martes, 3 de septiembre de 2024

¡AL TURISMO UNA SONRISA!

 



Ustedes son muy jóvenes, pero yo lo recuerdo como si fuese ayer. En 2011 el gobierno andaluz desestimó la solicitud presentada por una comisión que buscaba constituir San Pedro de Alcántara independiente de Marbella al alegar que no cumplía el requisito mínimo que exige la normativa que consiste en mantener una franja mínima de suelo no urbanizable de 7500 metros cuadrados entre ambos núcleos de población. El Tribunal Supremo ratificó esta decisión que, sin embargo, no fue tenida en cuenta en la segregación de Torremolinos de la capital malagueña. Además, en el caso de Torroles llovía sobre mojado porque este municipio se convirtió en barrio de Málaga porque no podía pagar una deuda. La ley española establece que cuando un municipio se adhiere a otro por esta razón no puede volver a optar a la independencia. Un asunto que la Junta de Andalucía se pasó por el arco del triunfo para que sólo hubiese un núcleo población importante en la taifa del sur. Torre del Mar también sufrió en carne propia los desvaríos del TSJA cuando aspiraba a la independencia de Vélez Málaga. 

Cualquier otra ciudad se hubiese hundido en la miseria, pero Málaga capital se reinventó creando un plan maestro en materia turística, tecnológica y cultural a muchos años vista. A tenor de los resultados, el plan ha funcionado, aunque la cara B de tanto éxito ha sido la subida en los precios de los alquileres y de los precios de las viviendas ni les cuento. Ahora bien, todos aquellos que permitieron aquella afrenta por parte de las autoridades andaluzas son los mismos que hoy claman al cielo por la presencia de turistas en la Capital de la Costa del Sol. 

En verdad no hay día que estos pelanas desaprovechen cualquier anécdota para denunciar el turismo masivo. Uno de esos apóstoles del la turismofobia es Pablito Bujalance, hombre pegado a la tristeza más infinita, cuya prosa no es de diva ni de Diosa sino odiosa con Málaga y con sus éxitos a pesar del centralismo de la secta del capullo.

 Les recuerdo que esta gente calló con invercaria, con isofoton, con la Expo y hasta con las pocas inversiones de la Junta socialista en la provincia malagueña y, ahora, salen hasta en el pregón de la Feria, Kanka que tonto eres, para gritar que Málaga para los malagueños.  Como si los Van Dulken, los Gross, los Larios, los Livermore , los Scholtz, los Kustner o los Temboury no hubiese venido de lejanas tierras a la Ciudad del Paraíso para convertirla en la segunda ciudad industrial de España en el XIX. Malagueños de Alemania, de Inglaterra, de Irlanda, de Escandinavia o de donde fuese que, por cierto, han hecho más por nuestro desarrollo que esta pandilla de descerebrados.

¡Al turismo una sonrisa!

Sergio Calle Llorens


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