miércoles, 26 de febrero de 2025

¡EL PARTIDO!

 



En la guerra se necesitan jabalíes que arremetan al enemigo sin miedo, pero también a pájaros que vean el campo de batalla desde arriba. En el fútbol, que es otro tipo de lucha, ocurre lo mismo. Por eso, está bien tener a jugadores como Gavi, pero es mucho mejor tener a tipos como De Jong o Casadó. De ahí que al final del partido el Atleti se llevara un empate ya que el técnico azulgrana equipo se equivocó cambiando a Pedri y al jugador tulipán por futbolistas de colmillo fácil. Como ven, el General es de una suma importancia a la hora de vencer. De hecho, debe de ser bueno e inspirar terror. Blas de Lezo y Bernardo de Gálvez provocaban terror en las filas inglesas. Es posible que el alemán le diera muchas vueltas a los cambios en la ida de las semifinales de Copa, pero erró de lleno. Su equipo es temido, pero él tudesco no tanto. A Feijóo cualquiera le da dos vueltas porque ni vale como jabalí ni menos como pájaro. Simplemente no asusta a nadie. Es un político que sale, como todos los entrenadores cagones, a empatar el partido y así no hay manera de sacar los tres puntos. Especialmente cuando juegas contra un tipejo sin escrúpulos como Sánchez. Un psicópata que es capaz de pactar un día con grupos radicales como ERC o los filoetarrras de Bildu y, al otro, decir que no se puede llegar a acuerdos con la ultraderecha cuando él apoyó a los candidatos de Orban y Meloni en la comisión europea. El marido de Begoña es un cínico al que no le importa dejar el campo de batalla lleno de cadáveres si con ello se alza con el triunfo. Tampoco le preocupa mucho que esos muertos pertenezcan a sus filas. Lo suyo es seguir en La Moncloa con toda la familia imputada por corrupción. A Feijóo, al que le preocupa casi todo, hay que decirle que Dios sólo bendice a los valientes.

 Los partidos de fútbol. Los partidos políticos. Tan lejos, pero también tan cerca.

Sergio Calle Llorens


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