A veces me
pregunto qué habrían pensado mis padres si yo les hubiera dicho que su futuro
consuegro se dedicaba al negocio de las saunas. Ya saben; al estilo del padre
de Begoña Gómez, cuyos negocios eran muy conocidos en la capital del
Reino y, ahora, en toda España. En verdad, imagino el momento en el que
“el amado líder” de la Cadena SER le confesó a sus progenitores:
—Papá, mamá,
mi suegro se dedica al negocio más antiguo del mundo.
No sé yo,
pero mi madre me habría preguntado si el tipo era chapero, y mi padre, por su
parte, habría puesto el grito en el cielo.
También me
gustaría saber qué habrían dicho mis hijos si hubiesen descubierto que su padre
se gastaba el dinero público en mujeres de vida alegre. Ya saben, al estilo de Ábalos.
Afortunadamente, mis vástagos no han tenido que pasar el bochorno de tener a un
padre de esa calaña. A mí las pilinguis no me van, y mi vicio más secreto es el
consumo de cerveza frente al Mediterráneo. Imagino que llegará el momento en
que la descendencia del exministro de Transportes se cuestione la poquísima
vergüenza de su padre.
—“Soy
feminista porque soy socialista” —decía en un vídeo “el progresista” don José
Luis Ábalos.
El otro día,
cuatro personas hablaban en un bar sobre el tema mientras dos del PSOE se
hacían los ofendidos.
Esta es la
misma historia que ocurría con los de la secta del capullo en la taifa del sur:
ese dinero gastado en cocaína y prostitución a cargo del contribuyente.
Sorprendentemente, todos estos pájaros de mal agüero se ponen espléndidos a la
hora de defender la ilegalización del oficio de aflautadoras de miembros. Sin
embargo, yo encuentro que las señoras putas aportan más a nuestra sociedad que
los votantes y políticos del PSOE. Al menos ellas hacen reales las fantasías
sexuales de sus clientes. Sólo es cuestión de negociar el precio.
En cambio,
los de la Rosa Nostra dan por culo al personal a todas horas y, encima o
debajo, nunca negocian el precio. Ellos te penetran analmente sin vaselina, sin
piedad, sin pedir permiso. Please, rush me to the burn unit.
Vivir bajo
el yugo del PSOE es una violación que nadie —salvo los cuñaos ibéricos—
quiere repetir por dolorosa, frustrante y cara.
A resultas
de todo esto, pienso que los políticos de izquierda se rigen por la misma
moralidad que en las saunas que regentaba Sabiniano Gómez Serrano.
También considero que es una pena que el cuñado de Vergonya Gómez —hoy
imputada por varios delitos gravísimos— haya tenido más talento para vivir del
cuento que para componer una opereta llamada…
Opereta para
putas y progres.
Sergio Calle Llorens
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