lunes, 30 de septiembre de 2013

BILLY JOEL

A veces las fuerzas del universo conspiran para que nuestros sueños no se cumplan jamás. De nosotros depende doblegarlas para alcanzar la gloria. Sin duda, las ansias de triunfo juegan un papel importante y, también, haber degustado el amargo néctar del fracaso Sin éstos componentes, es imposible triunfar a lo grande en la vida. En verdad, Billy Joel no debería haber triunfado nunca. Sin embargo, la rueda de la fortuna giró a su favor. De origen judío, si los nazis no le hubieran expropiado la fabrica a su padre en Alemania, nuestro cantante nunca hubiera nacido en el Bronx, desde donde se mudó a Long Island. Un barrio en el que abusaban de él  los chicos más duros y, como tantos, decidió tomar clases de boxeo para defenderse. Se hizo boxeador para ganar muchos combates hasta que un contrincante le rompió la nariz. Aquella fractura le hizo colgar los guantes y abrazar la música.  Formó desde entonces bandas de música pero todas tuvieron muy poca repercusión. Incluso uno de los primeros discos que grabó tuvo un contratiempo inesperado. Y es que el técnico de sonido lo grabó a una velocidad mayor, y la voz del cantante parece de pito. En otras palabras, que ponía un circo y le crecían los enanos.

En 1973 Billy Joel grabó Piano Man, un álbum que le llevaría al estrellato y todo cambió para siempre. La canción que da nombre al trabajo, está considerada como una de las mejores canciones del pop-rock de la historia. Un tema que habla de derrota, de corazones destrozados anclados a la barra de un bar que trata, indudablemente, de los  años más oscuros del artista. Años antes, había intentado suicidarse, lo que habría puesto punto final a la carrera de un genio.

Lo mejor estaba aún por llegar con canciones como” Just the way you are”, “Only the good die young”. Comenzó a coleccionar Grammys como el que hace lo propio con los zapatos. Cantantes de la fama de Barry White  versionaban sus temas. Joel le había dicho adiós a Los Ángeles y creaba himnos como “New York state of mind”, que siempre hemos sabido apreciar los que amamos la ciudad de los rascacielos
En 1983, lanzó el álbum “An innocent man” que incluye canciones como “Uptown girl” o “Tell her about it”. Este trabajo es un tributo a la música que el cantante escuchaba de niño. Tengo muy fresca en la memoria, aquella actuación en directo que me pasó un amigo inglés en la que Billy Joel interpretaba a capella, “For the longest time”. Un homenaje al estilo Doo-Wop, que tanto he admirado a lo largo de mi vida. Comenzaba la canción con una letra que no estaba en el disco original y, estaba cantada junto a un pequeño coro de voces masculinas. Decía así:

What’s your name?
Its Peggy or Sue.
What’s your name?
It’s so hard to find a personality
With charm like yours for me

Fue una completa sorpresa escuchar aquella melodía. Yo, que pensaba que ya nadie hacía buen Doo Wop, me tope con ese regalo inesperado. Tres años más tarde, corrí a comprar sus grandes éxitos en una tienda de discos de Barcelona. Me sumergí en su música pensando que ya sabía que tipo de músico era el señor Joel. Empero, con su trabajo “The Bridge”, vuelve a ser un narrador de historias de los 70 en un intento maravilloso de volver a sus orígenes como cantante. En 1989 vuelve a sorprender con su “We didn’t start the fire”. Una canción que exime a su generación de la violencia y los problemas del mundo actual.
Al margen de las más de 100 millones de copias vendidas de sus discos,  lejos de sus 6 grammys, y de su legado, el señor Joel me ha endulzado con su música muchos momentos de la vida. Sus temas son la banda sonora de mis andanzas. Han estado conmigo en la  tristeza, en la zozobra y en el triunfo.

 De no haber estado aquella noche de 1964 frente al televisor viendo el show de Ed Sullivan con The Beatles, Billy Joel tal vez jamás hubiera decidido dedicarse al mundo de la música. Y nuestra existencia hubiese sido mucho más triste. Como la envidia no tiene fronteras, a muchos les molesta que Billy- perdonen las confianzas pero es como de la familia- tenga origen judío, a los judíos les entristece que haya vuelta a abrazar la Torah. Sin embargo, sus seguidores siempre le diremos al cantante que no se preocupe por esas baraterías. Seguiremos diciéndole: “We love you just the way you are”.

Sergio Calle Llorens

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