lunes, 8 de julio de 2013

LOS TARADOS DE TWITTER

No todos los que están en Twitter son unos tarados pero todos los tarados están en Twitter. La turba tuitera insulta, veja, rebuzna con un estilo sacado de las mismísimas juventudes Hitlerianas. La gran mayoría escupe odio para todo aquel que piensa diferente. Su método simplista está bañado de faltas de ortografía. Su estilo es barriobajero y lamentable. Me marché de esa plataforma por aquella convicción mía de que la estupidez es sumamente contagiosa. En realidad, no quiero formar parte de una red social que permite cualquier manifestación violenta. Además, la policía española tampoco tiene muy claro lo que es delito y lo que no.

Twitter es el refugio de los frustrados y fracasados. Basta, les advierto, que saludes al personal con un inocente buenos días para que la turba se te eche encima por cometer el delito de admirar la luz que se derrite ante tus ojos en el mediterráneo. Cualquier excusa es buena para que intenten amargarte la jornada. Llegó un momento que apliqué a mi vida aquello de no malgastar mi tiempo con gente a la que detesto. Así que me marché. Mi decisión tuvo un efecto tan liberador como el no volver a abrazar una causa ajena.

Twitter suele sacar lo peor de cada persona pues, al no estar regulado, se convierte en la selva. Es una forma de igualar a cualquier cretino con los individuos que realmente piensan. Es la manera de equiparar por lo bajo a los chimpancés del Frente Bokerón con profesionales de gran prestigio. En definitiva, es una herramienta que, con su mal uso, fomenta el odio como ninguna otra red social. No hay nada que puedan ofrecerme en Twitter.

Mi experiencia me dice que los políticos sólo acuden a Twitter para vender su moto gripada mientras los contrarios les insultan y, los propios les jalean. Al otro lado, profesionales de la información que no admiten la más mínima crítica tras años viviendo en sus torres de marfil. Finalmente, como les comentaba, tenemos a la pandilla de fracasados que jamás ha dormido, ni dormirá, en un hotel de 5 estrellas, ni ha sentido el placer de subir a lo más alto sin machacar al prójimo.


Twitter es el último paraíso de los que no han tenido el coraje de cerrar los ojos y soñar con un mundo mejor. Por ello, sienten tanto remordimiento por lo que pudieron ser y no fueron, que ahora se dedican a esparcir su odio contra todos aquellos que hemos convertidos nuestros sueños en realidades. Nos odian por ello, y no nos toleran. Pues bien, su odio muere con ellos.

Sergio Calle Llorens

2 comentarios:

  1. Suscribo que es una selva y que hay mucho tarado... De todas formas mi experiencia ha sido positiva en general. Eso si, tomo muchas precauciones, nunca dejo la cuenta abierta, cuido mucho a quien sigo y controlo quien me sigue y bloqueo al primer atisbo de insulto...

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    1. Llegó un momento que ya no me merecía la pena. Además, Twitter ampara la violencia y pasa por alto las barrabasadas de los poderosos. Un abrazo.

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