viernes, 24 de mayo de 2013

MÁLAGA MARCA EL CAMINO


Málaga quiere hacerle el amor a María Gámez a la australiana; tirarse a la canguro y que ella se vaya pegando botes. Sólo lejos del mediterráneo, la impresentable dejaría de hacer daño a la Capital de la Costa del Sol y su provincia. Ni siquiera hoy, en la que el Alcalde de Málaga ha ido a Andalucía para hablar sobre el último tramo del metro de Málaga, ha sido capaz de apoyar los deseos de los malagueños de que el último tramo sea soterrado. Ella, a lo suyo, tratando de echar a su número dos por no plegarse a sus barrabasadas.

Las décadas en las que Málaga ha sufrido el poder de la Junta demuestran que no hay nada parecido a la inteligencia en el mundo andaluz.  Su único talento es el latrocinio. Tenemos el enemigo dentro de casa y lleva la bandera de Andalucía.  Hasta Bruselas pide modernizar los puertos del mediterráneo frente a los congestionados del norte del continente, y Griñán calla, y Zoido habla con la ministra de Fomento para dragar el Guadalquivir, y cometer el mayor delito ecológico en la historia de la región, con tal de quitarle a Málaga y Cádiz el negocio de los cruceros.

Les hablaba del último tramo del suburbano y el Presidente de la taifa y el Alcalde de Málaga se reunirán en septiembre para seguir discutiendo y sin ponerse de acuerdo. Lo único que saldrá en claro es que apuntalaran al señor de la Torre en la Casona del parque. El pueblo lo ve así; PSOE en un partido que defiende los intereses del Guadalquivir y el regidor malacitano el que les hace frente. Nadie se acordará de sus incumplimientos o de sus fracasos como el plan de la judería.

La única salida es dejar de pertenecer a esta República Bananera de Andalucía y gobernarnos a través de la Diputación. Málaga daría un salto de calidad y sería, de paso, un ejemplo para que todas las provincias tomaran el mismo camino. Nuestra provincia rebelde puede marcar el paso al resto de España. Cuando vean lo que podemos crecer sin el lastre andaluz, nadie, en su sano juicio, querrá pertenecer a autonomías con alma de sanguijuelas.

La prensa internacional es unánime; la España de las 17 autonomías es inviable políticamente y económicamente. Conclusión que comparten muchos políticos de todas las tendencias. Ha llegado el momento, por tanto,  de dar la batalla para matar Andalucía de una vez por todas. El pueblo, en cualquier caso, podrá seguir siendo andaluz sin tener que costear la partida de bandoleros que campea en la Junta. Antes el número de personas que apoyaba mis tesis cabían en una habitación. Hoy, en cambio, somos legión. Y la legión siempre acude cuando sus hermanos están en peligro. ¡A por ellos!

Sergio Calle Llorens

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