lunes, 11 de junio de 2012

LA CONTRA ARMADA INGLESA

Hoy que visita Gibraltar un primo del orejas, he decidido recordarles un episodio silenciado por los hijos de su graciosa majestad, casi tanto como la humillación de Cartagena de Indias, donde un puñado de españoles liderados por Blas de Lezo, y que los tenían bien puestos, demostraron a la pérfida Albión que en asuntos de batalla, los españoles han sido siempre sus peores enemigos.

 Ocurrió justo después del asunto de la “Armada Invencible”, cuando los británicos fueron enviados por su reina a asestar un golpe de gracia al imperio español. Sin embargo, Drake fue rechazado en La Coruña- no escribo A Coruña porque no me sale de los cojones- con la participación de María Pitá en la defensa de la ciudad gallega. Allá en Galicia, los ingleses perdieron unos 2000 hombres, y no tuvieron más remedio que buscar gloria en Lisboa, no sin antes hacer literalmente el ridículo en Vigo, donde llegaron a incendiar unas casitas. Luego en Portugal se percataron que las murallas de la ciudad eran más altas de lo que esperaban, o decían sus informes. Lo más graves es que Drake y sus incompetentes colaboradores no obedecieron las órdenes de atacar la armada española anclada en Santander. La razón que explica esta desobediencia hay que hallarla en el deseo confesado de librar a Portugal del dominio español y, de paso, obtener concesiones comerciales.

 La Contra Armada inglesa  de 1589 vació las arcas de Isabel I, y las bajas británicas ascendieron a más de 18000, como muy bien recuerda Fernando Martínez Laínez, en su libro titulado “Pisando Fuerte”, trabajo que les recomiendo efusivamente. Martínez no se limita a copiar a otros, sino que ha ido directamente a las fuentes, especialmente a las inglesas, para recuperar un pedazo de nuestra historia, de un tiempo en el que el mundo nos temía. Aquel olvidado asunto de la Contra Armada inglesa que llegó a reunir los mejores buques ingleses terminó en victoria hispana. Para el pirata, la aventura española supuso que el propio Drake cayera en desgracia en la corte inglesa, para recuperar el favor real, el inglés puso rumbo a los dominios españoles en America.

 Drake organizó una expedición de veintisiete buques y dos mil quinientos marineros con vocación de rufianes. La armada zarpó de Plymouth para arribar a las Islas Canarias poco después, la presencia de una flota española que con la que entabla combate, por lo que se baten de nuevo en retirada. La siguiente arribada fue la Isla Guadalupe donde perdieron una nave. Los españoles les tomaron muchos prisioneros contra los que descargaron toda su furia. Finalmente, Drake llegó a Puerto Rico donde fue vencido para siempre. Cuenta la historia que el gobernador de la plaza mandó reforzar las defensas. Una vez avistada la armada inglesa, las fortalezas del Morro y San Cristóbal empezaron a escupir hierro; una de las balas atravesó la cámara de la capitana, matando a varios oficiales y alcanzando a Hawkins, que murió poco después a resultas de la herida. El viejo contrabandista y negrero, por fin, acudió a su cita con su viejo amigo el diablo.

 Drake sabía que no podía volver a Inglaterra vestido de fracaso, y decidió probar suerte una vez más. Pero la flota de Cartagena de Indias había sido alertada. Allí se entabló el último combate del pirata. La flota inglesa estaba hecha un desastre; velas destrozadas, arboladuras quebradas y, para colmo, cundió la disentería entre los marineros. Drake cayendo enfermo, muriendo en alta mar, frente a Portobello. Sí, creo que es conveniente que empecemos a recordar estos episodios, organizar congresos, levantar monumentos, dar publicidad a los libros que se escriban sobre el tema, y a los Gibraltareños, esos cangrejos que son ciudadanos de tercera categoría del Reino Unido, recordarles que o bien son españoles, o sus apellidos demuestran que sus bisabuelas eran unas putas de mucho cuidado.


Sergio Calle Llorens

3 comentarios:

  1. Muy oportuno y muy necesario este recuerdo de nuestras victorias sobre los anglocabrones. El gran Blas de Lezo tiene merecida calle en nuestra ciudad.

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  2. Y una fragata de guerra en la Armada de España. Sin embargo, el gran Bernardo de Gálvez que, además, era malagueño, sigue sin tener reconocimiento alguno que no sea la fragata Galveztown que se construye en los astilleros Nereo del barrio marinero de Pedregalejo.

    Un Saludo

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  3. La historia completa de lo que paso en Cartagena de Indias se narra en el libro La batalla de Cartagena de Indias. Informacion en www.labatalladecartagenadeindias.com

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