jueves, 19 de mayo de 2022

¡EN JUTLANDIA!

 



Jutlandia es una pequeña región de Dinamarca unida a generosos revolcones en la paja con una moza de disposición mullida. Vuelvo, por así decirlo, a un paraíso sensorial: prados amarillos y forestas adormecidas antes de la caída de sol. Porque el crepúsculo en estas tierras septentrionales es lento y pausado. Y en cada esquina un trocito de historia que incluye, quién lo diría, sacrificios humanos, restos vikingos, sangrientas batallas y leyendas que palpitan en corazones abrigados por la lumbre de la cultura.

 Mi centro de operaciones es la casa familiar de Harby. Una vivienda alargada con vigas de madera que está situada junto a bosques y lagunas. Aquí compongo versos mientras por mis venas corre desbocado el vino de la narración. Bebo cerveza y hablo con mi amigo el druida. Tiempo de hacer balance a través de las anécdotas, como aquella madrugada en la que repartimos periódicos en la Kommune y un enorme ciervo se paró en mitad del camino deslumbrado por las luces del coche. Fue un momento mágico en cuyo silencio sobrevenido caía la nieve inmisericorde sobre el animal sorprendido. No lejos de aquel lugar vuelvo a toparme con otro corzo que huye despavorido en la zona querenciosa de los conejos. Recuerdos indelebles como mis visitas a la ciudad vieja- Den Gamle by- de Aarhus que siempre guarda secretos prestos a la descubierta. Tampoco me podría olvidar de Skandeborg, ni de Ry con su antiguo molino ni de sus pintorescas casas.

Jutlandia parece haber nacido de la paleta de un pintor impresionista. Especialmente en primavera. En estas comarcas las colinas se llaman montañas y las mansiones castillos. Todo es dulce en Dinamarca. Todo está perfectamente organizado por los lugareños que siguen viajando por el mundo sin prisa, pero sin pausa. Las sombras avanzan  por estos lares como manchas de tinta derramada que envuelven el devenir del país. Cantan los pájaros hasta que el silencio toma el relevo de la banda sonora de la región.

 Aquí la prosa vital está unida a la generosidad de la tierra. Jutlandia es un aliento de luz tenue, la mirada lánguida y la promesa de un futuro tranquilo.  El embrujo detenido en el tiempo, aunque yo avance hacia la noche eterna del olvido.

Sergio Calle Llorens

 


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