lunes, 2 de enero de 2012

MIS PROBLEMAS CON LAS MUJERES


Mientras los niños tiraban petardos, dos petardas hablaban, sin saber, sobre los nuevos deseos para el año entrante. Las lerdas de Canal Sur no conocen que el pasado está en los pasos dados, el presente en la acción y el futuro a la vuelta de la esquina y sobre el mismo camino. Además habría que añadir que nunca con un pasado tan oscuro se puede alcanzar un futuro brillante. Imagino que las presentadoras trataban de matar el tiempo ignorando que será el tiempo el que nos acabará por liquidar a todos. El caso es que las andaluzas iban farfullando deseos de paz, trabajo- algo imposible con los socialistas- y otras aspiraciones legítimas aunque pobremente formuladas. En otras palabras, si alguien es idiota el 31 de diciembre, seguirá disfrutando de su condición el 1 de enero y el 24 de agosto. Piensen que todos aquellos que han pasado la treintena siendo imbéciles, lograrán con los años perfeccionarse. Y eso es lo que ocurre en Andalucía donde el pueblo deja que el futuro lo decidan otros por miedo a decidir ellos mismos. Quiero decir que el futuro no vendrá a la barra del burdel andaluz, porque sencillamente se fue con otro.




El futuro es aquello que ocurre mientras nos empeñamos en hacer otros planes. De eso sabe muy bien un amigo mío que me telefoneó para felicitarme el año nuevo. Mi hermano de sangre que lleva desde el verano sufriendo con su novia, quería que le diese un consejo sobre su relación. Me comentaba que su legítima iba a dejarlo tras perder su su puesto de trabajo a manos de una socialista de carnet. Amablemente le contesté que la culpa la tenían ellos por haber votado a esos mangantes del capullo en todas las elecciones que han tenido lugar en la taifa del sur. Como me tiene cariño, cambió de tercio y me pidió unas líneas que pudieran ayudar a personas a salir de su crisis emocional. Confieso que la petición me tomó por sorpresa. Les juro que soy la persona menos indicada para tratar el tema. No obstante, recogí el guante y me puse a escribir sobre el tema.




Lo poco que sé de las mujeres podría resumirse en dos frases; a la mujer y al viento con mucho tiento y más vale perder el culo por una buena cabeza que no la cabeza por un buen culo. Eso sí con los años he aprendido que a las mujeres no hay que entenderlas sino quererlas. Fuera de eso, no tengo ni repajolera idea de lo que ocurre en la mente de una dama. Ni estoy muy seguro de querer saberlo. Además en mis relaciones con ellas, he aplicado aquello de más vale corto e intenso que largo y tedioso. Vaya que suelo desconectar el cordón umbilical que une a la chica a mí como hago con Canal Sur. Simple y rápido antes de que el desprendimiento de rutina acabe conmigo.




El problema, querido amigo, es cuando hacemos de una dona la luna de agosto, madre y señora del vino, alguien que nos haga encontrar el camino. Y el camino, siento decirlo, lo hallamos nosotros solitos. Eso lo dice alguien que un día se marchó y sigue perdido en la bruma. Por eso, cuando una relación llega a su fin, lo mejor es dejar marchar sin más a la otra persona. Olvida los libros de autoayuda, libera tu mente y prepárate para una vida en solitario, que no es el final sino el principio de algo más grande; la libertad de no tener que dar explicaciones a nadie, la tranquilidad de poder beberte lo que se tercie, ni mucho, ni poco, sino lo necesario. Sí, será duro a veces volver a casa y encontrarte la cama vacía e imaginarla en brazos de otros. Soñarás con encontrar a otra que llene su vacío. Craso error. El mal de amores se cura en soledad. Puede que un día encuentres a alguien que te arañe el corazón durante el día y la espalda por la noche, o puede que no. Hasta entonces, sólo te daré un consejo más; hazte turista sexual en el mundo en el que estás de alquiler. Déjate de pajas mentales, sal afuera y disfruta. Las princesas son como las presentadoras de canal sur, una vez quitado el maquillaje, tienen menos encanto que el culo de un mono corroncho.



Coda: Una vez el Rock and Roll te salvó la vida. Yo no aspiro a que mis humildes líneas obren el milagro esta vez. Espero, en cambio, haberte hecho sonreír. En cualquier caso, recuerda que hoy es el primer día del resto de tu vida.



Sergio Calle Llorens

2 comentarios:

  1. Muchas gracias amigo, me has hecho reír, ahora me siento mucho mejor. No te escribo mi nombre pero todos saben quien soy.

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  2. No hay que dar las gracias, para eso estamos los amigos.

    Un abrazo

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