jueves, 10 de diciembre de 2015

EL VAQUILLA

El Vaquilla comenzó a conducir coches en su más tierna infancia. Para ello, utilizaba almohadones y zancos al no llegar a los pedales. Pronto se hizo famoso por atracar bancos de los que huía en coche a gran velocidad  perseguido por la policía por las calles de Barcelona. En el barrio del Campo de la Bota se hizo célebre, las chicas suspiraban por él, el pueblo llano lo idolatraba y su familia disfrutaba de los productos que iba mangando aquí y allí. Un día de primavera cayó en una trampa dispuesta para la ocasión por las Fuerzas del Orden. No le pillaron con ningún objeto robado en el coche pero como era menor, obviamente, no disponía de carnet de conducir y tenía muchas cuentas pendientes con la justicia, pues se lo llevaron preso ante las protestas de la turba de aquella época.

En 2014 Zinedine Zidane comenzó a entrenar al Real Madrid Castilla en la segunda división B del fútbol español. Como el Vaquilla no se había sacado el carnet para conducir a un equipo del deporte más popular del mundo.  Al ser pillado In Fraganti, el populacho actuó como Juan José Moreno Cuenca embistiendo- de ahí el apodo del Vaquilla-   a todos aquellos que señalaban la ilegalidad cometida por el francés.

En 2015, el club de Concha Espina ha vuelto a pasarse la legalidad por el forro alineando a un jugador que estaba sancionado de la temporada anterior. Una falta que se castiga- de hecho ya ha sido castigada con la eliminación del club de la Copa de S.M el Rey- para alegría de los seguidores del Cádiz C.F y los rebuznos de la masa social de la sociedad que dirige Florentino Pérez.

La moraleja de esta historia es simple; nadie está por encima por la ley. De su incumplimiento aprenderemos que  el Vaquilla era un chorizo y el Real Madrid también.


Sergio Calle Llorens 

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