nada de esto es una sorpresa cuando los mismísimos Dalí y Plá han sido proscritos por el fascismo nacionalista catalán.

Ahora toda la Cataluña que yo conocí está inmersa en una luz de atardecer, entristecida. Pisa firme, o eso piensa, por el crepúsculo en búsqueda de una noche que será larga y penosa:

                                        Per la mare del Deu D´agost
                                               a les set ja és fosc

Los catalanes ,que también se sienten españoles, se reunirán a la luz de la lumbre. Apenas unos susurros para que ningún comisario nacionalista le pueda acusar de ser desafecto al nuevo régimen. Entenderán, por fin, que un día se fueron a dormir para hacer una prueba general del sueño eterno y que cuando despertaron ya era demasiado tarde. Y yo, que amo profundamente la cultura catalana, sus cosas y su lengua, seguiré con el alma en pena porque finalmente los separatistas y los separadores habrán ganado la guerra de Cataluña.

Sergio Calle Llorens

1 comentario: