viernes, 8 de febrero de 2013

UNIVERSIDAD EUROPEA DE MÁLAGA


Para ser feliz, animalescamente feliz, hacen falta dos cosas; buena salud y mala memoria. Sobre todo si uno tiene la desgracia de vivir a la orilla del mediterráneo que desgobierna Andalucía. En estas tierras soleadas, recordar la lista de agravios de la Junta es sencillamente doloroso. Desde que Disneyland intentó establecerse en la Costa del Sol, el gobierno regional ha jugado siempre la misma carta; tratar de que los proyectos cuajasen sólo en la Andalucía occidental. Por ello, para una mayoría silenciosa, Andalucía es un resultado negativo acumulativo de impertinentes robos. Demasiados dolores de cabeza promovidos por la endogamia socialista de un régimen decrépito. Demasiados sueños incumplidos porque, finalmente, triunfa la tesis de que jamás dejarán de robarnos.

Me asaetan los recuerdos de la Cuenca Mediterránea que se llevaron a Sevilla, del macrohospital, o del tren litoral. Aquí los proyectos parecen ser nieve de mayo, esa que nunca cuaja en nuestras montañas. Ahora le toca el turno a la Universidad Europea que ha visto en la ciudad de Málaga una posibilidad única para crecer. Sus responsables llevan tres años madurando un proyecto que, como siempre, no cuenta con el beneplácito andaluz. Lejos de desanimarse, los de la universidad están tras un edificio para alquilar y echar a andar, y dejar para más adelante la construcción de un campus de unos 16.000 metros cuadrados. Por ello, han puesto sus ojos en la zona oeste de la capital junto al mejor centro acuático de Europa, el estadio de atletismo y el Martín Carpena. Una zona que pronto estará conectada por metro.

La universidad traería a muchos estudiantes extranjeros a Málaga que se unirían al crisol que somos en estas tierras. Traería trabajo y muy buenas oportunidades. El Alcalde de Málaga ha tratado en vano de hacer cambiar de idea a José Antonio Griñán- el de los ERE- , pero éste, lejos de ablandarse, sigue afirmando que la Universidad Europea no tiene cabida en Málaga. Dejen que reproduzca sus palabras: “ Las condiciones para aceptar la Universidad son las siguientes: que aporten un valor añadido, que supongan un proyecto académico integral, tanto a nivel formativo como de investigación, y que tengan un carácter internacional”. Huelga decir que el carácter internacional lo tiene y, de sobra, miren a la Universidad Europea de Madrid. Como la Junta no puede usar esta memez como caballo de batalla para descartar el proyecto, señalan la importancia de la investigación con la esperanza de que esta gente se aburra y se marche. La verdad es que escuchar la expresión de “valor añadido” de la boca pintada del presidente Griñán, no deja de ser un chiste de mal gusto, pero lo de invocar a la investigación después de comprobar el lamentable estado en el que se encuentra, sonrojaría hasta el socialista más fanático. Apelar a la investigación como premisa fundamental es una completa tontería, o alguien puede decir que la UMA o la universidad de Almería tenían potencia investigadora. Es más, ahora tampoco la tienen porque sencillamente los investigadores sufren los recortes del bipartito andaluz- PSOE-IU-. Consecuencia de tener que mantener una corte endogámica a la manera de las del siglo XVIII.

La excusa de la Junta es un puente, un enganche que ordene de tal forma las piezas del mecano que, por fuerza, tenga que salir la figura que quieren que salga; un nuevo corte de mangas a los malagueños. Una vez más los socialistas demuestran un romo instinto político para volver a conectar con una provincia que, salvo excepciones, los desprecia. Nuestra respuesta será siempre aplicar aquella máxima para ser felices: Cada día, no olvidamos tener sexo, tomar cerveza fría y cagarnos en los muertos de la Junta de Andalucía. Hasta el día, claro está, en que para cambiar de sitio una maceta no tengamos que pedir permiso a la secta del capullo. 

Sergio Calle Llorens

2 comentarios:

  1. La Universidad Europea es la segunda en poco tiempo. La anterior canallada para Málaga ha sido colocar palos en las ruedas de la UCAM, la Universidad Católica de Murcia que es una universidad con más de cinco mil estudiantes y de la que toda Murcia está orgullosa. He estado allí dos veces en un mes y puedo atestiguarlo. Hay malagueños que han estudiado allí y pueden dar testimonio. No sé si la UCAM ha salido corriendo o sigue queriendo abrir puertas en Málaga. De cualquier forma estos gangsters del puño y la rosa seguirán conspirando contra esta Málaga donde sólo les votan los gatos, algunos, y María Gámez, faro y luz del pensamiento occidental contemporáneo. Menuda banda de facinerosos.

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    1. De Gámez no queda nada por añadir; tal vez la única cosa sea que ella echa basura a los malagueños porque así Se siente como en casa. En lo referente a la. Universidad de Murcia, ya dejé escrito que las palabras privado y católico producen alergia entre la izquierda. Respetable, por supuesto, pero es increíble que la gran mayoría de cargos socialistas manden a sus hijos a Universidades privadas, véase Manolito Cháves. Lo que hay es mucha desvergüenza y, claro está, un deseo de machacar a Málaga. Saludos

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