viernes, 5 de junio de 2015

MUSEO DE LA ADUANA


Hoy no voy a hablarles de las cifras espectaculares de los museos que ya funcionan en Málaga, sino de dos que dejaron de funcionar por el capricho de la secta del capullo. Ocurrió hace 22 años cuando la familia Picasso decidió instalar su museo en el Palacio de los Condes de Buenavista. De prisa y corriendo los socialistas desmontaron el de Bellas Artes, que allí se encontraba, para cumplir con los deseos de la familia. Para hacer la gracia completa, al PSOE no se le ocurrió otra cosa que mandar las piezas del museo arqueológico al mismo destino; el Palacio de la Aduana. Allí, tras casi  dos décadas largas, ambas colecciones se podrán ver a finales de año para completar una oferta museística sin parangón en el sur de España. Y es ahora, a menos de seis meses de su inauguración, cuando el gobierno de la república bananera de Andalucía se pone a restaurar, y  a contrarreloj, las piezas y los cuadros dañados. Como si no hubieran tenido tiempo cuando, en realidad, lo que no poseen es vergüenza alguna.
Recuerdo aquel año que gritábamos por las calles “veo, veo, veo la Aduana de museo” y el gran Manuel Alcántara diera ese discurso que decía que “no estamos aquí contra nadie sino por la defensa de Málaga” y, la Junta volvió a demostrarnos todo el odio que tiene a esta tierra que es el motor económico de la región. La única donde baja el paro y tira del carro.  Mucho ha llovido desde entonces, y mucho le queda por llevar para la apertura del museo si tenemos en cuenta que para la recuperación de las obras se necesita un período máximo de siete meses. Dicho de una manera más simple para que los que votan a María Gámez lo entiendan; el 20% de las piezas del museo de Bellas Artes no podrá ser exhibido por el capricho de unos impresentables.
Creo conveniente recordar que la próxima vez que un socialista andaluz pida celeridad a esta orilla del mediterráneo, le hagamos tornar sus ojos a las tres décadas largas que nos llevan jodiendo la vida. Tras lo cual, esos miembros de La Garduña deberán recorrer Málaga de rodillas pidiendo perdón a todos los malagueños.

En cualquier caso, a pesar de todos los pesares y de todos los ataques sufridos, Málaga no puede permitirse el lujo de quejarse ni un minuto más, sino seguir perseverando en esta forma de entender el trabajo para seguir liderando del carro y, si siguen poniendo palos en las ruedas, soltar el lastre para abrazar un nuevo proyecto; el de Málaga Comunidad Autónoma. Dejemos el victimismo para los catalanes que es el ADN de los perdedores. No nos miremos el ombligo cuando podemos contemplar el azul del mar que es, como saben, tan azul como el del cielo. Luchemos para vencer con un lema en el corazón; Menos Andalucía y más mediterráneo.

Sergio Calle Llorens

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