domingo, 2 de septiembre de 2018

¡SEIS MESES!



Anoche, desde lo alto de mi atalaya, se veía, un mar agitado por un viento de levante. Mis ojos fijos en las olas rizadas. El Mediterráneo inquieto y mi corazón alborotado por tanta belleza:

-               -  Seis meses- comencé diciendo- seis meses sin escribirles unas letras.

Supe que había arribado el momento de tomar la pluma para dar alguna explicación de mi prolongado silencio. Mi única defensa, si es que tengo defensa alguna, es que mi proyecto literario más ambicioso es escribir sobre mi patria salada, y estar a su altura. Hasta ahora mis apuntes son como un barco fantasma perdido en la niebla. Una prosa sin vuelo. Unas letras pomposas. Un fracaso absoluto. Sin embargo, sigo intentando encontrar la fórmula correcta que me permita describir esta maravilla acuosa. Tal vez, algún día consiga dominar estas olas como esa muchachada que, a última hora de la tarde, las cabalga con sus tablas de surf.

-                                 - Seis meses- repito y el mar sonríe con su aíre de fantasía flotante.

Seis meses en los que también he terminado un nuevo libro: “El liberalismo contado a los jóvenes y no tan jóvenes” que Ediciones Rubeo sacará al mercado el próximo octubre. Seis meses en los que he tenido tiempo para preparar la segunda parte de El Guardián del Cementerio”. También he logrado publicar una novela corta que he titulado: “Blandito sea el Señor. Un libro misterioso que camina por el peligroso desfiladero de los engaños. Un crimen perfecto de la mano de un tipo lleno de imperfecciones.

 Seis meses dejándome la vida trabajando para diferentes multinacionales.  Seis meses de reencuentros con viejos amigos: cervezas, risas, anécdotas, espetos de sardinas, Rock and Roll y esos maravillosos brazos de mujer que rodean tiernamente  mi cuello. Tampoco puede olvidar esos baños en mi playa de diamante con la balada de los marineros muertos  haciéndome compañía.

 Seis meses en los que he organizado un tour llamado; Hans Christian Andersen en Málaga que recrea su visita a “la Ciudad del Paraíso” en la centuria diecinueve.  Un paseo guiado por un actor tocado por la magia de los genios al que conocí interpretando a Drácula en un teatro.

Seis meses de innumerables sonrisas caminando entre sierras cortadas por la luna de seda: hermosa, rotunda y mágica. Life can´t get much better than this.  Benditos paseos nocturnos en los que mi alma conecta con el universo. Un tiempo en los que he escuchado la banda sonora de los grillos y, entre otras cosas, he  podido admirar el vuelo silente de los mochuelos.

Medio año para renovarme y soltar lastre. Un tiempo para mantenerme alejado del despropósito sureño. Una época para tomar el florete que, como sabemos algunos, es una forma honorable de marcar distancias. Un período lleno de dulzura, de amor y de honor.  Seis meses llenos de vivencias mágicas. En definitiva, mis enemigos tendrán que seguir tragando quina. Y mis amigos, les advierto, mejor guardan los aplausos para cuando lleguemos a la síntesis del ácido cítrico.

¡Seguimos!

Sergio Calle Llorens

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