miércoles, 7 de noviembre de 2012

LA ZORRA DE ANDALUCÍA


El ex presidente de Invercaria, socialista por supuesto, gastó hasta 3200 € al mes en restaurantes. A una media de 190 € por factura, el señor Pérez Sauquillo utilizó la tarjeta Visa de la Junta para pagar hasta 127 comidas en 2009. El defensor de la igualdad comía a cuerpo de rey, un día sí y otro también. Interesante cadencia a la hora de yantar fuera de casa. Y todo en restaurantes carísimos de nuestra geografía; El Frontón III, El Higuerón, El Espigón, Casa Robles, El Telégrafo y un largo etcétera. Incluso comió en cuatro ocasiones en el restaurante Puerta 57 del estadio Santiago Bernabeu. Su gula ascendió al máximo en septiembre de 2009, cargando a la Visa un total de 3269,10 eurillos de nada. Se desconoce si el socialista, al que sucedió en Invercaria la prenda de Laura Gómiz, comía sólo o en compañía de otros, como dice la sentencia del crimen de los Urquijo. Fuentes de la oposición apuntan a que el señor glotón hacía tantas visitas a los restaurantes porque trabajaba en secreto para la Guía Michelín. Lo único claro, a estas alturas del negocio, es que después de tanto tragar, debe parecerse mucho al simpático muñequito.

Rumasa tenía en nómina a Amparo Rubiales, presidente del PSOE andaluz, y a Javier Pérez Royo. Ambas cobraban unos 6000 euros mensuales durante el ejercicio 2009 y parte del 2010. Eso es lo que se desprende de la contabilidad B de Rumasa donde aparecen pagos a la sociedad Estudio Jurídico Itálica, vinculada a la trama de Iván Chaves, el famoso comisionista vástago del ex presidente de la Junta. Este bufete de abogados tenía un acuerdo con Iván Chaves para repartirse las comisiones que lograban para conseguir contratos o subvenciones de la taifa andaluza.

Los pagos recibidos por estos socialistas ya se encuentran en poder de la Audiencia Nacional que investiga el fraude de las emisiones de los pagarés de la familia Ruiz Mateos. Ya veremos en que queda la investigación. Sin embargo, es bastante sospechoso que después de que la Junta de Andalucía concediese una subvención de 2,2 millones de euros a la fábrica Dhul en Jaén, Rubiales y Pérez Arroyo comenzaran a recibir dinero negro de Ruiz Mateos. Repito, pasta tan negra como el carbón.

Tras conocer la trama socialista de corrupción, nepotismo y enchufismo, no somos pocos los que llamamos al desgobierno regional la zorra de Andalucía. Un raposo que hemos metido entre todos en el corral y, como saben, no hay forma de echarlo de allí. No queremos matar al animalito aunque se come todos los huevos, pero al menos, deseamos  que se vaya a otro territorio. Es momento de recordar que aquí las personas normales aspiramos  a ser príncipes porque zorras sobran. Especialmente las andaluzas.

Sergio Calle Llorens


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