miércoles, 27 de marzo de 2019

¡CONTRADICCIONES!


¿No les parece una contradicción que el portero del F. C Barcelona, tudesco y habitante de la ciudad donde se supone que se margina nuestra bella lengua común, hable mucho mejor que  Gareth Bale- en realidad no es capaz de construir una frase correcta en español con su sujeto, verbo y predicado- tras siete temporadas jugando en España con el Real Madrid?

¿No es un contrasentido que el Barça concediera tres medallas a Francisco Franco tras haber visto como el Régimen  favorecía a su rival histórico aprobando normas que le impedían fichar a los jugadores que debían, sí o sí, terminar jugando en el Madrid?

¿No es vergonzoso que las asociaciones feministas callen cuando una violación es cometida por una manada cuyos miembros ni son españoles, ni tienen la piel clara?

¿No es un desatino que una gran parte de la prensa sureña viese como una anomalía histórica la elección de un Presidente sin vinculaciones con Sevilla aunque se vista como ellos, aceptando la tesis del ex ministro Juan Antonio Zoido?

¿No es un disparate que los que negaban el centralismo impuesto por el socialismo andaluz hayan pasado, y de puntillas, por el hecho, por otra parte indiscutible, que un mes, en sólo un mes, se haya firmando- además de varios proyectos que dormían el sueño de los justos- el acuerdo para que el tercer hospital sea una realidad en Málaga tras 37 años de negativas?

¿No es significativo que tras la publicación de la supuesta implicación de Marruecos y Francia en el atentado del 11-M, la prensa y la gran mayoría de los políticos patrios guarden un atronador silencio?

¿No es una locura que el presidente de Méjico exija que España pida perdón por la conquista cuando él es descendiente de españoles? ¿No sería mejor que los mexicas presentaran antes sus disculpas por sacrificar a pueblos enteros, y tras esclavizarlos, con el objeto de contentar a su estúpido Dios sanguinario?

Para los que ven el mundo en números binarios, la primera contradicción presentada hará que me coloquen en la tropa de los catalanistas furibundos. La segunda, tal vez, en el pelotón de los sucios españolistas. La tercera, me temo, en el de la cofradía de los racistas machistas. La cuarta y la quinta apuntarán a mi provincialismo más extremo.  La sexta me hará ingresar en el club de los conspiranoicos.  La séptima me convertirá, y sin dilación alguna, en un arrogante europeo.

En mi defensa, si es que tengo defensa alguna, he de dejar constancia de que soy el resultado de unos paisajes mediterráneos que combinados con miles de lecturas, me hacen abrazar la religión de los descreídos. Yo, simplemente,  hago mía aquella letra que cantaba Freddy Mercury; “No wrong, no right. I´m gonna tell you there´s no black and no white. No blood, no stain”.

Yo, simplemente, dudo mientras contemplo un mar azotado por el viento de levante. Usted, que tal vez no tenga la fortuna de contemplar esta maravilla inenarrable, también debería comenzar a dudar para no caer en tantas contradicciones.

¡Creo!

Sergio Calle Llorens

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