El hecho de que mi blog esté censurado en los servidores de la Junta de Andalucía
demuestra, y de que forma, el ADN totalitario del bipartito andaluz. A día de
hoy, nadie me ha podido explicar las razones por las que unos simples artículos
de opinión y, algunos reportajes de investigación, provoquen tanto miedo en el
gobernante. Métodos más propios de la República Popular
China que de una región europea. En virtud de la pobre idea de que cualquier
disidente es un enemigo, hacen y deshacen ante la apatía general de un pueblo
con querencia infinita por el vivan las cadenas. Ni que decir tienen que sus
censuras me llevan a desanimarme pues, como imaginan, tengo un profundo
orgullo por mi trabajo. En esta ventana encontraran lo
que esa pandilla de incapaces de los diarios sureños- salvo algunas contadas
excepciones- oculta tras la publicidad institucional.
El caso que les presento hoy debería llamar a una auténtica
revolución por lo sangrante. Y es que los granujas de UGT pagaron 6 euros al día
a unos jóvenes desempleados por rehabilitar el antiguo Hospital Militar de San
Fernando en Córdoba como sede del sindicato trincón. Una cantidad que cobraron
durante 6 meses hasta que los amantes del marisco tuvieron a bien pagarles el
75 por ciento del salario mínimo interprofesional anualmente establecido. Incluso,
fíjense, fueron generosos con dos paguitas extraordinarias para los chavales.
No a todos, porque dos de ellos fueron expulsados por no acudir a clase. Por
tanto, los 28 trabajadores tenían un salario anual de 9.482,40 euros.
Por si no se han dado cuenta, el negocio era redondo; la Junta concedió una subvención
de 1,2 millones de euros para que remodelara su sede en Córdoba y 774,731 para una
escuela taller. Posteriormente, la organización sindical socialista, que
presume de defender a los trabajadores, hizo las obras empleando mano barata
sobre una sede edificada en un solar cedido por el ayuntamiento de la ciudad de
la Mezquita
en 2002. En consecuencia, UGT suma a su lista de patrimonio unos 20 millones de
euros más.
A pesar del escándalo ,
no encontrarán ninguna alusión al tema en los periódicos andaluces y, mucho
menos, en Canal Sur. Con un Vicepresidente andaluz investigado por la Guardia Civil en relación al
tema de los ERE y una Presidenta heredera de dos hombres parapetados en el
Congreso y el Senado, nada bueno puede resultar. El silencio de los corderos
practicados por los supuestos periodistas se une, como no podía ser de
otra manera, a la alegría por los
carnavales andaluces. El primero de ellos; el de Cádiz, que antaño era un
hervidero de críticas, las ha suavizado a la Junta pues, como es sabido, ésta
concede un Premio sustancioso por Coplas para Andalucía. Y entonces las letras
son del tipo y todos nos queremos mucho, y todo es maravilloso, y la calle
Sagasta que bonita que es; una copla que llevamos escuchando 34 años en el
infierno andaluz al que nos ha conducido esa pandilla de delincuentes que
responde al nombre de la Secta
del Capullo.
Sergio Calle Llorens
Tu eres un censurador infecto, asi que no te quejes cuando te aplican tu propia medicina ¡¡¡HIPOCRITA!!!!.
ResponderEliminarSólo publico comentarios de personas con nombres y apellidos. De esa forma me evito insultos y rebuznos como los tuyos. La Junta la pago yo también y por eso, exijo que no se me censure. Mis artículos en prensa digital y en este blog son parte de mi trabajo, hasta un lerdo como tú lo debería entender.
EliminarAhora vete a ver Canal Sur tontito que esto es para gente formada.
e hipócrita se escribe con acento tonto del culo.
ResponderEliminarSusana Benítez.