domingo, 19 de mayo de 2013

LOS SOCIALISTAS MALAGUEÑOS



El problema de los socialistas malagueños es que están formados por una pandilla de patanes que, a tenor de sus actos, están empeñados en desaparecer de la provincia que más aporta a las arcas de la taifa andaluza. Tras permanecer callados en lo referente al metro de Málaga, han vuelto a abrir sus boquitas pintadas de mentiras para hacer varias declaraciones sorprendentes. Ha ocurrido, ¡créanlo!, en la Feria del Libro, que tiene al mar de testigo incomparable de la mágica edición.

El primero en hablar ha sido Miguel Ángel Heredia que ha exigido que el PP deje de boicotear el decreto contra la exclusión aprobado por los cuatreros de la Junta de Andalucía para fomentar el empleo entre colectivos en riesgo de exclusión social. Plan que aprueban ellos pero cuyo coste del programa tienen que adelantar nuestros ayuntamientos. También ha acusado al gobierno de Rajoy de “no creer en el municipalismo”. Posteriormente ha tomado la palabra la hija del farero con menos luces que un barco pirata para afirmar que le parece lamentable que el alcalde de Málaga no se fíe de la Junta.

Al señor Heredia hay que recordarle que si en Andalucía tenemos a tanta gente en riesgo de exclusión social se deben a tres largas décadas de locura socialista en la que la carga impositiva sobrepasa a la de los países nórdicos, y total, para contratar a todos los familiares y allegados de sus señorías. En cuanto a la afirmación de la traidora Gámez de que el Señor de la Torre no se fíe de la Junta, comentar que ni el más tonto de los tontos podría confiar en los socialistas y buena prueba de ello la encontramos en la siguiente lista; saneamiento integral de la Costa del Sol, cercanías a Marbella, el metro en 2009, el tercer hospital, el parque de los cuentos, los Baños del Carmen, el tranvía de Aparicio, la cuenca Mediterránea que no se iban a llevar, el Corredor mediterráneo que ellos excluyeron, el timo de las tecnocasas, el auditorio y un millón de cosas más que no caben aquí, como tampoco entran dos neuronas en el cerebrito de María.

Cuesta creer que los socialistas tengan tan poquísima vergüenza para hablar de municipalismo en la ciudad en donde para mover una simple maceta, tiene que contar con la autorización del consejo de gobierno de la Junta de Andalucía. Decía el alcalde recientemente que de haber sabido que la autonomía era esto, habría dejado a Málaga fuera del invento andaluz. Además, el municipalismo no tiene nada que ver con esta caterva de tarambanas que pasean sus jetas directamente por las calles de la Capital de la Costa del Sol para castigarnos con sus políticas infumables que no se creen ni sus familiares.

La palabra Málaga en sus bocas debería ser tipificada como delito en el código penal español donde se recogerían penas durísimas de destierro. No podemos olvidar que todas sus declaraciones vienen acompañadas de un alto contenido de toxicidad. ¡Callados están más guapos!

Sergio Calle Llorens

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