martes, 12 de marzo de 2013

ALBERTO GARZÓN


El astro ascendente de la izquierda es Alberto Garzón. Un tipo joven y apuesto que repite como un papagayo las consignas rojas del siglo XIX. Defiende la democracia pero siempre que esté en consonancia con la dictadura castrista. Quiere poder para el pueblo, si éste comparte la ideología bermeja. Aboga por el antimilitarismo, pero sólo si las armas las tienes los otros, que de las de Corea del Norte no dice ni Mu.

El malagueño parece una monja de clausura que no sabe que ocurre fuera de los muros de su convento comunista. De verbosidad inextricable acude a los debates sintiéndose la estrella del momento. Se ha inflado de tal manera que las calles de la capital del Reino no son suficientemente anchas para dejarle pasar. Su aspecto juvenil le da un aire de inofensivo. Su sonrisa derrite la entrepierna de señoras y señoritas. Pero cuanta más inocencia parece tener su presencia, más pueril es su entramada y más peligroso lo hace. Como buen comunista ha tenido, a lo largo de los años, incontables iniciativas que siempre han terminado en fracaso. Igual que les ocurrió a sus mayores, por cierto. Su problema es la hinchazón de la sensibilidad ideológica que no le deja pensar claramente.

Sus ideas le vienen por la herencia recibida de gente de maneras dogmáticas, esquemáticas y fanatizadas. Fracasaron antes del muro, y fracasarán sin muro. Ya no hay nadie que quiera vivir tras un telón de acero. Os derrotamos entonces, y os volveremos a derrotar en el futuro, porque sencillamente al campo no se le pueden poner puertas y, a la mar, esa que también tú conoces, no se la puede encerrar en una pecera. 

Sergio Calle Llorens

2 comentarios:

  1. Creo que te equivocas, no en todo, pero alguna puerta hay que poner al campo y a la mar, si no queremos que haya una mayor dictadura del dinero digital de la que sufrimos hoy. Los extremos no son buenos. El sistema de Alberto no es el que falla, sino que falla el hombre, que no sabe autoponerse puertas y se las tienen que poner otros y claro, las ponen donde y como quieren. Saludos.

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    1. Bueno soy liberal, y por tal entiéndase alguien que piensa que el contrario puede llevar razón y ser uno el equivocado. Lógicamente quiero añadir que el sistema de Alberto es un peligro para la libertad con mayúsculas y, por tanto, para el progreso de la humanidad. Saludos

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