Málaga gana unos 26.000 habitantes anuales. De continuar esta tendencia, la provincia de Málaga tendrá
más de 260.000 vecinos más en sólo una década. Una cifra a la que hay que sumarle
la población flotante y el hecho, por otro lado indiscutible, de que quintuplicamos
los habitantes en vacaciones.
Para que
se hagan una idea de la situación, el año pasado Málaga ganó 34.000 habitantes,
más que las otras siete provincias que componen la taifa del sur. Dicho de otra manera, necesitamos
más inversiones urgentes en materia sanitarias y de transporte que cualquier
otro territorio. A pesar de todo lo expuesto, la línea de cercanías más
rentable de España, Málaga-Fuengirola es ninguneada por las autoridades
nacionales y las averías y retrasos son constantes. En el extremo este las
cosas son aún mucho peores porque no hay tren ni se le espera. Y cuando se
habla de extender la red del metro malagueño, además de esperar la inminente
puesta en marcha de la prolongación de la línea 2 del suburbano, todos son
pegas y excusas.
El
resultado es que los sufridores del transporte público- me niego a llamarnos
usuarios, viajamos en peores condiciones que los cerdos a los que llevan al
matadero. Y en
estas, la consejería de transportes de la Junta afirma que se estudia las
mejores opciones de transporte para la zona este teniendo en cuenta los costes y beneficios multicriterio
de los mismos. Ya les adelanto que nos van a querer colar un Bus Rapid
Transit. Por ello, me he creído en la obligación de intentar acercarme todo
lo posible a la verdad para defendernos de los señoritos de la taifa y les
traigo algunos puntos a analizar.
Año tras
año la Junta recauda más en sus arcas en Málaga que en cualquier otro
territorio del sur.
Es más, uno de cada tres euros que el gobierno recauda viene de los bolsillos
de nuestros paisanos. La provincia malagueña aporta más que la segunda e infinitivamente
más que la tercera o todas las demás juntas. Y con estos datos, los socialistas
siempre relegaron a la princesa malagueña al furgón de cola en inversión por
habitante. Era tan escandalosa la situación que los amigos de Dani Pérez,
otro que tiene flojera curricular cuya experiencia fuera de la política daría
para tres líneas en un folletito, terminaron por no desglosar las inversiones
por provincia no fuera a que algunos viesen la luz. Y siempre que los
malagueños pedíamos alguna inversión, la Junta respondía con el manido vuelva
usted mañana. Y cuando ya no podían repetir eso, nos vendían de que había hacer
un estudio nuevo de la inversión.
Yo, que voy pintando algunas canas ya, recuerdo cómo Pedro Aparicio quiso construir una línea de tranvía a la universidad y la Junta le dijo que ellos se encargaban. Cuando pasó el tiempo y no hacían nada de nada, sus compañeros de la secta del capullo, maestros del ilusionismo y las nubes de humo, respondieron que ellos se hacían cargo de los estudios del mismo y que las obras las pagase el ayuntamiento. El cabreo del alcalde de entonces fue morrocotudo y todavía se pueden escuchar los ecos de sus gritos por algunos rincones de galaxias lejanas. También es bueno recordar que los socialistas fueron los encargados de pagarle a Málaga con un edificio con aluminosis a cuenta de la tan cacareada deuda histórica. Como tampoco se puede olvidar el proyecto del tren a Marbella- única ciudad de España con más de 150.000 habitantes sin tren, cuyo estudio aparece y desaparece a medida que se acercan o se alejan las elecciones. Y lo mismo pasa con la línea 3 del Metro de Málaga o la extensión del suburbano al Parque Tecnológico de Málaga. Todo es un estudio, sobre un estudio que tiene que ver con un proyecto que hay que analizarlo para, digamos, el año 3540. Y esto es ahora responsabilidad del PP.
Como vemos
este despropósito está edificado, pues, sobre una mentira singular; todas las
provincias son iguales. Pues no, oiga, Málaga no es igual que Granada, Jaén
o Sevilla donde pierden población cada año y, por eso, nuestros centros de
salud no pueden ser cerrados en verano porque nuestro territorio también está
abarrotado de personal. Málaga tampoco es igual porque es la más pujante de
todas. Con esto no quiero decir que Granada o Sevilla no tengan derecho a
seguir extendiendo su red de metro, al contrario, yo soy el primero en
apoyarles.
Málaga no
tiene un segundo más que perder. Málaga no puede permitir más palos en la rueda de nuestra
locomotora. Ya tuvimos bastante con las tres largas décadas con los
socialistas. El metro a Rincón de la Victoria debe hacerse. El cercanías a
Marbella y al PTA también. Además, el PP debe saber que muchos malagueños
votan por su partido porque el PSOE es considerado como el partido sevillano
oligárquico y de enchufados, por lo que si su formación se vuelve
antimalagueña, el votante siempre prefiere el original a la vulgar copia. Además,
el PP ha teñido de azul todos los grandes municipios de Málaga, y no sólo los
de la Costa. ¿A qué viene este ninguneo? Ahora bien, si todo este despropósito
responde a la relación coste- beneficio. Aquí tienen uno definitivo:
·
Coste
de pertenecer a Andalucía: 40.000 millones de euros anuales.
·
Beneficio
multicriterio de pertenecer a Andalucía: cero patatero.
Sí, fue un
pésimo negocio unirse al proyecto andaluz. De ellos, o tal vez de nosotros,
depende cambiar todo esto.
Sergio Calle Llorens
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