martes, 9 de septiembre de 2014

EL EJÉRCITO DE PODEMOS


Que podemos supere al resto de formaciones en popularidad en las redes sociales se explica muy fácilmente; no todos los que tienen twitter son unos tarados, pero todos los tarados tienen twitter.   Esa misma plataforma digital es usada para, entre otras cosas, diseñar el ejército del futuro de la formación bolivariana.

La propuesta estrella es la de “someter al Jefe de las Fuerzas Armadas a referéndum”. Una proposición que bien podría tener como resultado que el Mocito Feliz o la próxima Reina de Escocia- la Duquesa de Alba- fueran elegidos como nuestros futuros comandantes supremos. La cosa no es nueva. En la guerra civil el ejército republicano tenía al frente de la Secretaría de Armamento a un eminente tocólogo.

Otra sugerencia de esta pandilla es la “supresión de la Escuelas de suboficiales junto a la de los roles de superioridad/subordinación que hay entre las escalas y empleos”. De llevarse a cabo, las órdenes podrían ser cuestionada por cualquier patán aunque hubiera llegado el último a filas. Imaginen la escena de un peón caminero de Jaén poniendo en duda el uso de misiles de un Capitán General. La cosa me hace tornar mis ojos a aquella anécdota de la guerra incivil española. En una clase de táctica, el instructor preguntó al oficial comunista ascendido por méritos políticos:

“Vamos a ver. El enemigo tiene cien fusileros en un cerro, una ametralladora y un mortero. Tú tienes que tomar la posición y sólo cuentas con treinta hombres con fusiles y veinte granadas de mano, ¿qué haces?”
El aspirante se atusa el pelo y piensa en cómo se puede solucionar el problema. Finalmente se da por vencido y afirma que no se puede hacer nada.
-“No hombre piensa”-
-“¡Qué no se puede!
- “Mira, mandas un pelotón por un lado del cerro, con bombas de mano, en un ataque de distracción y, mientras, tú co los otros avanzas con el lado opuesto”.
- “Coño, así claro, maniobrando”.

Sigamos; la formación Podemos también quiere someter cualquier misión exterior a consulta popular no sin antes, ya les digo, suprimir los privilegios dentro del Ejército, sobre todo aquellos diferenciadores con el resto de miembros de las Fuerzas Armadas, como viviendas o coches oficiales. Eso, de momento, pero no descarten que las estrellas de los Generales y esas gorras tan fachas se supriman también. Una vez más me viene a la memoria aquel miliciano catalán que allá por el 37 nos dejaba otra perlita:

“No sé qué s’han pensat de nosaltres, acabaran fent-nos saludar els capitans”.

Las propuestas de Podemos- todos los árboles- serían el hazmerreír de la galaxia pero, total, todo es muy del estilo de Pablito Ermitas y sus compañeros del circo. Con ellos, todos los miembros de nuestros gloriosos ejércitos serían funcionarios de carrera a la que lo mismo se podrá acceder con 18 que con 76 castañas. Nada de discriminaciones. Y para asegurar a estas nuevas fuerzas bolivarianas, tendríamos hasta mini-parlamentos donde un soldado raso le podría cantar las cuarenta a un Teniente Coronel. La repanocha vamos, como si no tuviéramos bastante con las 17 asambleas de las taifas.  

Pero de todas las propuestas de estos cretinos, hay una que me llama poderosamente la atención; la creación de camaretas mixtas. Ojo al dato, que el tema no es baladí. Y es que si los mormones apostaron por la poligamia por aquello de cepillarse a varias hembras sin que tener que dar explicaciones a la legítima, los de Podemos quieren que nuestros soldados estén siempre satisfechos en el tema del tálamo.

Lo que no ha quedado muy claro del todo es la propuesta de hacer aconfesional al Ejército español. Lo digo porque sus querencias musulmanas en Ramadán entran en colisión con su anti-catolicismo. No me extrañaría que algunos curas católicos terminaran de abono de los campos de España.

Tras este sucinto repaso por las delirantes propuestas de Podemos, quiero compartir con sus señorías aquella reflexión de Vicente Rojo que explican muy bien la derrota de su ejército republicano:

“Nuestra dirección técnica de la guerra era defectuosa en todo el escalonamiento del mando, con una masa de cuadros medios sin preparación, desde el Jefe Supremo hasta el Cabo eran improvisados. Ha faltado el Jefe”.

 Conclusión: Si dejamos que estos descerebrados lleguen al poder, los del Estado Islámico terminarán violando a nuestras hijas y mujeres como no podría ser de otra manera. De no ser tan grave el tema, hasta el mismísimo Gila se reiría hoy en el cielo al saber de las propuestas de esta pandilla de degenerados. Luchemos hoy que mañana es tarde, y las campanas empiezan a doblar por todos nosotros.


Sergio Calle Llorens

2 comentarios:

  1. Impresionante Sergio, es alucinante ver como la ciudadanía de este país toca fondo. Ni por lo más remoto en mis tiempos de Universidad, a finales de los '70 y principios de los '80, pensé que pudiera llegarse a una situación tan caótica y que encima tuvieran varios millones de correligionarios. Por día que pasa estoy más desilusionado y porque no decirlo con miedo al futuro, no se si tenemos alguna posibilidad de parar a estos descerebrados, pero este pueblo no me da la más mínima garantía de ello. En fin no nos queda otra que seguir predicando y esperar, aunque de manera ilusoria, que nuestras palabras no caigan en saco roto. Desde luego olvido mi posición habitual de defender la abstención y me paso al bando de votar en contra de Podemos. Solo me queda desearte buenas noches y felicitarte por esta nueva obra maestra.

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    1. Gracias Antonio

      Perdona que no te haya contestado antes pero he tenido una semana de trabajo muy intensa. Bueno pues yo cada vez soy menos optimista. Estamos ante el final de muchas cosas para esta vieja piel de toro.

      Un abrazo

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