viernes, 3 de enero de 2014

JERUSALÉN

Los judíos ya estaban en Jerusalén dos milenios antes de que apareciera el Islam. Tras conquistar esas tierras  en el año 1272 antes de Cristo, la supieron mantener bajo su control por mil años más y también tuvieron una presencia continua durante 3300 años. Dicho de otra manera, el pueblo de Abraham tuvo una presencia en aquellas tierras durante 3300 años y, sin duda, Jerusalén fue su capital. La ciudad sagrada de las tres religiones no fue nunca capital de ningún país o entidad árabe.

Durante la ocupación jornada de la ciudad, Jerusalén este no fue declarada capital y ningún líder árabe de relevancia fue a visitarla. Jerusalén es mencionada 700 veces en la Biblia pero no hay ni una alusión a ella en el Corán. Además, la ciudad fue fundada por el Rey David y Mahoma jamás puso su pie en ella. Incluso hoy, los judíos de todo el mundo rezan mirando a la ciudad sagrada de Jerusalén y los mahometanos lo hacen mirando a la Meca y, por supuesto, dando la espalda a Jerusalén.

Jordania destruyó 58 sinagogas en Jerusalén durante su mandato con el silencio cómplice de la ONU que, también calló cuando las autoridades jordanas hicieron lo propio con el cementerio hebreo situado en el Monte de los Olivos. En ese tiempo, los lugares sagrados del judaísmo fueron víctima de actos vandálicos sistemáticos y, por cierto, los judíos tenían prohibido el acceso a esos santos lugares.

En 1948, los líderes árabes urgían a la población de Jerusalén a abandonarla ya que, decían, iban a limpiarla de presencia judía. Eso sin haber visto un solo soldado hebreo en el horizonte. Aquel conflicto terrible provocó la injusta salida de 630.000 árabes de Israel. Sin embargo, nadie quiere recordar que en ese mismo período de tiempo, un millón de judíos fueron obligados a marcharse de países musulmanes.

Los países árabes iniciaron 5 guerras contra Israel y todas las perdieron. Como resultado de las mismas, Israel pudo ampliar sus dominios. En la actualidad existen 22 países árabes, excluyendo a Palestina, y sólo un estado judío en todo el mundo. Israel actualmente no es más grande que el territorio de Nueva Jersey.

Hasta 1967, los refugiados árabes no comenzaron a llamarse palestinos, dos décadas después de la constitución del estado judío moderno. Un estado que ha cedido la franja de Gaza y Cisjordania a los árabes. Sin embargo, tanto Hamas como Al Fatah siguen clamando por la destrucción del estado de Israel. A día de hoy, Israel es la única democracia de oriente próximo y todos los lugares sagrados de las tres religiones monoteístas pueden ser visitados sin restricciones.

Con todos los datos históricos que pongo a la disposición de mis lectores no pretendo hacer una defensa a ultranza de los israelíes sino, más bien, establecer una verdad histórica indudable; los judíos tienen derecho a ser los moradores de esa tierra sagrada para todos. En cualquier caso, sería conveniente apoyar las iniciativas de paz para el reconocimiento de un estado palestino siempre y cuando no suponga un peligro para la existencia de Israel. Todo pasa, en mi opinión, por amparar a los sectores moderados de ambos pueblos. Sin embargo, sería conveniente que los medios de comunicación de medio mundo dejaran de hablar de invasiones judías de una tierra que siempre tuvo presencia hebraica, cuando no dominio.

Jerusalén es la capital irrenunciable de Israel para el pueblo judío. Una ciudad que tiene como Rey al mismísimo monarca de todos los españoles; Don Juan Carlos I. Otro hecho que desconoce gran parte de nuestros compatriotas. Y es que una vez más, los caminos de Israel se mezclan con los de la amada Sefarad.


Sergio Calle Llorens
            

9 comentarios:

  1. Jerusalen no fue fundada por el reyezuelo saqueador David. Los judios son un pueblo genocida que entraron a sangre y fuego en su tierra prometida. No tienen ningun derecho sobre Palestina.

    Israel es un estado terrorista.

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    1. Lo que expongo en estas líneas es historia. En cualquier caso, no hay peor ciego que el que no quiere ver. Como no puedes rebatir datos históricos te dedicas a descalificar, consecuencia, supongo, de que eres más de los camellos que de los Reyes Magos.

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  3. No publicas mis comentarios? ¿me censuras?, ¡menudo sinvergüenza eres!

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    1. Tus comentarios sobre la historia de Israel me han alegrado el día, eres un indocumentado que se ha tragado la propaganda de los palestinos. Mira, deja de hacer el ridículo. Eres un nazi disfrazado.

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    2. No entremos en las descalificaciones de Dienikes. Que su odio racial muera con él.

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    3. No voy a entrar en un debate con un indigente intelectual como tú. Tu odio por todo lo judío, además, te ciega de una manera tan patéticamente alucinante que todo está dicho.

      No te había publicado los comentarios porque no los había visto. En cualquier caso, entiendo que para ti y para todos los de tu cuerda, el mejor judío es el que aparece en las cámaras de gas. Y lo siento por ti.

      Puedes pasar a insultarme las veces que quieras. Puedes, como hacen muchos, amenazarme de muerte. Incluso podemos quedar para discutirlo cara a cara, pero lo que no te voy a publicar es panfletos de odio racial.

      Por cierto, lo de la guerra de los seis como todo lo demás prueba de que tienes una mente enferma. Necesitas, y urgentemente, la ayuda de un especialista.

      Te iba a disertar algo sobre Quevedo, pero tampoco ibas a entender gran cosa. Estudia.

      ¡Tu odio muere contigo!

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