Desde hace un lustro defiendo el cierre de Canal Sur. Una postura que me ha granjeado innumerables críticas de saludados y conocidos. Gente que piensa que el PSOE tiene el derecho natural y eterno de gobernar en Andalucía, y por eso tocar el ente autonómico supone un atentado contra ese derecho inalienable. Sin embargo como buen liberal, admito la posibilidad de estar equivocado y de que el contrario tenga razón. Por esta causa, decidí darme un paseo guiado por los programas de la televisión autonómica. Quería, de alguna manera, que me convencieran. Y esto es un resumen de lo que tuve la desgracia de contemplar:
Desde Menuda noche pasando por el nuevo programa de María del Monte, girando a la izquierda por la retransmisión del Rocío, todo, absolutamente todo me recordaba a la propaganda franquista de los años 50. Bailes, copla, pobreza, cante, estulticia, catetismo y provincianismo que parecían sacados de la filmografía de Cifesa. Un nodo andaluz donde el ser imbécil constituye condición sine qua non para aparecer en pantalla. Por no hablar de la música basura y de los manipulados informativos del ente. Una televisión, sin duda, hecha por y para oligofrénicos profundos que supone un atentado contra el sentido común y el progreso. Y no debemos olvidar que la televisión nació para mejorar el nivel cultural de la turba andalusí. Así que al no haber cumplido los objetivos por los que se creó este adefesio cultural, debemos cerrarlo con un candado para poner fin a tal estropicio, que encima nos sale por un ojo de la cara.
De todo lo que observé, me llamaron la atención el grado de subnormalidad profunda en algunos programas como el del Rocío, donde una señora decía que “En Almonte no somos violentos, pero la virgen es tabú”. Es decir que si alguien se le ocurre nombrar o criticar a la virgen más fea de España, los pacíficos habitantes de esa localidad no dudarían en volverse fanáticos violentos dispuestos a cobrarse la afrenta. Algo así como los pacíficos habitantes de Alabama con los negritos. Ya saben, gente temerosa de dios que no dudaba en atacar a la población de color si a esta se le ocurría- que cosas tenían- luchar por los derechos civiles. Y lo hacían disfrazados de fantoches, con capuchas y quemando cruces, más o menos con la misma radicalidad que un rociero andaluz en la actualidad. Pacíficos hasta que la tocan lo más sagrado. Una virgen, una estúpida teoría racial, un equipo de futbol, el pedófilo de Mahoma o vaya usted a saber qué lo que provoca a la chusma. Otro programa que me llamó la atención fue el de Menuda Noche donde los niños tratan de satisfacer las patéticas vanidades de sus puñeteros padres. Allí una inocente niña decía que sus progenitores le habían dicho: “Te imaginas que estás en tu casa, cantas y te dan dinero”. A renglón seguido nos mostraron a los papas que sonreían orgullosos los muy hideputas. Y en estas que Juan y Medio, sacerdote de viejas calentonas, miraba a todos extasiados. Es decir que en la tierra de Rinconete y Cortadillo, a los padres no les importa explotar a sus hijos con tal de no dar golpe en su puñetera vida. En resumen, el viejo sueño del socialismo andaluz de vivir del sudor del de enfrente hecho realidad a costa de inocentes criaturas.
En fin que mi paseo por Canal sur ha hecho más fuerte mis convicciones de que hay que cerrar ese antro de mala vida e ideas siempre equivocadas. Una televisión que merece el calificativo de mierda empecinada donde Andalucía huele a pocilga y a incultura sevillana. De cualquier forma, me parece muy bien que los zangolotinos sigan con pasión esta bazofia televisiva. Al fin y al cabo, uno es libre de hacer lo que le venga en gana, pero siempre me asaltan las mismas dudas; ¿Cuánto dinero nos ahorraríamos si cerráramos el canal hortera? ¿Cuántos hospitales y centros educativos podríamos construir con el dinero ahorrado? Las respuestas a estos interrogantes las dejo para los demás. Pero les diré una cosa, la próxima vez que alguien en Andalucía se queje de que una televisión extranjera, un medio nacional o el que fuere hace una parodia de los andaluces, yo mismo le voy a regalar cien horas de vídeo con programas de su abyecta tele. Espero que con el presente, esas mentes simples terminen por convencerse de una puñetera vez de que canal sur es tan nocivo para la mente como ZP para la economía.
Sergio Calle Llorens
Soy escritor, investigador, guionista, profesor de idiomas y muchas cosas más que no caben aquí. También tengo una sección en Espacio en Blanco de RNE. El mundo se divide en dos categorías, los que tienen el revolver cargado, y los que cavan, tú cavas.
martes, 21 de junio de 2011
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Elocuente y, para mi, incontestable texto. Centro de agit-prop y despilfarradero absoluto. Te comprendo: los liberales en España somos la reencarnación del mal.
ResponderEliminarExcelente blog.
Saludos blogueros