lunes, 14 de noviembre de 2011

LA ESPAÑA ZAPATÉTICA I


Decía Vicente Espinel que la traición la emplean únicamente aquellos que no han llegado a comprender el gran tesoro que se posee siendo dueño de una conciencia honrada y pura. Es claro y diáfano que Rodríguez Zapatero no ha alcanzado ese grado de madurez. A fin de cuentas él ha traicionado a su electorado, a sus ideas y a su propia madre cuando se ha terciado. De cualquier forma, estoy con Shopenhauer cuando afirmó que con ciertas personas vale más ser traicionado que desconfiar. Eso, obviamente, se aplica al que se deja engañar, porque yo ya dejé escrito hace más de un lustro que Zapatero iba a ser el peor presidente en la historia de la democracia. ¡Y coño¡, que razón tenía. Lo único que ha cambiado es que los de izquierda han entendido finalmente las consecuencias de tener a un gobierno de incompetentes. Tal es así, que a pocos días de que se celebren elecciones generales, Zapatero ni la mayoría de sus ministros aparecen en los mítines de Rubalcaba. Todo indica que los propios socialistas sienten vergüenza de la España zapatética que nos ha dejado la fiera de León, sus ministras del Vogue y toda la plana mayor del partido de la Rosa.



Lo realmente interesante es que Rubalcaba, cómplice y partícipe de este desastre, se haga acompañar ahora de Felipe González que es el anterior presidente a Aznar. Quiere huir de Zapatero como el que escapa de la peste bubónica para presentarse como la solución a la crisis de espanto que sufre España. Ahora al ver a esos socialistas mirando para otro lado para no ver el córpore insepulto de ZP, siento vergüenza ajena. No hace tanto les reían las gracias y se hacían acompañar por el presidente a cualquier acto político del partido más corrupto en la historia de España. Como ven, las ratas son siempre las primeras en abandonar el Titanic socialista. No entendieron que el PSOE es un submarino que puede flotar pero es una maquina diseñada para hundirse. Especialmente con un capitán de agua dulce que jamás ha llegado a comprender el azaroso mar de la política internacional. Esa que se escribe con mayúsculas cuando los golpes de la patria salada se hacen patentes. Pero si el PSOE es un submarino, Zapatero y sus ministros- incluido Rubalcaba- son un batiscafo. Sí, un vehículo de inmersión profunda. Esperemos que tras el 20 N, ZP y el candidato socialista a las próximas elecciones generales permanezcan para siempre en las profundidades del abismo de donde salieron. Amén.


Sergio Calle Llorens

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