Artur Más convocó unas elecciones regionales para liderar a
su pueblo hacia la independencia. Pedía 6 diputados más y ha perdido 12. Albert
Rivera, líder de Ciutadans, con apenas 20.000 € para la campaña electoral
duplicó su número de votos. La conclusión es clara y diáfana; Más pensó que no
tenía competencia y ha resultado ser un incompetente, y Albert uno de los
nuestros. Los otros partidos no salieron mal parados del todo, aunque sus proyectos
nacieron mal paridos, como es el caso del PSUC que a veces dice ser
catalanista, otras socialistas y vaya usted a saber cual es su verdadera alma.
Si en el portal de Belén, el Papa sugiere recortes de animales, las criaturas
socialistas no necesitarán ningún ERE pues ya se encargan ellos solitos de
darse de baja. El río que pasa por Belén no era de papel de Albal, y si lo era,
ya lo repartieron por tramos entre sus afiliados.
En cualquier caso, hay que ser muy patán para convocar unas
elecciones para decir luego que le bastaba con la mayoría que tenían en
Convergencia, cuyos líderes jamás convergen con la inteligencia. A día de
hoy, todavía estoy esperando a que Don Arturo nos cuente como pudo proponer una
ruptura con el resto de España sin decir claramente que se quedaban fuera de la
UE. Además de incompetente, Más es un
mentiroso compulsivo. Ni seny, ni rauxa, y mucho menos su marcha, que el mesías
catalán querrá seguir predicando por donde Cristo pegó las tres voces.
En la campaña no se habló ni de los recortes, ni del
presente, sino de un futuro en territorio ignoto y, al final, de la corrupción
de CIU, de su 3% y de su latrocinio institucionalizado. Eso sí, hubo mucha
bandera, mucho himno y ninguna propuesta que llevarse a la boca. El resultado
es que hoy, el parlamento de Cataluña tiene a menos soberanistas que hace dos
años. Convendrán que es un ridículo tan grande como el que sigue protagonizando
el panfleto de La
Vanguardia , cuyo director y articulistas “pagados” por CIU
deberían hoy salir a pedir perdón por el desaguisado. Pero si de ridículos
hablamos, ahí tienen la campaña protagonizada por el sindicato andaluz de
trabajadores en Cataluña del ínclito Sánchez Gordillo. Una campaña a favor, tócate
los cojones, de la independencia de esa región. Lean y asómbrense: “El día en
que Cataluña consiga todos sus derechos y bienestares-sic- en Andalucía
estaremos también más cerca de conseguirlos”. Fue en un mitin del partido CUP
que defiende la soberanía de los Países Catalanes. A todos ellos habría que
aplicarles el eslogan de “España nos roba”, la inteligencia, claro.
Sergio Calle Llorens
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