miércoles, 26 de enero de 2022

¡HARRY POTTER TRASGÉNERO!

 



El secreto de la novela de El nombre de la rosa de Umberto Ecco es el siguiente: el que sonríe no teme. J.K. Rowling nunca perdió la sonrisa a pesar de las dificultades económicas que atravesaba. Simplemente siguió escribiendo en The Elephant House en el número 21 de George IV Bridge. Un local con calefacción donde acudía para matar el frío en compañía de su bebé que dormitaba en el cochecito. Esta cafetería está detrás del cementerio de Greyfriars. Un lugar misterioso del que la propia web del camposanto afirma que es “Edimburgh´s most haunted place”. Ya les hablé de los fenómenos extraños que allí suceden en mi sección “El Guardián del Cementerio” de Espacio en Blanco en Radio Nacional de España.  Hoy también les cuento que, en ese singular camposanto, donde se puede visitar la tumba del perrito Bobby, muy popular en Escocia, la creadora de la saga de Harry Potter caminaba entre panteones funerarios buscando inspiración. Parece que la encontró porque muchos de los nombres de los personajes de sus novelas fueron tomados de las viejas lápidas.  No imaginó entonces la escritora ni el éxito que tendrían sus creaciones literarias ni las polémicas que la acompañarían en su asalto al parnaso de las letras . Porque una cosa es que a los autores se nos rebelen, aunque sea muy de tarde en tarde, nuestros personajes literarios llegando a un final diferente al que les teníamos preparados, y otra, bien distinta, que los díscolos sean los lectores.

 O sea, recapitulemos, cuando los graves problemas mentales de “la generación copito de nieve” se asoman a las páginas de las novelas, el esperpento está garantizado. El último tiene que ver con una  productora de Estados Unidos  que ya prepara una versión transgénero y multirracial de las películas de Harry Potter que, al menos por el momento, no tiene el consentimiento de J. K. Rowling.

Para el papel de Potter, por ejemplo, se busca a un actor “asiático, negro, descendiente de africanos, étnicamente ambiguo- vaya usted a saber lo que quieren decir con esto- indígena, latino, hispano, de Oriente Medio, surasiático, indio o habitante de las islas del Pacifico. Además, Sirius Black no podrá ser interpretado por un blanco y para el de la madre de Lily Evans basta con que sea no acorde con los convencionalismos de género, no binario o transexual femenino. Dicho de otra manera; para satisfacer a una inmensa mayoría de tarados, se crea una versión infumable del original. ¿Qué será lo próximo? ¿Sherlock Holmes interpretado por Elisa Beni? ¿Falete encarnando al enjuto Don Quijote para contentar a miles de gordinflas de todo el mundo? No hay que ser licenciado en óptica para ver que esta gente no va a estar satisfecha hasta que un Harry Potter de rasgos africanos aparezca en pantalla sodomizado con su propia escoba voladora.

Sergio Calle Llorens

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