miércoles, 12 de junio de 2013

ANDALUCÍA: REPÚBLICA BANANERA


Me afean algunos lectores que use el término República Bananera para referirme a Andalucía. Por tanto, he decidido explicarles las razones que me empujan a calificar a la taifa del sur de esa manera; la primera es que en las repúblicas bananeras, la corrupción es la norma y, por extensión, sus políticos no están demasiado interesados en acabar con ella. La segunda característica es que los gobiernos bananeros prefieren beneficiar a ciertas empresas que en trabajar por el bienestar de sus ciudadanos. La tercera característica es que  en este tipo de regímenes, la voz de los ciudadanos es silenciada y sus medios de comunicación están bajo un estricto control gubernamental. En este punto, cabe recordar como la prensa del sur está, indefectiblemente, vendida al poder del que cobra a través de la publicidad institucional. De ahí vienen los premios de periodismo en los que, por supuesto, nunca aparece el nombre de un periodista que haya investigado los ERE. ¡Faltaría más! Cuando señalas con el dedo la sumisión del cuarto poder con la Junta de Andalucía,  éste reacciona con virulencia. Temerosos  de las consecuencias al verse sorprendidos con las manos en la masa, adquieren una actitud chulesca y desafiante.

Ciertamente, el procedimiento que impera en Andalucía es el del latrocinio institucionalizado, amparado en una república bananera dominada por gentuza sin escrúpulos.  En la Andalucía oficial, territorio de lerdos, de onanistas y de perturbados, la autonomía se les ha subido a la cabeza pensando que ningún control iba con ellos. En este contexto se explica que Antonio Albarracín, ex director general de Vitalia, se refería a los comisionistas como “los señores del sur”. Cuando la juez Alaya le interrogaba sobre unos pagos pendientes a estos señores por gestiones realizadas en los ERE de A Novo Comlink España, con sede en Málaga, no supo que responder. Es un secreto a voces que Zarrías y Chaves podrían identificar muy bien a los individuos señalados. Es más, con los contactos que tenían y, por supuesto, tienen con la prensa andaluza, podrían haber confesado en alguna ocasión quien es X y quien b. No lo publicaron, ni los unos ni los otros, sencillamente, por temor a perder un negocio millonario del que dependen sus coches y sus hipotecas.

Andalucía está más cerca de Guinea Ecuatorial que de Finlandia y, en ningún caso, se ha convertido en la California del sur de Europa. Entre otras cosas, porque cuando han venido inversores internacionales, como cuando Eurodisney quiso establecer su sede europea en Benahavis, esta pandilla de patanes decidió apostar por Sevilla. Y así, hasta ahora. Incluso cuando una empresa extranjera quiere obtener pingues beneficios, contrata a la hija del virrey local, como ocurrió en el caso de la hija de Chaves. Ese "asunto" al que tanto miedo tenían los supuestos periodistas del sur de España.

Como república bananera, Andalucía despilfarra miles de millones en todo tipo de mamandurrias inútiles, que arruinan sin piedad, sistemáticamente, los fondos de una sociedad tan alérgica a la verdad como a las letras impresas.

Por todo lo expuesto, creo no errar al usar la expresión república bananera para referirme a la taifa con más paro de España. En definitiva, Andalucía es una película infumable que no ven ni sus familiares. Mi objetivo, como no podía ser de otra manera, es el de escapar de ella para siempre.

Sergio Calle Llorens

6 comentarios:

  1. Alonso no se olvida de Unidad Editorial, SER y Vocento
    Respiración artificial para la prensa andaluza: Joly se lleva casi un millón de Turismo en publicidad. Un titular de prensa te dejo que dice lo asqueroso del sistema andaluz y de como compran voluntades.

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  2. Es el gran 'talonario' del consejero de Turismo, Luciano Alonso, para rescatar a la prensa regional. La Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía es, hasta hoy, uno de los principales anunciantes de casi todos los medios comunicación de la comunidad que, desde hace tres décadas, gobierna el PSOE. Y paga con regularidad, lo que en los tiempos que corren es clave para la supervivencia empresarial.

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  3. Tu blog es el único crítico de verdad que combina las verdades del barquero con una pluma precisa y eficiente.

    Alsina

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  4. Andalucía no es una república bananera toda vez que, de momento, está integrada en el reino de España y es célebre por su producción aceitera y vinícola, pero no por su producción bananera.

    Ahora bien, sí es verdad que la estructura socio-política y económica de Andalucía, y la mentalidad promedio del andaluz de infantería, digamos, se halla entre el bananerismo caribeño, la satrapía datilera y el Palermo del clan Badalamenti.

    Andalucía tiene un problema, un grave problema endógeno y endémico: el latifundio, el cortijo, el caciquismo.

    Y con ello, "lo zeñorito andaluse", que tras la muerte del viejo general vieron que el negocio a partir de ese momento no estaba en eliminar, ni mucho menos, los cortijos y el caciquismo, sino en renovarse o morir, empezaron por disfrazarse de revolucionarios obreretes de alpargata rota y mono raído, desmontaron del caballo blanco y dejaron de peinarse con gomina.

    Aunque ahora los "representantes" del pueblo jornalero cabalgan Audis A8, estos se han tragado hasta el páncreas que los socialistas y comunistas que desde hace la friolera de 35 años les gobiernan -porque ellos así los han querido por mor de lo que todos conocemos- son los que acabaron con el latifundio fascista y que, gracias a ellos, los cortijos y los señoritos caciques ya no existen o, si bien merece el esfuerzo, hacen como que se lo creen. Todo sea por la "paguita", el voto comprado, el voto cautivo pagando/cobrando por peonadas no realizadas.

    Craso error el de Arenas durante la campaña electoral de las últimas autonómicas y municipales andaluzas amenazando con el pleno empleo. Craso error.

    Lo lamento por los andaluces decentes y currantes que, aunque muchos, para infortunio de Andalucía y del resto de España, no son la mayoría.

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    Respuestas
    1. Tienes mucha razón. Sólo añadir que el pacto fue entre los señoritos que mandaban y los descamisados. Los primeros, querían seguir mandando y los segundos su trozo del pastel. El pacto se selló en el PSOE y, de ahí, hasta ahora.

      Saludos

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