martes, 29 de enero de 2013

EL REINO DE LA CHALAURA


La Junta de Andalucía se ha creído siempre un ser de acción. Esto la lleva a una serie de aventuras, de las cuales sale, generalmente, apaleada y, al tiempo, arruinada. No en vano, los socialistas masculinos aplican el principio de Arquímedes de la siguiente manera; dennos un punto de apoyo en la autonomía y moveremos la caja de caudales. En cambio, las socialistas aplican el mismo principio de otra manera; a saber, entreguen los hombres sus cerebros que nosotras podamos mover el mundo con los caprichos de la entrepierna.

Cada vez que el gobierno regional socialista, en compañía de los de IU, anuncia una nueva medida se producen relámpagos acompañados de toda  la celestial pirotecnia. El metro de Sevilla, por poner un ejemplo de cierta idiocia, fue analizado por expertos que concluyeron que de producirse un accidente, todos los pasajeros morirían. Y es que en la capital de la taifa todo, absolutamente todo, se hace a lo grande. Si han de morir que la palmen todos por igual. También su tranvía es la monda, pues tiene el trayecto más corto del mundo. Y todo, para que el alcalde socialista que lo inauguró pudiera afirmar que el metro ya había sido inaugurado a tiempo. Al invento lo llamó metro centro. Todavía resuenan las carcajadas. Alejados del Guadalquivir, en tierras mediterráneas, ocurre todo lo contrario. El trayecto del tranvía de Vélez Málaga fue diseñado, por otra criatura socialista, para cubrir las necesidades de un centro comercial. Hubo que cerrarlo por deficitario y, a día de hoy, andan en conversaciones para venderlo a una ciudad australiana. En cambio, el metro de Málaga quiere ser trucado por un tranvía en su último tramo. Como los malagueños se niegan, el dinero que había destinado para el suburbano será utilizado en las líneas 2 y 3 del metro sevillano. A este paso, no creo que vaya a quedar boquerones que no odien el invento andaluz, aunque algunos se equivoquen culpando a Sevilla.

 Mientras esto sucede, la prensa amiga da la sensación de presencia y adhesión al partido que les paga, el PSOE. A pesar de ello, o quizá por ello, nadie en su sano juicio cree ya que la Junta no sea un calvario siniestro. Ante tanto desvarío, el pueblo llano es pasmorote y obediente. Algunos divagan pero la falta de juicio es inmensa. Nos hablan de recortes en sanidad y en educación protagonizados por el gobierno central, cuando el PSOE andaluz lleva contratando servicios externos desde hace meses con un ente de educación paralela. Incluso llegan a pagar 5 euros la hora, cantidad que está muy por debajo del salario medio de una limpiadora. Como vemos algunos, en Andalucía es el único lugar del mundo donde se puede ganar más como chacha ucraniana que como doctor ¡Andalucía al máximo!

En la taifa sureña se prefiere lo sucio conocido que lo limpio por conocer. Así va todo. Lo increíble es que no contentos con destruir empleo, con la precaria educación y sus proyectos de badulaques, quieran obligarnos a vestir de una manera, y a pensar exactamente lo que ellos le viene en gana. Un  caso ilustrativo es el de la Coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer de Huelva, Rosario Ballester que ha relacionado directamente el maltrato a las mujeres con la lectura de un libro titulado Leer a Grey de la escritora E. L James. Fue en una conferencia en la que también afirmó, sin que se le cayera la cara fea que tiene de vergüenza, que el uso de tacones es “un síntoma propio de la violencia machista”. Eso sí, no especificó en qué sentido. Lo más probable es que ella leyera de pasada alguna crítica “progresista” para hacerse la entendida cuando, por supuesto, todos saben que Doña Rosario jamás pasó de la Cartilla Palau. Esta mujer, como un gran sector de las féminas socialistas, tiene una tara mental. Son un zote contra las buenas maneras y la inteligencia. Jamás entenderán que la pobreza, en cualquiera de sus formas, es incompatible con la sensualidad que produce la libertad. Aquí lo único que hay que prohibir es la autonomía andaluza, o al menos que faciliten una oficina donde los honrados ciudadanos podamos darnos de baja definitivamente de la taifa. 

Sergio Calle Llorens

6 comentarios:

  1. Lo que es preocupante es que no estemos siendo estudiados por ser la mayor concentración mundial de seres autónomos que pueden vivir sin usar, para nada, el cerebro. Y sómos varios millones...

    Un saludazo.

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    1. Yo apostaría a que alguna universidad de al otro lado del río grande está estudiando el tema. Vaya que estoy convencido.

      Un abrazo fuerte hermano

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  2. Me quito el sombrero una vez más chico que forma de escribir y que contundencia. Temo ser pesada pero que habilidad a la hora de expresar lo que muchos sentimos. Besos

    Laura

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  3. Sergio siempre tropezamos con el mismo problema, la tropelía de la junta contra Málaga y los malagueños es tan sangrante, que nos parece mentira que todavía haya quien no se ha enterado, y raro será que alguien no te diga alguna "lindeza" y la impotencia, por lo menos a mi, me corroe, veo un problema insuperable, veo a Málaga, no dormida, está hibernada, y creo que solo un desastre de proporciones astronomicas nos liberaría de esta tortura. De verdad que es absolutamente insoportable.

    Miguel Pérez

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    1. De cualquier forma, querido Miguel,estamos mucho mejor que hace 15 años. Recuerdo que en aquel tiempo yo acababa de volver de mi primera estancia larga en el extranjero y tratamos de montar una asociación. La gente nos miraba como extraterrestres, al menos ahora, aunque sigue habiendo una estupidez turgente y biológica, pero al menos hay conciencia de lo que nos están haciendo. Mira el metro, si no llega al centro, la gente lo cogerá menos y luego al ser deficitario pues La Junta tendrá que subvencionar la diferencia con el coste real. En caso contrario sería inviable, pero precisamente será eso lo que lleve a la Junta a cerrarlo si no se lleva hasta la malagueta. Esto hubiera provocado protestas en cualquier parte, menos aquí. ¡ASÍ SON!

      Saludos

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