El Vaquilla
comenzó a conducir coches en su más tierna infancia. Para ello, utilizaba
almohadones y zancos al no llegar a los pedales. Pronto se hizo famoso por
atracar bancos de los que huía en coche a gran velocidad perseguido por la policía por las calles de Barcelona. En el barrio del Campo de la Bota se
hizo célebre, las chicas suspiraban por él, el pueblo llano lo idolatraba y su
familia disfrutaba de los productos que iba mangando aquí y allí. Un día de
primavera cayó en una trampa dispuesta para la ocasión por las Fuerzas del
Orden. No le pillaron con ningún objeto robado en el coche pero como era menor,
obviamente, no disponía de carnet de conducir y tenía muchas cuentas pendientes
con la justicia, pues se lo llevaron preso ante las protestas de la turba de
aquella época.
En 2014 Zinedine
Zidane comenzó a entrenar al Real Madrid Castilla en la segunda división B del
fútbol español. Como el Vaquilla no se había sacado el carnet para conducir a un equipo del deporte más popular del mundo. Al ser pillado In Fraganti, el populacho actuó
como Juan José Moreno Cuenca embistiendo-
de ahí el apodo del Vaquilla- a todos aquellos que señalaban la ilegalidad
cometida por el francés.
En 2015, el club de Concha Espina ha vuelto a
pasarse la legalidad por el forro alineando a un jugador que estaba sancionado
de la temporada anterior. Una falta que se castiga- de hecho ya ha sido
castigada con la eliminación del club de
la Copa de S.M el Rey- para alegría de los seguidores del Cádiz C.F y los rebuznos de la masa
social de la sociedad que dirige Florentino
Pérez.
La moraleja de esta historia es simple; nadie está por
encima por la ley. De su incumplimiento aprenderemos que el Vaquilla era un chorizo y el Real Madrid
también.
Sergio Calle Llorens
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