jueves, 23 de octubre de 2014

CRISTIANO EN ANFIELD

Ronaldo terminó siendo ovacionado tras el partido que su equipo ganó en Liverpool e hizo unas sorprendentes declaraciones; "No me extraña porque los ingleses tienen otra cultura diferente a los españoles y otros países". Como no podía ser de otra, he de responder al personaje.

Cristiano, que en la España laica debería llamarse Agnóstico, olvidó mencionar a su amada Portugal donde, que yo sepa, jamás se ha exaltado los logros deportivos de los equipos y deportistas españoles en los últimos tiempos. Es más, el jugador portugués no abrió la boca para felicitar a sus compañeros por los campeonatos de Europa y del Mundo. El problema de este botarate es que ni sabe perder, ni sabe ganar. Yo le recuerdo con cara de póker cada vez que Messi le mojaba la oreja en un partido o, en su defecto, en la Gala del Balón de Oro. Sólo cuando se lo dan a él, el premio adquiere valor e importancia. Una actitud poco deportiva que comparten a su vez los diarios de Madrid. Y cuando el portugues gana, se comporta como un patán quitándose la camiseta para mostrar abdominales. El luso fue un iluso al celebrarlo en la final de la Copa de Europa mostrando el poco respeto hacia sus rivales atléticos.

Cristiano no sabe quien era Larry Bird que hablaba maravillas de Magic Johnson a pesar de que éste jugaba en el eterno rival que, por otra parte, correspondía con impresionantes palabras de respeto y admiración para su colega hasta el punto de exigir su participación en el Dream Team americano que ganó el oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona. El de Madeira debe de entender que el respeto se lo debe ganar uno tanto dentro como fuera del campo. Él, que nunca ha reconocido que haya un jugador mejor en la historia de su deporte, debería dejar de ofender a todos los españoles con sus declaraciones.

Los seguidores del Liverpool demuestran que son unos caballeros al aplaudir a las aficiones contrarias. Los merengues, por su parte, llaman paletos a todos los seguidores que arriban al Bernabeu para tratar de competir con los suyos. En Anfield, se canta el You will never walk alone y, en la Castellana resuenan los cánticos del" tú nunca robarás solo Madrid" porque, tanto los árbitros como los estamentos federativos apoyan que cada semana el espíritu de Guruceta siga campeando por todos los campos de España. Así que ya recuerda que la próxima vez que marques un gol en La Rosaleda, te va aplaudir tu madre la bigotuda.

Sergio Calle Llorens

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