viernes, 27 de diciembre de 2013

LA OPCIÓN CIUDADANOS


Los socialistas han de reconocer, en efecto, que su corrupción ha acelerado la historia de la taifa andaluza. El  resultado es la entronización de Susana Díaz en unas primarias de pega sin que, por supuesto, los andaluces hayan sido llamados a las urnas. Aquí no hay derecho a decidir que valga pues ya están los miembros de la secta del capullo decidiendo por todos.

La señora Díaz aprendió y mamó de las corruptelas de la secta del capullo. Sabe correr riesgos pero no es temeraria. De ahí que denuncie las malas prácticas de los suyos y, al mismo tiempo, siga financiando a su sindicato horizontal. Se siente fuerte porque conoce la debilidad de una oposición inexistente. Lo único que le quita el sueño es la investigación de la Juez Alaya. Esa sevillana guapa tan vilipendiada en la televisión autonómica sureña. Otro motivo de preocupación aparente es IU que, a medida de que se acerquen las elecciones regionales, tratará de marcar distancia con sus socios de gobierno.

Susana campeona del paso lento y la marcha atrás tiene motivos para sonreír. Se trata de apuntalar el sistema de latrocinio institucionalizado de La Garduña socialista unas décadas más. Ante el panorama, la pregunta es obligada: ¿qué se puede hacer para impedirlo? Yo, para ilustrarlo, tornaría los ojos al 4 de marzo de 1939; una jornada en la que el Coronel Casado, jefe del ejército republicano del centro, rompe en Madrid con el gobierno de Negrín, por considerar que se hallaba bajo influencia comunista y, con el apoyo de una parte de los socialistas, entre ellos Julián Basteiro, de los anarquistas y de los republicanos de centro izquierda, constituye un centro de defensa que intenta negociar con Franco. Empero, el futuro dictador dejó pasar el tiempo, a sabiendas de que los partidarios de Casado y los comunistas se iban a empantanar en un conflicto del que los nacionales sólo iban a obtener rédito. La mente maquiavélica del hombre que gobernó España con puño de hierro, dejó que los otros le hicieran el trabajo sucio. Y eso, en mi opinión, es lo que debemos hacer en Andalucía. Sencillamente  los comunistas y socialistas se  van a acometer por sus ansias de poder.


Con el desgaste del PP nacional y del PSOE regional, IU podría haberse presentado como alternativa si no hubiese gobernado en coalición. Por lo tanto, es momento de introducir la variante liberal de Ciudadanos y dejar que entre ellos rivalicen con ganas. Susana Díaz se está demostrando como una administradora desastrosa que lleva a Andalucía al abismo de la suspensión de pagos y Valderas ha dado pruebas evidentes de su incompetencia. En el PP no hay vida inteligente, por lo que el partido de Rivera debería saber jugar esta partida con maestría. Para salvar a Andalucía de los propios andaluces, han de saber que no hay ascensor para llegar al éxito, simplemente hay que hacer el esfuerzo de coger las escaleras. Cansan mucho pero subir esos escalones es la llave que conduce a La Moncloa.

Sergio Calle Llorens

2 comentarios:

  1. Me sorprende que te dejes engañar, Ciudadanos no és más que un partido populista lleno de oportunistas, gandules y ladrones. Como los demas vamos.

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    1. Llamar ladrones a alguien sin pruebas es gravísimo y, además amparado en el anonimato.

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