martes, 13 de mayo de 2014

LAS LUNAS CELTAS


Los druidas, como observaron los escritores clásicos, reverenciaban el poder de las palabras, que tenían vitalidad y fuerza. Al mismo tiempo la prohibición druídica de poner por escrito su saber en una lengua celta, y que esta norma fue general hasta época general hasta época cristiana, cuando, finalmente, este extenso conocimiento nativo comenzó a ser trasmitido por escrito. Por eso, se puede concluir que los nombres nativos por los que eran conocidos los planetas, los nombres que desempeñaban una función tan central en las vidas de las gentes continuaron siendo objeto de prohibición, un geis, tan importante dentro del pensamiento celta. La gente sólo podía referirse a ellos en las conversaciones a través de eufemismos, y así, cuando aparecieron las palabras extranjeras, fue fácil usar estos términos no prohibidos

La prohibición del uso de los nombres de los cuerpos celestes puede ser mejor demostrada en la percepción gaélica de la luna. Hay varias palabras para la luna en las lenguas gaélicas. Podría ser que el nombre de la luna fuese el de una deidad que fue declarado tabú por los druidas. William Camden observó que los irlandeses solían arrodillarse ante la luna y elevaban una oración al señor, lo que indicaba un vestigio de culto para referirse a la luna. Hoy en día, gealach (resplandor) es la palabra usada para referirse a la luna. Como comparación, en griego, la diosa luna Selene era también Febe (resplandor). También existían otras palabras en irlandés antiguo como ésca y la palabra que todavía existe en manés easyt, pero en ningún otro lugar.

Otra palabra del irlandés antiguo para luna era ré y ésta, también, sobrevive en manés, usada como una parte de la combinación junto con la palabra shollys, luz, para formar rehollys, luz de luna. Y una palabra irlandesa más, lúan, actualmente en An Lúan, el nombre del día de la luna o del lunes. Se cree que esta palabra deriva del vocablo irlandés para resplandor y no es un préstamo del latín luna. Así pues hay cuatro términos diferentes en irlandés para luna y, aparentemente, son todos eufemismos más que nombres propios.

Por lo que respecta a la jerga técnica, encontramos que es sólo en el siglo XVIII cuando el irlandés adopta la palabra stodiaca (zodiaco). En irlandés antiguo tenemos reithes grian que significa rueda del sol. Es prácticamente el mismo concepto lingüístico que posee la palabra sánscrita para zodiaco, rasai chackra, rueda de la constelación. El término irlandés Roth indica gesto o esfera. Más tarde en el período del irlandés medio, la palabra para zodiaco fue crois gréine, la faja del sol.

Hacer el horóscopo en irlandés era fios a bháint as na réaltai, obtener conocimientos de las estrellas. Una expresión más poética para horóscopo la tenemos en gaélico escocés, suidheadchadh nan reull aig ám bhreint, colocar los cimientos en el cielo.

Utilizando el irlandés como ejemplo de una lengua celta que fue menos influida por el latín que, entre otros, su prima galesa, podemos observar la supervivencia de una longeva tradición nativa. Hay palabras nativas para cenit (buaic), niebla (néal), penumbra (leathscáil), orbe ( meall). Los antiguos irlandeses llamaba a la Estrella Polar réalta eolais, estrella del conocimiento, un concepto bastante perceptivo. Un cometa era réalta na scuaibe. Una estrella con cepillo escoba. Estos términos confirman que, en el mundo irlandés antiguo, se estudiaban a fondo las estrellas.

 Pensaba en todo lo que acabo de exponer observando como la luna derramaba sus rayos en el primer templo de la provincia malagueña y, entonces, supe que por haber tenido contemplar esa estampa, mi existencia había valido la pena. Me queda poco tiempo y he de seguir estudiando y gozando. He de escrutar los cielos y hallar las respuestas a los arcanos del universo.


Sergio Calle Llorens

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