sábado, 14 de noviembre de 2015

EL TREN DE LA BRUJA


Es el tren de la bruja. La mujer que afirmó que el suburbano de la Costa del Sol comenzaría a funcionar el 11 del 11 del 2011 mientras llevaba a los comerciantes de los Percheles a la ruina. Es el trenecito de la niña que tiene marcado el número de la bestia en la piel . La tipeja que quiso llevarse el Carmen Thyssen a Sevilla-pregunten a los hermanos Bandera lo que ofrecía la Junta  a la Baronesa-  esa institución que vuelve a machacar a  las Escuelas malagueñas de la Cónsula y la Fonda- las únicas de Andalucía que no van a formar parte  del SAE- Servicio andaluz de Empleo- demostrando el consejero malagueño Sánchez Maldonado que el paisano que pertenece a  la secta del capullo es un traidor a su tierra. No hay más.

Pero luego llega el Alcalde y dice que el metro en superficie por la zona de Eugenio Gross- que es una nueva línea por más que traten de ocultarlo en otras localidades- no se hará si los vecinos se oponen. Algo que, ya lo advertí en su momento, no tiene ya ninguna importancia porque, me duele la pluma de escribirlo, hay un acuerdo firmado y el metro en esa parte de la ciudad será en superficie o no será. Y como se perdería el dinero del BEI, pues las pataletas de los vecinos no van a servir de mucho. A todo esto,  Juan Cassa- de Ciudadanos-pide una consulta popular a los contribuyentes , mientras consulta en el mapa donde se encuentra la zona afectada. Y para afectados los que votaron ingenuamente por alguien que no tiene ni puñetera idea de lo que es” la ciudad del paraíso”.   De la opinión de “Málaga para la gente” sobre el tema no haré ningún comentario porque es tan poco trascendente como la de los de “Málaga para el Picudo Rojo”.

En cualquier caso, yo invitaría a los vecinos a darse una vuelta por Finlandia para que entiendan, y de una puñetera vez, que un metro ligero en superficie no es ni mucho menos una mala idea. Y es que actúan como todos aquellos malagueños que se oponían a la peatonalización del centro porque querían, con dos cojones, aparcar a diario en la puerta de las tiendas donde iban a comprar. Y miren lo equivocado que estaban. Tan equivocados como los que piensan que Málaga debe seguir sometida al imperio de la Junta de Andalucía para que, entre otras cosas, el tren de la bruja no descarrile. La solución, desengáñense ya, es bajarnos de la locomotora andaluza. Total siempre está en la Estación de la Incompetencia.

¡Ay si yo tuviera una escoba!


Sergio Calle Llorens

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