martes, 28 de octubre de 2014

CIEN DÍAS DE SÁNCHEZ


Los primeros cien días del líder del PSOE nacional ha beneficiado, sin duda, a los fabricantes de camisas blancas. A pesar del color, la prenda tiene muchas manchas, muchísimas. Una camisola que pretende llevar la publicidad engañosa de la lucha contra la corrupción, cuando los Chaves, Griñán, Zarrías y compañía siguen en el barco de la Garduña socialista. En esas semanas Sánchez no se ha opuesto a que los socialistas catalanes porpongan retirar de los presupuestos la ayuda a la escolarización en español en esa comunidad autónoma. Por tanto, tres meses y nada que llevarnos a la boca. A lo sumo, su estancia como líder en Ferraz ha servido para demostrarnos que su camisola va a sufrir un centrífugado profundo de la lavadora Podemos.

En el tiempo que lleva Sánchez se ha visto apoyado por la federación más corrupta, pero también más poderosa, que no es otra que la del PSOE andaluz. Susana Díáz ya conspira para moverle la silla. Como también conspiraban todos los de la secta del capullo para llegar antes al poder por la avenida del Ébola. A pesar de ello, sus medios han hecho de portavoz del marido de la enfermera que se contagió de la enfermedad, en las que nos relataba su amor por su perro sacrificado. Si quieren que les diga la verdad, a mí el perro de ese señor me importaba bien poco. Mi padre murió ahogado en su propia sangre porque el SAS le salió literalmente de las pelotas condenarlo a muerte. No vi ninguna solidaridad, ni ayuda por los mismos que se rasgan las vestiduras ahora, al margen de la del Defensor del pueblo andaluz, señor Chamizo del que guardo un gran recuerdo. Aquella muerte me empujó a tomar la pluma para luchar contra un régimen corrupto. Y "judío de mierda" es lo más bonito que me han dicho desde entonces.

Sánchez podría haber ganado puntos echando del partido a esos corruptos andaluces pero, en cambio, los ha dejado aforados y bien resguardados. Incluso le tendría ahora más respeto si hubiera limitado los ataques de su gente a la única mujer capaz de luchar contra la corrupción en la taifa del sur; la juez Alaya. Sin embargo, no ha hecho nada de eso. Lo suyo ha sido una exposición continua en los programas de televisión para demostrar, a aquellos que tenían dudas, de que tiene menos talento que Rajoy y Zapatero juntos. Y con eso está dicho todo. Cien días en los que cada vez que ha salido a argumentar , un réquiem ha ido sonando por una federación que va camino de su desaparición. A este paso, las camisas de Sánchez van a terminar en el museo de las cosas breves junto a la I República española y otras inutilidades por el estilo. Lo del cantón de Cartagena declarando la guerra al de Murcia no será nada en comparación con las risas que va nos vamos a echar con el que quiere suprimir el ministerio de defensa. Sánchez, que probablemente quiera que nos defendamos con tirachinas, debería ir poniéndose un petardo en el culo y esperar a que le explote. Así entenderá lo que sentimos los sureños cuando habla de corrupción dejándonos a continuación con esta pandilla de bandoleros de Sierra Morena a cargo de la caja de caudales.

Sergio Calle Llorens

4 comentarios:

  1. Qué pena no tener una izquierda o socialdemocracia al estilo alemán o sueco. Pedro Sánchez no tiene personalidad y retórica: es un politico salido de la Cosmopolitan

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  2. Pues no lo vamos a ver jamás; la izquierda española es bolivariana y sigue viviendo en el siglo XIX o en la guerra civil. Y así, obviamente, no hay manera.

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  3. La vida de un ser querido, sobre todo madre, padre o hijo, no tiene parangón. Pero, el perro no tenía culpa de la incompetencia y choriceo de un gobierno. Ni siquiera, de la incauta confianza de sus dueños en portavoces pseudopolíticos amañados. Por lo demás, ole tus c.....s!

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    1. Cierto. Y con lo fácil que sería todo si contaramos con los profesionales. Un saludom

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