Del “Iré
depilado por si tienes un desliz”, que le
escribía el concejal socialista de Torremolinos Antonio Navarro a una
compañera, a los paseos de macho ibérico de Francisco Salazar por Moncloa
con la bragueta abierta para que sus subordinadas le vieran el paquetillo.
Intentos de empotramiento, baboseo, conductas obscenas y grave acoso sexual han
tenido una misma respuesta en Pedro Sánchez: “Tranquilas, yo estoy bien
y ya he comido”.
Hasta ahora
todos habían estado callados como puertas, y he escrito puertas y no putas, no
vaya a ser que, con la querencia que tienen los de la secta del capullo por las
meretrices, terminen pasándoselas por la piedra a cargo de los presupuestos. Ya
saben, queridos muñequitos del andamio, su modus operandi habitual. Toda
precaución es poca con esta gente que, siendo feos y repugnantes de cojones,
ligaban menos que los Teletubbies en su juventud y ahora usan su poder
político para pillar cacho. Por eso, si usted tiene, además de querencia por
este blog, un negocio entre las piernas, cósase la raja mientras uno raja del
hecho, por otra parte indiscutible, de que esta gente es feminista cuando le
interesa, ya que los acusados de actos poco decorosos sólo han sido apartados cuando las denuncias han llegado a la Fiscalía. Ese feo de Sevilla
representando actos sexuales en el lugar de trabajo. Ese león de Borsalino
acosando telefónicamente a una compañera. Y nadie ha dicho “yo sí te creo,
hermana”.
La segunda
respuesta ante el escándalo, tardía por supuesto, ha sido fiscalizar las redes
sociales para que el malvado patriarcado no use términos como Charos o
planchabragas. A eso lo llamo yo matar moscas a cañonazos, aunque con estas
mosquitas muertas nunca se sabe, y puede que algún día despierten del sueño y
vean que la única mujer a salvo con los miembros masculinos del PSOE es la
imputada Begoña Gómez. Menos mal que se autodenominan feministas; si no,
andarían todo el día como sátiros por ahí con la picha al aire.
Visto lo
visto, habría que considerar crear puntos violetas seguros para las militantes
socialistas y, ya de paso, facilitarles (no importa lo feas que sean) sprays de
gas pimienta para repeler a los babosos de turno. También podríamos incluir en
el kit antiacosadores el bromuro para que el chorra de Eduardo Casanova
no le toque la churra a Broncano en horario de máxima audiencia.
¡Algo habrá
que hacer!
Sergio Calle Llorens
No hay comentarios:
Publicar un comentario