martes, 17 de diciembre de 2013

CON LA VENIA; UN TIPO VALIENTE

Este año ha sido tan duro que he estado varias veces a punto de abandonar; Querellas, amenazas de muerte, insultos e incluso consejos paternales de aquellos que me temen más que una vara verde. Poco a poco, fui desapareciendo, borrando mi rastro y abandonando las redes sociales. Cambié de teléfono para evitar sobresaltos.  Desgraciadamente, ni la policía, ni mucho menos la justicia le pareció mala cosa que se colgaran fotos de mis familiares o que algún tarado moviera los hilos para que radicales continuaran con sus amenazas.

Polaco de mierda, fascista, facha y perro judío han sido los calificativos más usados por la gente que tanto me odia. Que alguien escriba que me va a volar la tapa de los sesos no es una amenaza según las fuerzas de seguridad. Así que desamparado por la justicia, sé que sólo tengo mi espada y el pulso firme que la sostiene. Allí he fiado mi seguridad; estocada de punta rápida y la cuchillada veloz como un relámpago. Siempre estoy a la defensiva, al acecho, en silencio y vigilante como un gavilán esperando que esos cobardes hagan acto de presencia.

Según algunos, yo no puedo llamar lerda a la hija del farero pero sus seguidores sí pueden, en cambio, convocar un escrache a la puerta de mi casa por apoyar, según su estúpido discernir, los desahucios. Hubiera sido muy fácil abandonar y aceptar llegar a un acuerdo judicial con aquellos que se querellan cuando describo sus corruptelas. Hubo alguno que apareció con todo un despacho de abogados y no se despegó de ellos, tal el miedo que le atenazaba. Yo, por supuesto, llegué sólo y por momentos imaginaba un encuentro nocturno;  protegiéndome el vientre con vizcaína cruzada al pecho y con la espada buscando hacer daño en la carne del adversario. Tintineos de hierro y un par de cuchilladas bajas con la daga, buscando a continuación la estocada definitiva. Tal vez en otro tiempo y en otro lugar, aunque bien pensado los cobardes siempre buscan a otros espadachines para que les hagan el trabajo sucio, temerosos de que un valiente les pueda mandar a cenar con el altísimo.

Me hablan de honor cuando llevan años asaltando impunemente a familias honradas. Esa gente que no está acostumbrada a un espadachín profesional que se mueve en las sombras porque es nuestra mejor aliada. Escribir es mi oficio y hacerles de cronista es mi ocupación temporal. No vine aquí para hacer amigos, y a los enemigos los temo menos de lo que me temo a mi mismo. Ni doy, ni espero cuartel. Empero, hay una gran diferencia entre ellos y un servidor; yo siempre ataco de frente y no pienso esperarles a la puerta de la casa, voy a ir a buscarles, porque de mí se pueden decir muchas cosas; la mayoría muy malas pero hay algo que me define bien; soy un tipo valiente. Así que la próxima vez, el campo de batalla lo elige éste soldado.

Sergio Calle Llorens

6 comentarios:

  1. Amigo así es este país, el ciudadano de a pié no importa, solo importan los gerifaltes corruptos, a los cuales siempre tienen que salvaguardar. Somos muchos los que hemos sido amenazados, calumniados gratuitamente y nuestra dignidad arrojada al cubo de basura más pestilente y todo queda impune.

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    1. Cierto y lo triste que siempre ha sido igual. A veces, pareciera que estamos condenados a vivir en un bucle temporal. Son distintas épocas pero los mismos procedimientos. Una casta contra el pueblo llano. Morir con la espada en la mano o salir corriendo. No hay más.

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  2. La justicia andaluza la controlan los socialistas de una manera que asusta. La juez Alaya es la única que parece no responder a los dictados de esos cabrones. Una cosa más; las denuncias a la Guardia Civil que la Nacional no hace nada nunca.

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  3. Yo te daría un consejo de amiga: Deja esta tierra para siempre. Eres demasiado bueno para esos cabrones incultos que viven en Andalucía, yo me fui harta de que me tomaran el pelo y nunca más pienso poner pie en esa región donde nada funciona. Las amenazas vienen porque tienen miedo de lo que publicas y de lo bien que lo haces porque si esperamos a que lo hagan los periódicos andaluces vamos apañados.

    Lydia Alcantara

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  4. Yo te daría un consejo de amiga y es el siguiente: MÁRCHATE Y NO VUELVAS. Son demasiado poderosos

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