martes, 4 de noviembre de 2014

SÍNDROME CONFUSIONAL

Hay muchas mujeres que lo más romántico que han hecho bajo la lluvia es quitar la ropa del tendedero. Hay señoras que sólo se vestirán de blanco haciendo judo. Hay feminas, en cambio, que lo tienen muy claro y que no lo les importa lo más mínimo. No tienen ningún tipo de complejo y, mucho menos, síndrome confusional.  Esa dolencia que ha alegado el ex líder del sindicato minero SOMA-UGT, José Ángel Fernández Villa. El mismo por el que ya fue ingresado de urgencia en el hospital. La justicación ha sido criticada por todos menos, por supuesto, al PSOE, que no le quiere dar más vueltas al asunto. Y es los de la secta del capullo son sólo buenos dando vueltas a como aplicar el latrocinio institucionalizado.

Canal Sur tampoco sufre de ese síndrome tan raro. Sus dirigentes son así de tarados. Ellos que ningunean la figura de un héroe como Bernardo de Gálvez cuyo retratado ha sido colgado en el capitolio por ser uno de los héroes de la guerra de la independencia. Ellos prefieren a Susana Díaz y al Mocito Feliz antes que sacar  al militar malagueño en las noticias. No mencionando el retrato del de Macharaviaya, se retratan como representantes máximos del cretinismo. Habría que enviarles algunas de las portadas de los medios más importantes de Estados Unidos para que constataran su idiocia, pero dudo mucho de que dominen la lengua de Shakespeare.

IU también padece la dolencia que lleva a la confusión apoyando la creación de un estado catalán pero no la independencia. En mi opinión, es como casar a una pareja de enamorados a los que tras la ceremonia se separa vaya usted a saber por qué. Aparte de la enfermedad mental de los bermejos, su odio a España no deja de asombrarme.

El PP también es víctima de esta manifestación confusional. Por ello la Alcaldesa de Alicante no es obligada a no salir retratada junto al Rey Felipe VI . Eso sí, hace algún tiempo el Presidente Rajoy canceló un mitín en Valencia para no salir junto a esa mujer tan altanera que se mezcla con la corrupción. Como vemos, el dichoso síndrome sólo afecta cuando a los padres de la patria les sale de la entrepierna. Bueno parte de nuestros nacionales aplicaría una solución paliativa basada en la estricnina. Limpia y eficaz como pocas.

Todo este monumental engaño me recuerda a aquella historia en la que una mujer encuentra a su mejor amigo en el tálamo junto a su esposa y al preguntarle por lo que están haciendo, éste responde de forma memorable para quitarle importancia al asunto; "aquí, follandillo". Es el síndrome confusional que algunos están dispuestos a creer.

Sergio Calle Llorens

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