viernes, 20 de febrero de 2015

LA DIFERENCIA


Cuando ella decide ir a correr en vez de correrse con su compañero es momento de cambiar de hembra. Cuando un hombre prefiere llevar a su mujer de vacaciones a un camping, ha llegado la hora de que ésta busque a alguien más joven. Seamos serios. Busquemos la excelencia y para ello, como mandan los cánones de la civilización, hagamos memoria; ¿cuándo fue la última vez que se gastó 300 euros bebiendo champán? ¿En qué momento decidió usted dormir en hoteles de menos de cinco estrellas? ¿Cuántas veces se ha arruinado en la vida para salir, tres cuartos de hora más tarde, a flote?
La vida, queridos amigos, es un suspiro y de nuestras acciones depende que dejemos un mundo mejor cuando nos hayamos marchado. Gastar dinero, inmensas cantidades de dinero. Destrozar en el tálamo a la amante hasta que su sudor la haga parecer un cochinillo en el horno. Dar lo mejor de nosotros mismos. Tener respeto por el creador. Rezar en silencio. Amar con la pasión de un soldado que vuelve del frente tras dos años sin probar bocado.  Trabajar con pasión. Reflexionar tras haber escuchado a los más sabios. Una buena chimenea, un excelente y carísimo vino. Una comida añeja y efectivísima. Unas piernas de mujer. Un silencio. Un viejo libro. Una canción que nos araña el alma. Dejar que la noche se desangre por las heridas de unos cuantos violines.  En otras palabras; alejarnos del populacho.

Seamos serios. Diferenciémonos de esa gente que al final termina votando por opciones tan cochambrosas como Podemos. Ese aceite de ricino venezolano tan asqueroso. De todo se quejan pero nada dan. Su credo se basa, y a partes iguales, en el odio y en la vagancia.  Disfrutemos de la vida basada en el amor y el buen gusto. Llenemos nuestra existencia de momentos evocadores. Tomen ejemplo, de lo contrario, un guionista tarado de Canal Sur terminará escribiendo el guión de sus vidas.

Sergio Calle Llorens

2 comentarios:

  1. Ya no estoy para cochinadas y menos para que me las hagan a la caribeña los cochinos de Jodemos. Piocerredo

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