Que el día de Andalucía coincida con el de las enfermedades raras no
puede ser una casualidad. Yo diría, y sin temor a equivocarme, que la sincronía
en la efeméride se debe mayormente a la causalidad. Y es que hay que ser
ciertamente raro para apostar por un modelo tan estúpido como el andaluz. Y todo
es el resultado de una enfermedad mental; la estupidez. La turba sureña puede,
y de hecho lo hace, esconderse tras un trapo pero lo cierto es que la región es
la historia de un fracaso absoluto. Ayer
mismo el PSOE de Málaga nos ilustraba en twitter sobre el descalabro de la
autonomía; "Susana Díaz protegerá la educación" si, pero lo hacía con
j, de joder al personal en la educación, el trabajo y el desarrollo.Lo que no morirá nunca en Andalucía es la eterna chalaura con sus decisiones demoradas y sus juicios loquinarios. Ayer mismo pudimos comprobar el orgullo por ser idiotas. Esos golpes de pecho por ser los últimos de la clase. Más o menos como en el franquismo; pobres ignorantes pero con una gracia que no se puede aguantar. Y yo, ciertamente, hace años que no los aguanto.
Que se queden con su Rocío, con sus ferias con la estulticia de Canal Sur, con el cretino de Blas Infante pero que recuerden que no hay nada peor en el mundo, si exceptuamos la Venezuela bolivariana, que haber nacido en Andalucía.
Sergio Calle Llorens
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