jueves, 16 de junio de 2011

DECLARO LA GUERRA A LOS INDIGNADOS

Los indignados han cruzado la línea roja con sus agresiones a políticos en Madrid y Barcelona. Lo de la ciudad condal fue de traca al impedir la turba exaltada el acceso de los parlamentarios a la asamblea regional. El propio Mas tuvo que acceder al parlamento en helicóptero. Muchos se preguntan cómo hemos podido llegar a este caos, a esta zozobra nacional que amenaza la esencia de la democracia. Por eso, ahora que la prensa de todo el mundo se hace eco de la noticia y miles de tertulianos agudizan el ingenio para dar respuesta a la cuestión de los indignados que indignan, yo les voy a dar mi modesta opinión:



La crisis de España no es sólo política, sino moral. De la primera terminaremos saliendo seguro, porque en peores nos las hemos visto los españoles. De la segunda, lo dudo. Porque, el movimiento del 15-M y sus ataques a la democracia se deben a una sociedad donde toda una generación se ha acostumbrado a tener todos los derechos y ninguna obligación. Una percepción juvenil que procede de una educación donde no se prima el esfuerzo, ni la excelencia y donde la autoridad del profesor es pisoteada a diario por niñatos malcriados. Y todo con la colaboración de Papi y Mami, que no permiten que a sus hijos les tosa nadie. De esos polvos vienen estos lodos. En definitiva, les hablo de una generación jaleada por una clase política insufrible- a diestra y a siniestra- y demagógica cuyo único interés es repartirse el botín. De personas que creen que todo les va a salir gratis y que para llegar a la cima no tienen que pagar un precio. Crecieron en un país donde los policías van con el rostro tapado y los terroristas a cara descubierta. Una nación donde cualquier ocupa te echa la puerta abajo y se cuela en tu casa, y ni la justicia, ni la policía podrán hacer nada para ayudarte. Una sociedad envilecida y embrutecida en la que se puede abortar con 16 años sin consentimiento del padre, pero que no admite responsabilidad penal alguna si con la misma edad se comete un delito criminal. En definitiva una jungla en la que únicamente se respeta la ley y el orden, si están de tu parte. En conclusión, vivimos instaurados en la dictadura de los idiotas y los incompetentes. Por eso, el 15-M, sus propuestas delirantes y sus aplaudidores.



Los socialistas tenían como única esperanza electoral al 15-M, cuyo movimiento no fue organizado por ellos, pero han intentado sacar provecho de él desde el principio. De ahí que Rubalcaba filtrara a su radio amiga que simpatizaba con los del movimiento y ZP afirmara que si tuviese 20 años, probablemente estaría con ellos. Y ese es el problema, que la izquierda, con el presidente al frente, tiene la edad mental de esos jóvenes descerebrados que no entienden el significado de la palabra democracia. En el fondo, se identifican con los violentos- porque es violencia usurpar un espacio público- por ser un instrumento útil con el que azuzar a sus enemigos políticos. De esta misma fascinación, de este entusiasmo nacieron el fascismo y el comunismo. Ayer una masa atocinada llámense las Camisas Negras de Mussolini o los bolcheviques de Lenin frente a los parlamentos elegidos democráticamente, hoy una turba piojosa aclamada por la izquierda, con su buenismo y sus sandeces. Movimientos que siempre se presentan como regeneradores de la vida pública, cuando en realidad son únicamente una pandilla de degenerados.

Yo les declaro la guerra a todos por ser enemigos de la democracia.



Sergio Calle Llorens

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