miércoles, 29 de octubre de 2014

¡ESTAMOS EN GUERRA!


Finalmente los tenemos en el salón de casa con sus arengas musulmanas. Sus imanes han inundado a la Princesa Europa con el mensaje envenenado del Islám y ahora, como no podía ser de otra manera, el Estado Islámico quiere dar un paso más en la esclavización del mundo occidental. Los teóricos de la guerra santa saben que no pueden vencernos si se atienen a su fuerza económica y militar. Por tanto, plantean una guerra asimétrica usando el terrorismo como arma fundamental. Esa gentuza ha conseguido que de todos los lugares del Islám salgan voluntarios para atacar a "los usurpadores". Tomo prestadas una de esas declaraciones que hielan la sangre del profano de la verdadera cara de esas alimañas;

"Todo buen musulmán debe tomar conciencia de que estamos en guerra contra los soldados de Satán y contra los aliados del demonio".

Los aliados del demonio somos nosotros. Marruecos es el segundo país del mundo que aporta soldados a la causa del Estado Islámico. Hay un caldo de cultivo entre su juventud que incluso ha coreado a los partidarios de la causa talibán en los estadios de fútbol. No me pregunten por la contradicción de apoyar a esos retrogrados en un deporte que prohibirían si sus banderas negras señorearan en la tierra de Mohamed VI. No obstante, si son capaces de creer que a los martires les esperan setenta y dos vírgenes, cualquier cosa es posible. Con todo lo expuesto, no estoy diciendo que sean mayoría en el Reino Alauita pero, su número no deja de crecer.

Las fuerzas de seguridad de España y Marruecos están en alerta máxima. Se temen ataques inminentes en el mediterráneo. Nuestro gobierno ha reforzado Ceuta y Melilla e incluso se habla de ataques a barcos occidentales. La pasión es de tensión extrema.

Marruecos, como siempre, intenta sacar tajada del asunto y sigue empeñada en tensar la cuerda con la ONU en el asunto del Sahara occidental. La Jefa del MINURSO no ha podido tomar posesión de su cargo ya que los maroquíes la consideran demasiado proclive a las tesis de los saharauis a los que considera un peligro potencial para la radicalización de la región.

Sea como fuere, el caso es que los magrebíes, por aquello de que tienen tendencia a creerse sus propias patrañas, están altaneros y dispuestos a echar el resto para poder eliminar al infiel de una vez por todas. Estamos en la tercera guerra mundial, y lo extraño, es que la gran mayoría no tiene ni idea de ello. El moro está convencido de su victoria, los occidentales, en cambio, no son conscientes de que miles de cuchillos se están afilando en estos momentos. Nuestros cuellos esperan. Les recomiendo meter la alianza de civilizaciones en el contenedor de baura. Una vez hecho, alístese en nuestro ejército silencioso; al enemigo ni agua.

Sergio Calle Llorens

2 comentarios:

  1. Lo mejor la foto: Alatriste en Rocroi y Copons diciéndole a Balboa lo de que el mundo sepa lo grandes que fueron los Tercios. Sobre lo de la Tercera Guerra Mundial se librará en Asia Central.

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    1. Me encanta la foto, me temo que en el futuro alguien le diga al historiador de turno; No cuentes que todos fuimos unos cobardes.

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