lunes, 19 de enero de 2015

ADELANTO ELECTORAL


Escribo este artículo en la T3 del aeropuerto de Málaga donde aguardo un vuelo para llevarme lejos. Tenía en mente no publicar demasiado este semana pero, por supuesto, la actualidad manda y esta noticia no podía dejarla pasar. Siento que he de escribir sobre ella, aunque sea entre maletas, llamadas por magafonía y conversaciones en varias lenguas. Señorías, la primicia que les traigo es la siguiente; Andalucía va a tener elecciones anticipadas.

En esta taifa tan extraña y pueril, la puesta de urnas no viene producida por el liderazgo andaluz en todo lo malo. Ni siquiera por esta a la cola de todo lo bueno. Tampoco por los ERE fraudulentos. Ni mucho menos por la canallada del fraude de los cursos de formación a parados. No, el adelanto del período electoral se produce porque Susana Díaz no tiene el período. Seré más explícito para que los telespectadores de Canal Sur me entiendan; la Presidenta está en estado de buena esperanza, lo que da ilusión a la sufrida oposición que trata de poner fin a 35 años de chalauras socialistas. El bombo de la presidenta, que es de tres meses, ya compite con los bombos de los Manolos de turno que gritan alabanzas sobre su perona cuan seguidores radicales de balonpié. Ayer mismo, estos turiferarios inundaban la red con la etiqueta "hija de fontanero", sin saber que, tal vez, deberían habernos adelantado que un fontanero le había arreglado las cañerías a la líder. Nada censurable hay en ello pero el hagstag podría haber sido el de "El fontanero y su mujer y o tras cosas de meter".

El embarazo de Susi deja en una situación muy comprometida a sus socios de gobierno. Esa formación que por unos carguitos y otras prebendas no ha querido ir más allá en la investigación de los casos de corrupción. Por unos meses, no podrán escenificar una ruptura. Y todo porque Díaz y su señor esposo no tuvieron a bien usar profiláctico en una noche de pasión que no quiero imaginar. Nunca un polvo dará lugar a unos lodos que convertirán a Izquierda Unida en hundida. Las encuestas, todas las encuestas, les dan unos pésimos resultados. Tampoco contaba con este embarazo el líder de Parálisis Permanente, PP andaluz, Juanma Moreno que cuando se pasea por el barrio de La Malagueta, se oye el murmullo de; ¡Blandito sea el señor! En cualquier caso, la pasión susanesca ha dado paso a un pánico generalizado entre todas las formaciones políticas, incluída la secta del capullo. Hay miedo a no dar la talla. Hay miedo a no cumplir en el lecho de la política que hace extraños compañeros de cama. Por primera vez, ni los sesudos comentaristas políticos tienen ni repajolera idea del resultado final de las elecciones andaluzas.

Finalmente no quiero ser menos que todos estos gacetilleros que llevan toda la mañana mostrando un cariño cercano a Susana por su buena nueva y, como no podía ser de otra manera, le deseo un embarazo suave y sin complicaciones a la jefa. Sin embargo, quiero ir un poco más lejos y, por tanto, me ofrezco a cuidarle el niño la criatura los días pares, llevarlo al parque y enseñarle idiomas por tiempo indefinido. A cambio quiero que me prometa, que el niño, o la niña, no va a vivir de los presupuestos andaluces como ocurre con toda la parentela de los socialistas. Y mientras ella decide si se sube a mi barco, yo he de embarcar en un vuelo hacia el norte. Me marcho con el regalo de Susana Díaz en cinta con un lacito que tiene dedicatoria; el presente esconde una bomba.

Sergio Calle Llorens


 

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