sábado, 28 de marzo de 2015

CELEBRACIÓN


No lo voy a negar; estoy realmente contento. Es más hacía mucho tiempo que no me sentía tan bien, tan vivo, tan gozoso. No solo es que han abierto el centro ruso de arte en Málaga sino que en unas horas, si la hija lerda del farero no lo impide, el Pompidou malagueño abrirá sus puertas al gran público. Treinta y cuatro pinacotecas impresionantes que hacen de la capital de la Costa del Sol el cuarto destino cultural de España tras Madrid, Barcelona y Bilbao. Un hito impresionante si tenemos en cuenta que la Junta de Andalucía prohibía hace unos lustros que nuestros enclaves turísticos fuesen señalizados en la mismísima ciudad. Además, el Thyssen malagueño abre una exposición temporal que lleva por título “Días de verano” donde reúne pinturas sobre el mar, y el ocio de importantes creadores extranjeros y españoles: Monet, Hopper, Picasso y Sorolla que viene a hacer compañía a ese cuadro de Navarro Llorens que tanto me gusta.
Como amante del arte y de las olas que se rizan en la patria salada solo he de agradecer el placer que me supone contemplar estos cuadros y, seguir respirando ese mágico salitre por las calles de mi región malagueña. La Caleta de Málaga, el sardinero, Zarautz y la Concha me harán disfrutar igual que la contemplación de esas playas normandas. Creo que solo aquellos que hemos nacido junto al mar podemos explicar lo que sentimos ante esa masa acuática que deslumbra los sentidos. Esa visión sobre la bahía de Cannes que tan bien plasmó Picasso porque, como buen mediterráneo, no se le escapó aquellos detalles marinos detenidos en el tiempo.

Hoy es un grandísimo día para celebrar el triunfo de Málaga sobre la pérfida Junta. Una excelente jornada para cantarle a la vida por el trabajo bien hecho de un Alcalde que, pese a sus desaciertos, tuvo un sueño y ese sueño en Málaga se cumplió. Hoy tenemos a un gentío en las calles de La Trinidad y La Malagueta pero la masa no debe deformar la realidad tan maravillosa de aquellos que reflexionamos junto al sonido de esa olas que van a besar la orilla en un rito ancestral que todo lo engloba. Dejemos a esa pandilla de incapaces morder el polvo de la derrota. Olvidemos a los cretinos de la opinión de Málaga para releer el New York Times y sus odas a la ciudad mientras Canal Sur calla, como lo que es, una autentica furcia. Salgamos a pasear y tengamos fe en el futuro que es nuestro por derecho. Y esto lo suscribe alguien que dijo que nos colocaríamos los primeros del sur y, nadie supo creerme.  Que corra el champán por nuestras venas. Que ustedes sean felices porque Málaga sigue suspendida entre el cielo y suelo para nuestro disfrute.

Sergio Calle Llorens

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