miércoles, 14 de septiembre de 2011

MÁLAGA, ART NATURA Y ANDALUCÍA


El museo Art Natura de Málaga parece morir antes de haber nacido. Vaya que la Royal Collections y todo su proyecto cultural van a perecer sin conocer los sinsabores de la vida. La prensa local comienza a hablar de desastre mientras que otros apuntan a que el emblema cultural pasa a ser motivo de escándalo. Por mi parte, como soy un poco más sibilino y un hacha poniendo nombres, he bautizado a Art Natura como Chicho que pasó del chocho al nicho en cuestión de meses. Para defenderse, el ayuntamiento de Málaga organizó una visita en tabacalera para demostrar que las instalaciones están listas. Más les vale porque el asunto nos ha costado 35 millones. De cualquier forma, Málaga es la ciudad con los mejores museos de la taifa andaluza, además de los más visitados. Y es que pocas ciudades pueden contar con un museo Picasso y un Thyssen en sus límites municipales.


Sin embargo, Málaga no llega a sentirse cómoda del todo en el traje andaluz. Lleva demasiados años poniendo pasta y recibiendo muy poco. Así que los museos, el nuevo aeropuerto, el plan Guadalmedina. el parque de los cuentos, el Benítez, líneas de AVE, metro- sin terminar, PTA e industria hotelera no son suficientes para el malagueño medio. De tal forma, que un día si y el otro también se le recuerda a la Junta que la hora de Málaga sigue sin llegar; el saneamiento integral, el tren litoral, el tercer hospital, los pantanos, la extensión del cercanías- la línea Fuengirola Málaga es la más rentable de España- e incluso se apunta a agravios como las inversiones realizadas en otras provincias. Eso sin olvidar los robos como el de la cuenca mediterránea. Málaga, sin duda, se ha convertido en una provincia rebelde cuyo desafecto por Andalucía crece cada día, sin que el gobierno andaluz haga nada por remediarlo. Eso, quien tenga oídos que escuche, se traduce en una sangría de votos para el PSOE, cuyas siglas en Málaga significan partido sevillano oligárquico y de enchufados. Los malagueños, sencillamente, no se fían de un partido centralista que arriba a estas tierras con la arrogancia típica del señorito andaluz, siempre a tomar y nunca a dar. No es extraño por tanto que en los mentideros rebeldes se afirme que un malagueño sólo puede confiar en su miembro que es el único que nunca le dará por detrás, que para eso, se insiste, está la Junta de Andalucía.


Suponga usted por un instante que fuese idiota y suponga que fuese un miembro del parlamento andaluz. Sí, ya sé que estoy siendo reiterativo, pero haga un esfuerzo y visualícese allí en compañía de sus señorías. ¿Haría usted alguna propuesta interesante para sacarnos del subdesarrollo? ¿Recordaría a la casta política los casos de corrupción? ¿Trataría, tal vez, de influir en la política educativa o de empleo? Yo, en cambio, me abstendría en principio de intercambiar palabra con esos pamplinas. Luego, y sin perder la compostura presentaría una moción para disolver el parlamento andaluz y por ende su autonomía. Así cada provincia podría gobernarse a través de las diputaciones. Estaríamos juntos pero no revueltos. Sería una forma interesante de acabar con la autonomía más inútil en la historia del planeta. Todos en su casa y dios en la de todos, para que cada territorio demostrase quien crea más empelo y riqueza. Sin subvenciones, sin prebendas, sin privilegios y sin leyes de capitalidad. Lo que nos íbamos a reír.



Andalucía en la actualidad está dividida entre la gente que se mata trabajando y las que tendrían que matarse- políticamente hablando- para que el dinero de todos se usara en políticas de desarrollo, y no para pagar los vicios a los que deberían estar trabajando por todos. Me refiero a la clase política andaluza. Ni que decir tiene que mi propuesta no sería aceptada, sin embargo si el PP del señor Arenas gana las elecciones y no corrige el centralismo imperante en la taifa, su vida política y la de la Junta tienen los días contados. Entonces Andalucía podría ser llamada como aquel museo malagueño que murió antes de nacer; chicho, del chocho al nicho. El que avisa, no es traidor. Cuidadín, cuidadín.



Sergio Calle Llorens

3 comentarios:

  1. Noelia: Te lo voy a decir muy clarito, eres el mejor bloguero de todos. Cómo puedes ser tan sarcástico y contundente? Chicho, del chocho al nicho, jajajajaja. De donde te vienen las ideas guapo? Me gusta tu estilo y tu forma de decir las cosas. Considerate mi héroe.

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  2. Absolutamente genial esta entrada. Dices con mucha gracia lo que muchos pensamos y sentimos. Ojalá pudiera yo tener tu talento para expresarme y decirlo así. Enhorabuena por tus artículos y tu blog. Sigue así

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  3. Muchas gracias; pero deciros que el blog se hace con la ayuda inestimable de la patética clase política de este país. En lo referente al museo decir que el mejor epitafio que se me ha ocurrido para un museo que muere antes de nacer, es el de Chicho, del chocho al nicho. Y es que me lo ponen a huevo. Muchas gracias de todas formas por seguirme por aquí.

    Saludos

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